En Colombia se registran altas tasas de homicidios, especialmente en aquellos lugares con mayor concentración de grupos armados.
Recientemente Insight Crime, fundación dedicada al estudio y a la investigación de amenazas para la seguridad nacional y la ciudadana, ha publicado el balance anual de homicidios en América Latina y el Caribe durante 2022 y se identificaron niveles similares al periodo prepandemia.
En el caso de Latinoamérica, Venezuela encabezó el ranking como el país con mayor tasa de homicidios, con aproximadamente 9.300 muertes violentas en 2022, seguido de Ecuador, con hasta un 86% de crecimiento interanual por los enfrentamientos entre grupos de crimen organizado. Y en Colombia, también se registran altas tasas, especialmente en aquellos lugares con mayor concentración de grupos armados, especialmente el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Por supuesto, la región también enfrenta retos en la seguridad ciudadana, en las que tanto personas del común como pequeños y grandes negocios enfrentan robos, amenazas, estafas y extorsiones. Esta compleja situación sin duda requiere de estrategias en las que se articulen soluciones físicas y digitales, que además tengan un impacto medible en los índices de seguridad.
Aunque la seguridad pública se ubica como la mayor preocupación, es fundamental entender que se encuentra estrechamente ligada con la seguridad ciudadana, y para enfrentarla, es necesario atacar las amenazas que más aquejan a los ciudadanos. Para ello, la tecnología es fundamental pues aumenta la eficacia de las estrategias contra la delincuencia, aporta en la consecución de información de valor para tomar decisiones acertadas y complementa los esfuerzos de los profesionales en seguridad.
Por ejemplo, herramientas como Big Data y la inteligencia de ciberseguridad ayudan a empresas y gobiernos a detectar alertas de forma temprana para mitigar el alcance de manera acertada, fortaleciendo sus sistemas de alarmas y seguridad con el fin de que puedan tener un ecosistema seguro.
Por supuesto, apostar por la tecnología no solo implican inversiones en la implementación de sistemas protegidos, sino que también van de la mano de importantes inversiones en la investigación y desarrollo de nuevas soluciones. Las empresas enfocadas en tecnología y seguridad son algunos de los actores que más aportan en este sentido.
Si bien la región continuará enfrentando retos en la seguridad pública y ciudadana, es clave que la innovación esté en el centro de la búsqueda de soluciones a la medida para cada contexto. Solo aprovechando las nuevas tecnologías y trabajando juntos podremos enfrentarnos a esta tarea pendiente, una de las amenazas más claras y permanentes para el desarrollo de nuestra región.
Por: Luis Fernando Carvajal*
*El autor es director general de Prosegur Security
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