Cualquier participante activo del mercado debe entender su psicología como inversionista: ser consciente de la existencia de sus sesgos y tener claro que estos suelen presentarse constantemente cuando los mercados están turbulentos.

Sin duda 2022 fue un año históricamente difícil para los mercados y aunque 2023 empieza a mostrar retornos positivos para diversas clases de activos, este año no ha estado exento de volatilidad (inflación persistente, temas geopolíticos y el endurecimiento de condiciones financieras, entre otros.) Sin embargo, son estos momentos en donde se pone a prueba el comportamiento del inversionista. Es decir, como nuestra mente y conducta nos pueden ayudar a evitar tomar decisiones irracionales en nuestras inversiones.

Cualquier participante activo del mercado debe entender su psicología como inversionista: ser consciente de la existencia de sus sesgos y tener claro que estos suelen presentarse constantemente cuando los mercados están turbulentos. ¿Cuáles son entonces algunos de los sesgos o pensamientos que afectan nuestro comportamiento al momento de invertir? Algunos ejemplos son la envidia y el miedo a la perdida.

En cuanto a envidia se trata, un estudio registrado en el Journal of Personality and Social Psychology comprobó que los ganadores de medallas de bronce son más felices que los que ganan medalla de plata. A esto decidieron llamarlo “pensamiento contrafactual”, lo cual significa que las personas comparan sus logros u objetivos con lo que “podría haber sido”.

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En el caso de un medallista de plata, su enfoque se encuentra en alcanzar el primer lugar, mientras que el medallista de bronce, por lo general, no piensa en ganar una medalla en absoluto. Aplicado a la inversión, no siempre se gana como se quiere y esto puede generar envidia por otros que lograron aprovechar el momento.

Por otro lado, hemos visto la tendencia a actuar desde el miedo a perder. En deportes como el futbol, las estadísticas muestran que lo mejor en penaltis para los porteros es quedarse en el centro, sin embargo, ellos saltan a los lados el 94% de las veces. Llevando esto a las inversiones, creemos que lo mejor es permanecer invertido en los mercados para navegar tiempos de turbulencia. No obstante, muchos prefieren vender sus posiciones esperando que pasen los momentos de volatilidad con el fin de evitar pérdidas o por seguir al rebaño que busca “el momento adecuado” para invertir. Esto tiende a no ser la mejor decisión ya que muchas veces es tardío dado que los mercados son sumamente dinámicos y están en constante cambio. 

Una vez identifiquemos cuales son los comportamientos que nublan nuestras decisiones y definen nuestros sesgos, es importante trabajar en construir disciplina al momento de invertir, independientemente del ciclo que vivamos en los mercados. Igualmente, mantener las inversiones diversificadas, asesorarse y actuar de forma racional. Esto aplica siempre, pero aún más en tiempos volátiles en donde mantener la calma es clave.

Por: Jorge del Valle P.*

*El autor es jefe de Soluciones de Inversión para América Latina de BlackRock

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