A Altman le preocupa especialmente la designación de aplicaciones como ChatGPT de OpenAI como "sistema de IA de propósito general", que, según la ley propuesta, se sometería a la regulación más estricta.
El consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, expresó su preocupación por los intentos de la Unión Europea de regular la inteligencia artificial y advirtió de que la empresa podría tener que retirar sus servicios de la región si no es capaz de cumplir la normativa, lo que supone un marcado cambio de tono respecto a principios de este mes, cuando pidió la regulación de la IA en el Congreso de Estados Unidos.
En un acto celebrado el miércoles en Londres, Altman declaró a la prensa que estaba preocupado por la propuesta de Ley de Inteligencia Artificial de la UE y afirmó que su empresa “intentará cumplirla” si se aprueba, pero está dispuesta a “dejar de operar” en la región si no puede hacerlo, informó el Financial Times.
Altman declaró a Reuters que cree que el borrador de la Ley de IA “regularía en exceso”, y añadió que ha oído que se va a retirar.
A Altman le preocupa especialmente la designación de aplicaciones como ChatGPT de OpenAI como “sistema de IA de propósito general”, que, según la ley propuesta, se sometería a la regulación más estricta.
El consejero delegado de OpenAI reconoció los problemas de desinformación que rodean a la IA mientras se dirigía a una audiencia en el University College de Londres, señalando específicamente la capacidad de la herramienta para generar información falsa que sea “interactiva, personalizada [y] persuasiva”, y dijo que había que seguir trabajando en ese frente.
A pesar de ello, Altman cree que la tecnología tendrá en general un impacto positivo y ayudará a crear “muchos más puestos de trabajo”.
La preocupación de Altman por los esfuerzos reguladores europeos contrasta con su entusiasta llamamiento a los legisladores estadounidenses para que regulen la IA. Altman comparó el rápido crecimiento de la IA con la invención de la imprenta y afirmó que su empresa quiere “trabajar con el gobierno” para evitar que la tecnología cause daños.
Altman incluso reconoció que la llegada de la IA tendrá un impacto en el empleo, y que el gobierno tendrá que idear medidas para “mitigarlo”. En el evento del University College de Londres, Altman aclaró: “La respuesta correcta es probablemente algo entre el enfoque tradicional europeo-reino Unido y el enfoque tradicional estadounidense”, dijo Altman. “Espero que esta vez podamos acertar todos juntos”.
Nicole Gill, directora ejecutiva y cofundadora del grupo Accountable Tech, escribió la semana pasada un artículo de opinión para Fast Company en el que comparaba a Altman con el fundador y consejero delegado de Meta, Mark Zuckerberg: “Los legisladores parecen dispuestos a confiar en Altman para autorregularse con el pretexto de la “innovación”, incluso cuando la velocidad de la IA está haciendo sonar las alarmas de los tecnólogos, los académicos, la sociedad civil y, sí, incluso los legisladores”.