Expertos analizaron el panorama acual de las energías renovables en Colombia y destacaron los pros y contras a tener en cuenta para potenciales inversiones.

Colombia entró tarde al tema de renovables, y en parte fue bueno, al menos según los expertos. Pese a que, en 2019, el país tuvo subastas con intereses y el precio de los contratos en niveles bajos, para 2021 fueron muy altos. Con eso, hemos aprendido que debemos buscar los mejores precios para el consumidor, y si bien eso se puede solucionar con las comunidades, aún hay retos que no se pueden ignorar.

Para el vicepresidente Financiero y Comercial de Cerrito Capital, Manuel Maiguashca, hay una paradoja importante, y es que el sector energético está muy regulado, lo que también depende de una institucionalidad muy fuerte que hemos construido como país en los últimos años. El problema es que esta se ve vulnerada por ciertos anuncios realizados por el Gobierno nacional en lo referente a las reservas de petróleo y gas, a pesar de que estas empresas tienen ventaja por su estabilidad.

“El componente de incertidumbre siempre es muy alto, pero la confiabilidad ha sido acertada. Lanzarse a las subastas requiere saber cuáles van a ser reglas de juego, entonces aspectos como el cargo por confiabilidad son clave para garantizar la oferta de energía, que resulta en incentivo para que la inversión en el sector se dé”, dijo Maiguashca.

El experto también destacó que Colombia es muy vulnerable al cambio climático, entonces debería invertir sus recursos en adaptarse y no en mitigar. “Ojalá eso resulte, porque si no es el mayor fracaso en transición energética”, agregó.

Por su parte, el managing director de Ashmore Colombia, Felipe Gómez Bridge, recalcó que también ha habido señales positivas, citando los descubrimientos de gas offshore de Ecopetrol como incentivos importantes para la inversión, e incluso la decisión de Petrobras de no vender su partnership en el pozo de aguas profundas Uchuva-1 en el bloque Tayrona.

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El gerente de investigaciones económicas de Davivienda Corredores, Germán Cristancho, complementó diciendo que es fácil ver la volatilidad y el impacto en medio de la discusión de tarifas, lo que generó desvalorizaciones muy marcadas en las empresas del sector energético.

A juicio del experto, uno puede comparar el desempeño de energía en Colombia frente a las otras emergentes y la valorización de acciones para analizar esta coyuntura. Entre agosto y febrero, Celsia cayó 36% y el Grupo Energía Bogotá (GEB) bajó 25%. Es fácil verlo porque en los primeros días de marzo, cuando el Consejo de Estado suspendió el Decreto 0227 que buscaba darle al presidente la potestad de tomar funciones de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), empezó una recuperación más notoria, dando como resultado un desempeño menos negativo y revelando una recuperación en bolsa.

No obstante, el presidente de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), Juan Pablo Córdoba, señaló que hay varias preocupaciones de que el precio de las acciones no refleja el valor estructural de las compañías. De ahí que las dudas de los emisores se centren en que, al construir un mejor ecosistema que tenga un mejor chance de desarrollo, va a redundar en beneficios para todos. “Si eso es así, se va a suscribir todo el ecosistema, porque a los inversionistas les va a ir muy bien, los intermediarios tendrán mayores oportunidades de negocio y la posibilidad de generar nuevos productos para distribuir”, añadió.

Bajo esta perspectiva, Gómez Bridge subrayó que es clave tener claridad en los mensajes del Gobierno nacional para que venga inversión extranjera, pero esos comunicados cruzados se pueden leer como que estamos en medio de una negociación donde cambia el discurso de la administración de Gustavo Petro, y en ese tira y afloja que arranca desde los extremos, en algún momento nos debemos encontrar en el centro.

Cabe resaltar que, en la actualidad, Venezuela es el segundo país con mayores reservas de petróleo del mundo. Bajo esta perspectiva, el experto señaló que la forma de meterse a invertir nuevamente allá es el gran interrogante, y si bien aún no emociona mucho a los expertos, puede que si lo haga más adelante viendo a la comunidad internacional.

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En este escenario, el director de investigaciones de Alianza Valores, Felipe Campos, detalló que los colombianos deben entender el comportamiento de los ciclos bursátiles internacionales. Cabe destacar el panorama actual, la única bolsa que se ha valorizado es EE.UU. en 12 años con Nasdaq creciendo 600%, pero no es la primera vez que vivimos esto, pues tuvimos un escenario similar en la década de los 90.

También se debe tener claro que, mientras el dólar este fuerte, no habrá plata en mercado de renta variable, así la divisa colombiana se acerque al umbral de $4.000. Cuando esto cambie, va a ser difícil que “a Colombia no le vaya bien así la embarre”, según el analista. Las discusiones apuntan a que termine el ruido político, que puede suceder en el próximo año y medio, pero otra cosa es lo que determine el largo plazo, y en eso solo hay incertidumbre.

Asimismo, las monedas latinoamericanas el año pasado fueron las más fuertes del mundo, y en 2023 vuelven a ser top, entonces hay elementos que muestran que está cambiando el tiempo, lo que ayudará a Colombia a ser opción de inversión. El tema aquí es cómo medir el tema político, y hay varias reformas en las que, “si se hacen cuentas, es el fin del mundo”, de acuerdo con Campos, quien también subrayó que la pensional es la que hay que analizar de forma particular, sobre todo en el tema de renta variable.

No van a cambiar al país en términos económicos durante los próximos 12 meses. Cuando acabe este periodo de incertidumbre y se mida el alcance político de Petro que será en dos o tres meses, los inversionistas podrán decidir si este país cambió o no. Ahí es importante la experiencia de Chile con la constituyente, que una vez se mide la fuerza que tiene el Gobierno, los inversionistas aprovechan, y es que la bolsa chilena subió 20% con la caída de la constituyente”, agregó.

Con este panorama, Córdoba recordó que Colombia lleva más de cuatro años empujando la carreta para concretar la integración bursátil con Chile y Perú. En el tema corporativo, el proceso está a un mes largo de poder cerrar la transacción, aún a falta una autorización en Chile para poder hacer las asambleas de fusión de las compañías que van a tener las acciones de las bolsas. Eso debería suceder antes de fin de junio, punto que calificó “un hito superimportante” porque, a partir de ahí, empieza el proceso.

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“No es como que decidí hacer un hueco de petróleo y esperar 10 años, pero esperamos que sea mucho menos que eso. A partir de ahí es que podemos iniciar el proceso de integración de los mercados, donde el objetivo es crear un único mercado con las mismas reglas“, afirmó.

El directivo es consciente de que se enfrentan desafíos enormes de infraestructura, de regulación, de hábitos, pero ese es el norte: crear un único mercado, y en particular en el de acciones y valores, que a su juicio es el que más se puede beneficiar en el corto plazo de tener masa crítica, visibilidad y economías de escala. Todo esto se vislumbra en el horizonte de unos dos años.

Con esto en mente, se espera que en el segundo semestre ya se tengan planes más concretos, teniendo la holding creada y en pleno control del desarrollo de la estrategia. Y es que la integración no busca solamente la negociación secundaria, sino también enriquecer el ecosistema para la emisión primaria, de acuerdo con Córdoba.

Esa parte está “un poco más cruda” en la conversación, pero aún se tiene que alinear a los países que ya aceptaron el reconocimiento mutuo de emisores. Y es que, para que se pueda hacer una emisión en Chile con valores emitidos desde Colombia con reglas colombianas falta un trecho. De ahí que enriquecer la conversación sea una parte muy importante.

“Yo estoy dedicado 100% a eso y esperamos, pues la buena noticia antes de finalizar el semestre de poder consolidar la transacción para ahí, sí, dedicarnos totalmente a construir este sueño que ha sido de muchos años: un mercado único, pero sobre todo más grande, atractivo y visible”, concluyó.