Para que las tasas bajen hay que esperar a que el Banco de la República de las señales de la política monetaria de gravámenes a la baja, pero las señales a futuro parecen positivas.

Una de las conclusiones más tajantes de la 57 Convención Bancaria tuvo que ver con las tasas de interés, es que parece haber consenso entre todos los actores de sistema financiero en que se debe revisar la política que se ha mantenido desde la irrupción de la pandemia de Covid-19.

Hace 18 meses, comenzando el año pasado, el Banco de la República fijó una tasa de intervención del 4%. Esa tasa se ha triplicado, y a pesar que ello, vimos hace unos meses que el sistema financiero bajó las tasas de interés, y es que de 29 bancos en Colombia, fueron 24 los que bajaron sus tasas de interés, no solamente en crédito de consumo, sino en distintas referencias, según explicó el presidente de Asobancaria, Jonathan Malagón.

El superintendente financiero encargado, César Ferrari, elogió el comportamiento que han mantenido las tasas de interés de los bancos en los últimos meses, pero advirtió que deben reducirse todavía más para posibilitar el desarrollo de los mercados de valores. Esto teniendo en cuenta que siguen siendo “excesivamene altas”, comparados con el panorama internacional, son “super altas”.

Dicho concepto viene ligado con la expectativa de que la tasa de usura, que tuvo su segunda reducción consecutiva y se ubicó en 44,64% para junio, se mantenga a la baja en lo que resta del año. “Generar más competencia en la banca sin duda lleva a una situación en la que las tasas comienzan a bajar porque, si uno ofrece al 15% y todo el mundo está enterado, pues los demás van a bajar. Eso es competencia en los mercados“, dijo.

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Por su parte, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, aseguró que el país debe comenzar a bajar las tasas de interés, dando como ejemplo que el Banco Agrario empezo a hacerlo y asegurando que debe ser seguido por los bancos comerciales, no solo con tarjetas, sino acceso al crédito cotidiano de las personas actividad productiva. Si se logra, destacó que eso enviaría un mensaje contundente al Banco Central de que debe comenzar a revisar las tasas.

“Colombia siempre ha tenido tasas de interés muy altas, pero ademas por el tema de inflación están muy elevadas, lo que impide que la expectativa de rendimiento de cualquier actividad económica se la lleven los bancos. Es bueno que empecemos a compartir el crecimiento económico en distintos sectores“, dijo el jefe de la cartera financiera.

Asimismo, mencionó que, si se logra bajar la tasa de usura, también tenemos una forma mas efectiva de combatir el gota a gota. Eso no solo implica crear procesos de inclusión financiera para toda la población formal del país y las empresas, sino pensar en cómo garantizar que el microestablecimiento pueda tener acceso a ese tipo de recursos.

En medio de todo ese panorama, uno se pregunta cómo es posible que, en un momento donde está subiendo el costo de captación, donde está subiendo el costo de los CDTs, donde es más caro para los bancos salir a conseguir plata, la presten de manera más barata. Ahí hay un esfuerzo muy grande de parte del sector financiero, que además se ve en materializado en el resultado de los bancos, que no sólo el año pasado sino este primer semestre dieron utilidades históricamente bajas, lo que anticipa lo que va a pasar con la política monetaria en el segundo semestre del año.

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Al respecto, Malagón explicó que la lógica es más o menos la siguiente: si la inflación llega a un techo, y se veía que en los próximos años eventualmente bajarían las tasas de interés, varias entidades tomaron la decisión de forma autónoma de bajarlas desde ya, y recoger así lo que sería el comportamiento de la liquidez.

Unos siete u ocho meses después, se muestra que, lo que está ocurriendo hoy en la inflación y las perspectivas que daba el Banco de la República, probaron que esa fue una decisión correcta y responsable y que, de esa forma, se solidariza la banca con el sector productivo colombiano en un momento de desaceleración para que la caída del PIB no se materialice al final del día en una crisis.

Con eso en mente, el presidente de Asobancaria se mostró confiado en que las tasas van a seguir bajando. De hecho, aseguró que si la inflación se controla y la postura del Banco de la República es reducir las tasas, “lo que veremos es que ese fenómeno tan interesante de las tarjetas de crédito donde las tasas cayeron cerca de la mitad para algunas referencias se va a extender de forma más uniforme a distintas referencias“. Eso implica que la tendencia se extendería a herramientas como la libranza, el crédito de consumo, el rotativo, el de libre inversión, el de compra de vehículos, e incluso el de hipoteca.

Frente a esa eventual baja de tasas, el presidente de Bancolombia, Juan Carlos Mora, sostuvo que se puede hacer en temas muy concretos, como fueron el tema de tarjetas de crédito para cupos limitados hasta ciertos montos, o también con microcréditos muy focalizado, buscando estimular sectores específicos. No obstante, aseguró que, para que esto ocurra, hay que esperar a que el Banco de la República dé las señales de la política monetaria de tasas a la baja.

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“Por lo que le oímos hoy al gerente, todavía ellos están en la posición de esperar un poco, a ver si la inflación sigue esa senda a la baja que está mostrando y si sigue consolidando la baja o no, para ellos poder definir cuál es la tendencia la postura de la política monetaria a futuro”, añadió.

Cabe resaltar que el sector más afectado por la subida de tasas fue el de consumo, por lo que tenía sentido que bajaran las tasas en las tarjetas de crédito. Sin embargo, otros sectores que están teniendo tasas más altas no se están viendo tan afectados pese a que también son volúmenes grandes que pueden afectar mucho la rentabilidad de los bancos.

De hecho, los resultados no muy positivos de los bancos en el primer trimestre tienen que ver con eso. En ese orden de ideas, las tasas son determinadas por el precio del dinero, que depende del Banco de la República con las tasas de política monetaria. De ahí que los banqueros tengan fé de que, a medida que la inflación va desacelerando, el Banco de la República va a empezar a hacer una baja de tasas.

Según los cálculos del emisor, en unos 18 meses ya será posible que el país llegue a la meta de inflación del 3%, momento en que se revisarán las estrategias y se harán los ajustes para que Colombia deje atrás la política contracíclica que ha mantenido desde hace casi dos años. Así las cosas, el final del próximo año será determinante para saber si todos estos procesos realmente valieron la pena.