La presidenta de Asomicrofinanzas, Maria Clara Hoyos, comentó que las instituciones enfocadas en microcréditos tendrán balances positivos a final de año.

Segun la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecamaras), el numero de microempresas en Colombia es de un millón, mientras que el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) cuenta hasta 5,3 millones de micronegocios registrados en el país. Por eso el tema de informalidad es tan fuerte, sobre todo si se tiene en cuenta que más de 80% están en esa condición.

Ese es precisamente el nicho de la Asociación Colombiana de Instituciones Microfinancieras (Asomicrofinanzas), que atienden hasta 2,9 millones de microempresarios en los mas de 1.000 municipios de Colombia. Entre ese total, solo 20% de clientes tiene 80% de la plata, dejando entrever que algunos han logrado consolidar lo suficiente sus negocios para lograr muchas opciones de crédito, pero esto no significa que se puedan confiar.

“El llamado nuestro es que no se sobreendeuden, porque por cumplir metas se les da más crédito del que son capaces de pagar, y ahi viene el derrumbe y vuelven a caer en el ‘gota a gota’“, dijo la presidenta de Asomicrofinanzas, Maria Clara Hoyos, quien además añadió que la tarea de su entidad no es atacar la informalidad porque “hay una linea donde informal e ilegal son dos conceptos distintos”.

Actualmente, Asomicrofinanzas está conformada por 41 entidades que tienen diferentes categorías que incluyen ONG, fundaciones y SAS, enfocadas en atender los micronegocios de subsistencia de la economía popular, donde el promedio de desembolsos es de $2 millones. La directiva explicó que los negocios de esta categoría deben tener un excedente que les permita pagar el crédito, por lo que se le visita en sus sitio de trabajo para saber si el micronegocio existe o no.

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Si bien la atención de la entidad está centrada en negocios unipersonales, la fuerza laboral de dichos comercios está centrada en el grueso familiar del propietario, y a ellos hay que pagarles cobrando un poco más por el producto. Esto se da más que todo en el agro, y esas familias del campo no son uniproducto sino una familia que tiene “una mezcla de productos como papa, maiz, dos vacas y marranos”.

“Es una mezcla de esa unidad familiar, entonces el asesor de microcredito va hasta alla para entender si ese credito es porque al vecino le fue bien o si conocen del proyecto, así la atención gira alrededor de ese tema”, dijo Hoyos.

Otras categorías abarcan al empresario de acumulación, que recibe $5 millones en desembolsos porque ya tiene sus primeros activos. De ahí puede evolucionar solo hasta que se convierta en microempresa consolidada, caso en el que recibe un promedio de $10 millones, pues ya esta lista para salir adelante.

Según la categoria, se hace una atención personalizada que debe entender que cada negocio es distinto según el punto en Colombia donde este parado. A medida que van creciendo suelen tener la oportunidad de, si están en el ‘gota a gota’, entender cómo esos intereses que pagaban ahí les alcanzan para eliminar intereses de crédito nuevo, y así empezar a abonar a capital.

También hay que tener en cuenta que todo lo descrito anteriormente se ve principalmente impulsado por el buen momento de los bancos enfocados en microcréditos. Una de las principales razones para ello es que las lineas de crédito comercial, consumo y vivienda van para abajo, y el indicador de cartera vencida es más alto. En este último caso, el impacto ha sido diferente en este nicho, siendo el único que ha generado crecimiento.

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“Hay bancos multisegmento, como el Banco de Bogotá y Bancolombia, que tienen microcréditos dentro de su portafolio, pero cuyo volumen no supera 1% en total de su cartera, por lo que no les mueve los estados financieros. Cuando pasamos a Bancamía, Mibanco, Banco Mundo Mujer o Crezcamos, donde más de 80% es microcrédito, las cosas van a mejorar si siguen como están“, explicó Hoyos.

Asimismo, sostuvo que si se usan lineas de crédito del Gobierno Nacional, enfocadas a negocios con acceso a esta alternativa por primera vez, el riesgo de atender esa poblacion se comparte con el sector público. Hoyos afirmó que el Fondo Nacional de Garantías (FNG) ya tiene lista la garantía para este nicho con hasta 90%, mientras que la banca nacional de desarrollo, específicamente Bancoldex, Finagro y Findeter, preveen otorgar fondeo a estas iniciativas.

Una de las razones para que llegue ese fondeo tiene que ver con la importancia del aparato social para las instituciones de microcréditos, factor reflejado en el segundo reporte de sostenibilidad de Asomicrofinanzas, que se lanzó hoy con el apoyo de hasta 30 instituciones en su elaboración.

En el documento se desarrollaron siete aspectos, según comentó Hoyos: inclusión financiera, educación financiera, inclusión social, colaboradores que trabajan en estas entidades (más de 77.000 de los cuales mas de 50% son mujeres), reporte de proveedores (90% son colombianos), gobierno corporativo y género.

En este último es importante mencionar que hasta 52% de la cartera de las instituciones de microcréditos está dirigida específicamente para mujeres, además de que actualmente hay más de 30 productos especificos para mujeres en desarrollo.