Pese a sus proyecciones, no está claro si la visión de Musk sobre los coches sin conductor se hará realidad en el plazo previsto.

El fabricante de carros eléctricos Tesla está a punto de entregar coches totalmente sin conductor este año, dijo el jueves el multimillonario consejero delegado Elon Musk, su última visión de futuro tras una serie de predicciones audaces y fallidas sobre la tan esperada tecnología.

En su intervención por videoconferencia en una conferencia sobre inteligencia artificial celebrada en Shanghái, Musk dijo que cree que Tesla está “muy cerca de lograr la conducción autónoma completa sin supervisión humana”, según la prensa.

Musk pronosticó que Tesla dispondrá de vehículos totalmente autónomos “a finales de este año”.

Musk subrayó que “esto es sólo especulación”, haciendo un guiño a su historial de previsiones excesivamente optimistas sobre la llegada de los vehículos totalmente sin conductor.

Sin embargo, da la sensación de que “estamos más cerca de ello que nunca”, afirmó.

Musk también elogió a China como actor principal en el campo de la IA y dijo que confía en que el país se convierta en un líder mundial en este campo.

Pidió al Gobierno, que respaldó la conferencia, que aplique una mayor supervisión reguladora de esta tecnología transformadora.

Musk desea cultivar una buena relación con China y se ha opuesto abiertamente a la creciente división entre Pekín y Washington. Es comprensible que Musk quiera una buena relación con la segunda economía del mundo. El país es el segundo mayor mercado de Tesla después de Norteamérica y se espera que se convierta en un mercado importante para la conducción autónoma, una prioridad clave para Tesla en el futuro.

China también desempeña un papel clave en la capacidad de producción de Tesla, además de ser un competidor para otras empresas de Musk, como el sistema de comunicaciones por satélite Starlink de SpaceX. Su aparición en la conferencia se produce poco después de su primera visita al país desde la pandemia del virus Covid-19, en la que se reunió con altos funcionarios y visitó la fábrica de Tesla en Shanghai.

Su llamamiento a Pekín para que regule la IA está en consonancia con otros esfuerzos suyos por frenar un poco la tecnología. Meses atrás, él y otros líderes tecnológicos pidieron una pausa en la investigación avanzada de la IA para dar tiempo a evaluar mejor los riesgos que plantea para las personas. Otros líderes afirman que podría llegar a provocar la extinción humana, una opinión que Musk ya ha compartido en el pasado.

No está claro si la visión de Musk sobre los coches sin conductor se hará realidad en el plazo previsto. El multimillonario tiene un largo historial de predicciones fallidas en este campo -y en otros– y suele pronosticar que los vehículos sin conductor están a la vuelta de la esquina. Todavía se necesitan varios avances técnicos para conseguir coches totalmente sin conductor y los expertos no se ponen de acuerdo sobre cuándo creen que esto podría ocurrir realmente.

El despliegue de la tecnología será un asunto totalmente distinto, y la tecnología plantea una serie de cuestiones legales y reglamentarias que aún no se han abordado con la minuciosidad que se necesitará para que los vehículos autónomos salgan a la calle.

Forbes calcula que Musk vale 251.100 millones de dólares según nuestro rastreador en tiempo real. Gran parte de la riqueza de Musk procede de su participación en Tesla, una de las varias empresas valiosas que cofundó. Otras son la empresa de cohetes SpaceX, la de interfaces cerebrales Neuralink y la de túneles Boring Company. En 2022 adquirió la plataforma de redes sociales Twitter por 44.000 millones de dólares.

Publicado en Forbes US