El CEO de Lulo Bank, Santiago Covelli, habló con Forbes sobre la necesidad de bajar tasas de interés desde el sector financiero, y destacó que los últimos lanzamientos del neobanco no han sido ajenos a la coyuntura económica actual.
Durante la última reunión del Banco de la República, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, hizo un llamado tajante a todos los actores del sistema financiero colombiano: no es hora de seguir subiendo tasas de interés, sino de estabilizar y comenzar a bajar. Este impulso al mercado en general, justo cuando la inflación parece dar tregua, es importante dentro de un ecosistema diversificado que actualmente comprende 29 bancos, 56 instituciones de crédito y más de 300 fintech.
Para el CEO de Lulo Bank, Santiago Covelli, esa diversificación y evolución del sistema financiero colombiano es “muy positiva” al ser un mercado “lleno de posibilidades”, pues entre mayor oferta exista, será más fácil ofrecer mejores condiciones entre los diferentes actores que hacen parte del ecosistema actual.
“Somos parte de la industria y estamos sujetos a las diferentes dinámicas. Sin embargo, esto tiene que ver con las tasas asociadas a los créditos, y tanto en nuestro producto de cuenta como de crédito buscamos siempre maximizar la transferencia de valor”, explicó Covelli en diálogo con Forbes Colombia.
Con esto en mente, el directivo es consciente de que no puede ser ajeno a la coyuntura económica, por lo que ha adoptado una postura de ser precavido, como toda la industria, para entender el escenario que tienen por delante. Sin embargo, Covelli es optimista a pesar de que las proyecciones macroeconómicas del país aún son retadoras.
¿A qué se debe? Una ventaja que les da valor agregado es la licencia bancaria, y es que Lulo Bank es, en la actualidad, la única institución financiera digital avalada por la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC). Asimismo, Covelli sostiene que, a diferencia de la industria, su banco está “en un proceso de desarrollo y de colocación de los clientes”.
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No por nada ha realizado dos lanzamientos que se pueden considerar agresivos en lo corrido del año: el primero fueron las tasas de rendimiento de 8% efectivo anual para cuentas de ahorro desde un peso, con el que ha alcanzado unos 350.000 usuarios. Por su parte, el segundo le apuntó a crear “bolsillos con rentabilidad”, que ofrecen hasta 10 % efectivo anual desde el primer día de creación.
“Para nosotros el ahorro es la profundización de nuestra cuenta, simplemente un proceso de evolución. Teníamos una cuenta de ahorro y unas muy buenas condiciones, pero integrándonos con nuestros usuarios, entendimos que el punto más importante para manejar sus finanzas era poder organizarse”, subrayó el ejecutivo.
Esa organización también se extiende al terreno interno, pues en su primer año de operación aún deben llegar a punto de equilibrio. Para 2022, sus resultados fueron 151,5% más crítico con respecto a 2021, siendo el segundo banco con las mayores pérdidas del sistema financiero, solo superado por el Banco Pichincha, que tuvo una disminución de 1.453,5% en sus ganancias regisradas del año pasado.
Al respecto, Covelli recalcó que son un banco nuevo que está creciendo, y en ese sentido, cualquier compañía de tecnología financiera en esa situación debe estar haciendo las inversiones que se necesitan para llegar a punto de equilibrio, aunque su impacto también dependerá de cómo evolucione la coyuntura actual.
“Entendemos las dinámicas y tenemos que ver cómo va evolucionando la economía (…) Por ahora, nosotros seguimos con nuestro plan, seguimos enfocados creciendo”, concluyó Covelli, agregando que el neobanco planea varios lanzamientos en el segundo semestre del año que siguen la misma perspectiva que detalló en su diálogo con Forbes: profundizar en más servicios que enriquezcan la capacidad de ahorro de sus usuarios.