Según una encuesta reciente, más del 63% de los emprendimientos sociales en Colombia consideran que su relación con el gobierno es regular.
Los emprendimientos sociales en Colombia, aquellos que además de buscar el beneficio económico también aportan al bienestar social, están descontentos con la falta de recursos disponibles, el poco apoyo del gobierno y el escaso acceso a la educación sobre este tema. Así lo confirmó una encuesta realizada a más de 1.000 emprendedores sociales en el país. Según los resultados de esta radiografía, el 64% de estas compañías creen que estos tres problemas limitan el desarrollo de emprendimientos sociales en Colombia.
La encuesta también revela que más del 63% de los emprendimientos sociales califican que su relación con el gobierno es “regular”, mientras que alrededor del 20% consideran que esta relación es “mala”. Esto refleja, entre otras cosas, la insatisfacción con el nivel de apoyo que el Estado presta a estas entidades.
La principal queja es que las políticas implementadas, incluyendo la legislación sobre emprendimientos sociales reflejada en la Ley de Emprendimiento Social (ley 2234 de 2022), son insuficientes, según la encuesta desarrollada por Recon, firma especializada en este tema, y apoyada por la Embajada de Suecia. Más del 65% de estas empresas no ha recibido ningún apoyo económico, y un 57% ni siquiera lo ha solicitado. Las principales razones son la falta de modalidades para incentivos económicos y el acceso limitado a créditos bancarios.
Una de las recomendaciones que se concluyen en esta encuesta es la posibilidad de revisar la reglamentación sobre estos emprendimientos y establecer una categoría única para ellos dentro de la economía popular. Se recomienda también implementar políticas públicas que permitan reconocer su impacto social y ambiental positivo y otorgar el apoyo necesario para su desarrollo.
Un 79% de las empresas encuestadas ya mide el impacto de su emprendimiento y teniendo en cuenta el resultado positivo que muchas de ellas tienen en la sociedad, estas empresas consideran que la colaboración entre los emprendedores sociales y el gobierno es fundamental para impulsar políticas públicas efectivas que respalden a este sector en crecimiento.
“La reglamentación de la Ley de Emprendimiento Social y una política pública integral son fundamentales para respaldar el crecimiento y el impacto positivo de este modelo de negocio en Colombia, generando beneficios económicos y sociales significativos.”, afirmó Recon en un comunicado de prensa.
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Esta es la tercera encuesta de este tipo que Recon realiza en Colombia, que en este caso se realizó a 1.077 emprendedores sociales en una amplia variedad de sectores y regiones del país. La encuesta contó con 28 preguntas y se realizó en un 47% a mujeres, y un 53% a hombres en un rango de edad entre los 18 y 65 años. Además, casi el 15% de los emprendedores sociales son víctimas del conflicto armado.
La encuesta también afirmó que el 7,5% de los emprendedores encuestados son afrodescendientes, mientras que un 3% eran indígenas, un 1,4% se identifican como LGTBIQ+ y un 1,2% son mujeres víctimas de violencias basadas en género. Esto reflejaría la importancia que tienen temas como el género o la raza en la discusión sobre emprendimientos sociales.
Por otro lado, la formalización en este sector alcanza la cifra del 73%, de las cuales la mayoría son Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS), con un 36% de las empresas encuestadas, y fundaciones con un 20%.
Un 66,7% de los emprendimientos sociales son a la vez microemprendimientos, emplean de una a cinco personas; mientras que un 29% son pequeñas empresas que tienen entre seis a veinte empleados. Los emprendimientos de este tipo emplean, en promedio, a 10 personas cada uno.
La encuesta también afirma que un 77% de los emprendedores sociales cree que este tipo de emprendimientos son soluciones viables para los problemas sociales que afronta el país y pueden contribuir al crecimiento económico sostenible en Colombia. También, un 68% de los encuestados afirmó que el emprendimiento social es una herramienta para abordar los desafíos de la construcción de paz en Colombia.
Por último, los emprendedores sociales también creen que parte del problema reside en el consumidor. Un 78% de los encuestados confirmó que los consumidores finales deberían apoyar más a las empresas que tengan un impacto positivo en la sociedad. Así, con una mayoría de estas empresas dedicadas al comercio (un 70% del total de los encuestados vende de manera directa o en línea), la manera en la que los colombianos compramos también afecta al desarrollo de estos emprendimientos.
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