¿Pueden los gobernantes locales y nacionales hacer las acciones requeridas para sobrellevar la crisis ecológica? ¿Están atados por un sistema que está condenado a darle poder a los causantes de la crisis que a la vez son quienes menos les afecta?
Todavía no sé por quién votar para la alcaldía de Bogotá y me cuestiono sobre cuál debe ser mi aproximación metodológica a esa decisión. Con Petro en el gobierno nos damos cuenta que no es suficiente con tener visiones transformadoras, el andamiaje institucional e ideológico sigue unas lógicas precisas que permiten implementar solo a ciertos discursos e imaginarios. Es más fácil implementar si uno no se presenta como enemigo de los poderosos.
Aquellos que nos identificamos con cambios radicales y profundos a nuestra sociedad debemos preguntarnos: ¿Debemos votar por quienes tengan una mayor capacidad de ejecución aunque sean tibios en su ideología? ¿Qué tan apremiante es la crisis ambiental y los cambios que necesitamos? ¿Cuál puede ser el efecto de subir al poder a alguien con una visión transformadora que no tenga capacidad de ejecución (nuevamente Petro vuelve a mi cabeza)?
Tal vez una pregunta que debe ir inclusive antes a las anteriores es; ¿Por qué voto? Diviso algunas razones que pueden o no alinearse dependiendo de la persona: 1) Para manifestar en democracia la visión de ciudad/planeta con la que me alineo; 2) Por quien considero que en los próximos cuatro años puede solucionar los problemas más apremiantes; 3) Por quien pueda solucionar mis problemas personales; hay todo tipo de razones. Solía ser de los que me ponía a pensar profundamente en cuál de éstas se alinea más con mi sentir. No creo que haya respuestas absolutas. Todas tienen sus pros y contras y probablemente serán más válidas en distintos momentos históricos.
Una parte del discurso de clausura de nuestro presidente en la conferencia sobre la lucha contra las drogas en Cali, que sucedió esta semana, es pertinente para esta discusión. Petro afirmó que el socialismo no puede lograrse desde un gobierno central, como afirmando que ese movimiento tiene que crearse orgánicamente desde la ciudadanía. Mucho deja para reflexionar que nuestro presidente haga esa afirmación, pero a mí como ambientalista me invita a preguntarme sobre cuál es el rol que un gobernante local tiene en el cuidado del medio ambiente, cuando está coaccionado por fuerzas nacionales y de mercado que escapan de su control.
¿Pueden los gobernantes locales y nacionales hacer las acciones requeridas para sobrellevar la crisis ecológica? ¿Están atados por un sistema que está condenado a darle poder a los causantes de la crisis que a la vez son quienes menos les afecta?
Personalmente, siento afinidad por los procesos de construcción de comunidades fuera de las lógicas del gran poder: las ecoaldeas, economías locales y aquello que busque resolver necesidades sin entrar en lógicas de mercado. ¿Son los gobernantes actualmente capaces de soportar estas economías?
Espero que esta columna invite a dudas y reflexiones, y sobre todo que nos haga pensar sobre el rol de los gobiernos actualmente y sobre cómo estos deben cambiar para sobrellevar los dilemas y problemas del mundo actual.
Por: Daniel Gutiérrez Patino*
*El autor es fundador de Saving The Amazon
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.