La Industria Licorera de Caldas esperaba poder traer su Aguardiente Amarillo a Cundinamarca de cara a la temporada de fin de año. Sin embargo, las autoridades negaron de nuevo el ingreso de la bebida.

El Aguardiente Amarillo, de la Industria Licorera de Caldas (ILC), recibió una nueva negativa en su esfuerzo por llegar al mercado de Cundinamarca. Según explicó en un comunicado la ILC, la distribución de la bebida fue prohibida nuevamente por una medida que consideraron era ‘arbitraria’.

¿Cuál es el problema?

En Colombia cada gobernación tiene la autoridad para permitir el ingreso de las bebidas alcohólicas provenientes de otros departamentos. En el caso de la Industria Licorera de Caldas, esta cuenta con el permiso de la gobernación de Cundinamarca desde hace hace 10 años para comercializar algunos licores en el departamento. En 2019 la Administración Tributaria Departamental otorgó un permiso adicional para introducir licores destilados a Cundinamarca, lo que permitió el ingreso del Aguardiente Amarillo.

Sin embargo, el pasado 6 de junio la Gobernación de Cundinamarca puso una condición al ingreso del licor al departamento: un cambio en los grados de alcohol de la bebida. Con base en ello, la ILC solicitó ante el Invima la modificación del Registro Sanitario L-0005 de la presentación de 32° de Aguardiente Amarillo, para que se realizara el respectivo cambio de graduación alcoholimétrica a 24°.

“En esa negación nos dijeron: ‘Ustedes pueden hacer el cambio de registro en el Invima, simplemente nos los notifican y así queda todo listo'”, contó Mauricio Vélez, gerente de ventas y Mercadeo de la ILC para Blu Radio.

Según Vélez, hicieron las modificaciones frente a la medida tomada en junio, pero nuevamente recibieron una respuesta negativa en los últimos días que les quita esperanzas de que la bebida llegue a Cundinamarca -justo para las fechas de fin de año-.

“Nos dicen que no, que hicimos un cambio rotundo de 32 a 24 grados (de alcohol). Nos lo negaron. (…) Arbitrariamente, otra vez nos están negando la entrada a Cundinamarca”, añadió. Las botellas del aguardiente ya escasean en Cundinamarca, según cálculos de la Industria Licorera de Caldas.

“Hasta mayo de 2023, alcanzamos a entrar casi 1’200.000 botellas de Aguardiente Amarillo. Este año íbamos a ingresar alrededor de cinco millones de botellas. (…) Me parece que esto es cerrarle la puerta a un producto. De ese 1’200.000 de botellas ya es muy poco lo que queda“, puntualizó.

Según los directivos, las pérdidas son altas: “Unos 73.000 millones de pesos en impuestos este año, afectando las rentas departamentales que van a parar a la salud de los colombianos”.

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