Para el segundo semestre del año el sector automotor parece encontrar tregua, luego de tener su peor mes de ventas en julio pasado. Acceso a financiamiento, baja del dólar y caída de los precios tienen a los compradores haciendo cuentas. ¿Es este el mejor momento para comprar carro?

El sector automotor tiene sus esperanzas puestas en el segundo semestre del año. Después de haber registrado en julio el peor mes en ventas de los últimos 12 meses, con 43,7% menos vehículos nuevos matriculados que en el mismo mes del 2022, parece que la tendencia podría ser distinta de cara al cierre del 2023.

¿Qué cambió? Para los primeros meses del año el sector sufrió el impacto de una combinación de factores: la desaceleración económica, los bajos niveles de confianza del consumidor, las altas tasas de interés generadas por la inflación y la devaluación del peso. Ese panorama hizo que los precios de los vehículos subieran hasta un 20% y que se generara una disminución en la demanda de los automotores.

En el acumulado del año el mercado alcanza las 104.015 unidades vendidas, muy lejos de los 260.000 que se proyectaban en enero. Así las cosas, los análisis de estacionalidad realizados por la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible -Andemos-, arrojan un mercado de 191.800 unidades al finalizar el 2023.

Las ciudades que presentaron mayor desaceleración en la venta de vehículos fueron Barranquilla con 46,5%, Cali con 37,7%, Bucaramanga (35,6%) y Bogotá (32,4%).

Sin embargo, aunque la proyección de ventas ya se redujo, desde las marcas son más optimistas gracias al nuevo panorama económico. Desde finales de julio el dólar rompió su tendencia alcista y ha registrado precios por debajo de los 4.000 pesos, a esto se suma la llegada de más carros 0 kilómetros, que fortalecen el inventario ya disponible, a una inflación que empezó a ceder y a unas tasas de interés que dejaron de subir.

La fórmula a favor de los consumidores la completa la caída del precio de automotores usados. De acuerdo con datos de la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), durante los últimos seis meses el valor de estos ha caído 4,43%, teniendo en cuenta la variación de los ocho carros más vendidos en 2022.

Es decir, por fin parece haber condiciones para comprar un vehículo nuevo o usado a precios que no se veían desde la pandemia. Por eso, los concesionarios y marcas han tomado acción con campañas que los impulsen a vender más. Según las cifras, el ‘rey’ del mercado sigue siendo la francesa Renault, que entre enero y julio vendió 16.078 carros. Detrás suyo están Toyota, con 14.396 vehículos y Chevrolet con 13.389.

Para Ariel Montenegro, director General de Renault-Sofasa, su producción local ha jugado un papel importante en este desempeño positivo en el mercado colombiano. Desde su planta de Envigado producen unas 49.000 unidades y actualmente la marca se queda con el 20% del market share. “Estamos trabajando en que Sofasa sea un polo exportador, especialmente para mercados como México, que tiene un potencial de mercado para este año de 1,2 millones de unidades”, explica.

“Este año vamos a cerrar con una producción muy parecida a la del 2022, pero como en Colombia las ventas han caído, el 45% de esta producción terminará yéndose a países como México o Ecuador, en donde el mercado se ha fortalecido”, agrega.

¿Qué hacen las marcas?

Lejos de darse por vencidas en el mercado local, las marcas son ingeniosas en la búsqueda de estrategias para contrarrestar la caída y salir ilesas de las crisis. La mayoría de ellas ha recurrido a herramientas de financiación propias. La japonesa Mazda presentó Mazda Direct Credit, una alianza con el Banco Santander que permite financiar vehículos a tasas más bajas que las del sector financiero general. Los beneficios incluyen el famoso ‘lleve hoy, pague en un año’, tasas fijas, refinanciación y préstamos de hasta 100% el valor del carro.

El panorama, explica Ángela López, presidenta de Mazda Colombia, es esperanzador. Esperan cerrar el año con unas 18.000 unidades vendidas, es decir, poco más del 9% del market share.

La misma tendencia la sigue Autogermana, el importador de marcas como BMW y MINI. Daniel Galindo Gerente de BMW – MINI Autogermana, señala que actualmente se están ofreciendo líneas de crédito exclusivas y tasas de interés especiales, “creando planes flexibles que se acomodan al flujo de caja con mensualidades bajas, sumado a que los modelos híbridos y eléctricos tienen un tratamiento financiero preferencial”.

Para Kia, en cambio, la estrategia estuvo más enfocada en apostar por una renovación de marca muy alineada a su propósito de ganar terreno en el mercado de los eléctricos. A nivel global la marca sur coreana presentó un cambio de imagen en donde Colombia fue el primer país del mundo en tener 100% implementado este nuevo concepto. La inversión total para el país fue de 10,7 millones de dólares.

Jorge Neira, gerente General de KIA Colombia, indicó que la meta de la marca será vender 4,3 millones de vehículos anuales al 2030, y que el 55% sean eléctricos. Con estas inversiones Neira confía en que el repunte de ventas del segundo semestre se dé y la marca pueda colocar 17.000 unidades en el mercado, que representan el 9% de la industria.

Actualmente la marca, que ocupa el quinto lugar en ventas, siente el rigor de la contracción, pues el año anterior colocó en todo el año 19.045 unidades. Pero el directivo destaca que una de las fortalezas de la compañía en Colombia es que ya tienen suministro asegurado de los modelos actuales y de los nuevos que ofrecerá en el mercado local. Con lo cual espera cumplir sus presupuestos para lo que resta del 2023.

General Motors, que lideró las ventas en julio, lanzó a mediados de ese mes una campaña contraintuitiva con el mensaje ‘No compres carro hoy’. A través de su marca Chevrolet se propusieron escuchar e interactuar con los clientes para entender en dónde podían hacer ajustes que terminaran beneficiando la compra. “El resultado fue que abrimos al día siguiente con nuevas promociones e iniciativas”, detalló Juan David Rosero, gerente de ventas de General Motors Colombia.

“Nosotros participamos con un 17% de la industria en el país y queremos mantenernos fortalecidos sobre todo con alternativas que se adapten al cliente, porque sabemos que hay factores externos que impactan su bolsillo”, explicó Rosero.

Algunos de los nuevos compromisos que la marca anunció tras esta campaña son: nuevas opciones de financiamiento, como cuotas desde 499.000 pesos, póliza todo riesgo gratis, tasas desde el 0,99% y la posibilidad de adquirir la Chevrolet Captiva Turbo con un año de gracia sin interés.

“Con esta contracción los inventarios ya son altos, hay disponibilidad inmediata en todas las referencias incluso en segmentos premium. Hay unos retos de la segunda mitad del año, pero estamos apostando por traer producto nuevo”, concluyó.

Otras estrategias incluyen bajar los precios, como anunció la coreana Ssangyong, que, aprovechando la caída del dólar, presentó rebajas de hasta 24 millones de pesos en los precios de sus camionetas en Colombia. Eso sí, la campaña está condicionada a que el precio del dólar se mantenga a la baja.

La movilidad es eléctrica

Aún con infraestructura de carga reducida y limitada solo a las ciudades, los híbridos y eléctricos han soportado una parte importante de la operación de los fabricantes este 2023. Las tecnologías de cero y bajas emisiones pasaron del 11,1% al 15,8% en el mercado colombiano, de acuerdo con datos del Runt.

La sueca Volvo es una de las que se ha lanzado de frente a ganar ventaja en este segmento. La compañía anunció recientemente que desde 2024 dejará de fabricar vehículos con motor diésel. La noticia coincidió con la presentación en Latinoamérica de su modelo eléctrico premium EX30, que llegará al país como uno de los más asequibles y lujosos, con un precio de preventa de $179.990.000.

Pero aunque la oferta es sólida, el reto sigue siendo la infraestructura de carga. Al respecto, Ariel Montenegro, director General de Renault-Sofasa puntualiza que esta “es una deficiencia que no solo tiene Colombia sino otros países de la región. Pero eso no nos frena porque en las ciudades existen soluciones de carga, en centros comerciales, en vivienda. Quedan muchos puntos pendientes por trabajar para poder avanzar en ese mercado, pero ya tenemos un panorama muy positivo”.

En el caso de Renault, ya cuentan con 14 puntos distribuidos en ocho ciudades y se prepara para llegar a 21 ciudades con más de 35 puntos en los próximos años. Como ellos, las diferentes marcas se han comprometido con desarrollar infraestructura propia que permita seguir fortaleciendo ese mercado en el país, una tarea que parece difícil pero que avanza a pasos de gigante.

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