En entrevista con Forbes, Aron Schwarzkopf, cofundador y CEO del unicornio Kushki abordó aspectos de la cultura de la compañía en la que México, Chile, Colombia y Perú son los mercados más relevantes.

El cofundador y CEO de el unicornio de pagos Kushki Aron Schwarzkopf siente que esta empresa todavía tiene mucho para donde crecer, pese a las dificultades que en el último año ha enfrentado el sector tecnológico.

“Aunque estamos en el año siete, todavía tenemos muchísimo camino por recorrer, todo alrededor de entregarle a los jugadores las cosas que tenemos para aceptar distintos pagos de los clientes, digitales o no digitales”, dijo Schwarzkopf, en una entrevista con Forbes.

En junio de 2022, la empresa, respaldada por reputadas firmas de inversión como Kaszek Ventures y el SoftBank Latin America Fund, se hizo el primer unicornio de origen ecuatoriano superando una valoración privada superior a los US$1.000 millones. Kushki cerró el primer trimestre de 2023 con un incremento del 200% respecto al año pasado.

Esto en medio de un contexto díficil para las startups de base tecnológica. Nada más en América Latina, las inversiones de este tipo cayeron 19.4% en la primera mitad de este año, a US$5.400 millones, frente a los US$6.700 millones que hubo en el mismo peródo en el año anterior, de acuerdo con Lavca.

Schwarzkopf se muestra tranquilo frente al declive de las inversiones de capital de riesgo y sostiene que la compañía está suficientemente fondeada para mantener sus operaciones, aunque declina de comentar números o si son rentables.

“Hubo una corrección en el mercado”, plantea el CEO de Kushki. “Han cambiado muchas cosas para levantar dinero. Los fondos de capital de riesgo han tomado mucha precaución, lo que ha desacelerado el nivel de inversión. Eso nos ha puesto a decidir con cuidado dónde invertimos en dinero de la empresa, a no ir sumamente rápido y a no hacer ahora las apuestas extraordinarias”.

Kushki es originaria de Ecuador, aunque los mercados que tienen más relevancia para la compañía son México, Chile, Colombia y Perú. Aron vive en Miami (Estados Unidos), el cual considera, es un lugar central para controlar una empresa latinoamericana.

“Nos ha funcionado muy bien”, anota.

Aron dice que ha pasado mucho tiempo entendiendo cómo optimizar su calendario, en el que el 40% de su tiempo lo dedica a cosas recurrentes del negocio y un 60% a innovación con los clientes.

“En la región, la diferencia que tiene Kushki es que somos parte de este movimiento de promover el acceso. En general, los temas relacionados con pagos son muy monopólicos con tarjetas y transferencias, por lo que nosotros hemos construido infraestructura para las pasarelas de pago que quieran abrir y democratizar ese mercado con más fragmentación”, sostiene el CEO de Kushki.

Tienen dos tipos de clientes, uno son los negocios regionales con un cierto tamaño transaccional al que se dedican ser su partner de pagos y otros que son canales de distribución.

Para el CEO de Kushki, el crecimiento de la compañía se debe a la consistencia y la disciplina.  

“Estamos obsesionados con la transparencia en la comunicación, porque si hay mucha burocracia y poca transparencia las cosas se demoran”, afirma Schwarzkopf, quien asegura que lidera mejor donde inculca autonomía en los equipos. “Mi trabajo cada vez más es guiar, dar motivación a la gente y empoderar. He tratado de pelear con este síndrome latinoamericano de que no nos gusta enseñar cosas negativas o fracasar. Cuando te equivocas es cuando más aprendes, hemos tratado de empujar mucho que la gente tome riesgos y que los asuma. Tenemos incluso internamente equipos que hacen premios de los fracasos”.

Quedan por verse los siguientes pasos que tome Kushki para seguir ampliando su oferta. En México compró recientemente la compañía de datáfonos Billpocket, lo que da pistas de los productos que podrían llevar el próximo año al resto de países.

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