Nicolás Contreras y Raíssa de Mello, fundadores de la plataforma de crowdfunding, dicen que Vaki Politics se ha convertido en un canal de mercadeo y en una herramienta que les brinda cercanía a los aspirantes a cargos públicos a sus electores.
A comienzos de 2018, un grupo de jóvenes lanzó una ‘vaca’ para ayudar a Humberto De la Calle que logró recaudar $708 millones con el fin de ayudarlo a cubrir los gastos de una campaña fallida a la presidencia que, al no haber alcanzado el umbral mínimo de votos válidos, no tuvo derecho a la reposición de recursos para pagar los gastos en que había incurrido.
La ‘vaca’ para De la Calle no solo rompió con una larga tradición de los colombianos de no hacer este tipo de donaciones, sino que también animó a otros políticos a buscar recursos entre sus electores, lo cual llevó a los fundadores de Vaki, Nicolás Contreras y Raíssa de Mello, a abrir en 2019 unas funcionalidades en la plataforma de crowdfunding para habilitar Vaki Politics, principalmente un formulario de ‘check out’ que tiene que firmar el donante sobre el origen de fondos, tal como lo exige el Consejo Nacional Electoral (CNE).
A pesar de ello, a muchos aspirantes a cargos públicos les dio miedo y Contreras explica que al final solo se hicieron 30 ó 40 ‘vacas’, la más grande de las cuales fue la de Carlos Fernando Galán, aunque en 2021 Francia Márquez lanzó una ‘vaca’ para financiar la recolección de firmas en la cual alcanzó $40 millones de más de 300 donantes. Alejandro Gaviria, entre tanto, recaudó $30 millones de 40 donantes.
Pero este año, hay una especie de ‘boom’. Carlos Fernando Galán y Juan Daniel Oviedo han lanzado ‘vakis’ para financiar sus campañas, y hay unas 70 más en las regiones del país de aspirantes a cargos de elección popular (concejales, ediles, gobernadores, etc).
¿La razón? El lanzamiento de una nueva funcionalidad en Vaki llamada Aprobación del Aporte por el Creador. Se trata de una herramienta que les permite a los aspirantes tener un sitio centralizado para recibir aportes de particulares a sus campañas, mientras mantienen información que les permite tener trazabilidad sobre la identidad de esas personas y el origen lícito de sus fondos.
“Con esta funcionalidad garantizamos que los aportes no serán destinados a las campañas a no ser que sus equipos revisen los datos de los aportantes (Declaración de origen de fondos y documentos solicitados por el CNE) y lo acepten por la plataforma”, explica Nicolás Contreras, fundador y CEO de Vaki.
Gracias a ello, las campañas podrán revisar y aprobar, directamente desde la plataforma, la identidad de los donantes y aprobar que los fondos sean girados a las campañas. También podrán descargar la información de los donantes, lo que no solo facilita los reportes de donaciones ante el CNE exigidos por la ley, sino también permite esfuerzos campañas de mercadeo y fidelización dirigidos a estas personas.
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Aprendizajes y las apuestas a futuro
“Con Vaki transformamos la donación de un acto de caridad en uno de activismo”, explica Contreras, en diálogo con Forbes. “Llevamos 6 años remando en Latinoamérica, una región en la que el crowdfunding se ha intentado desde 2011. El colombiano quiere ver a dónde va su plata, ese peso que donónisras en el supermercado”.
De hecho, en 2016 cuando Contreras y la otra cofundadora de Vaki, Raissa de Mello, trataron de levantar fondos les decían que el crowdfunding no funciona en la región, a pesar de lo cual en 2020 (dutante la pandemia) recaudaron US$6 millones, lo mismo que la plataforma Donadora, en México.
A pesar del escepticismo de los inversionistas, este año Vaki comenzó a operar en México y Contreras y de Mello creen haber encontrado la fórmula para hacer las cosas en forma diferente, ya que la donación establece una relación distinta entre los políticos y el ciudadano, explican los fundadores de Vaki.
Con unos 6 empleados, Mello y Contreras están dedicados 100% a la startup fundada en 2016 que, aunque no cobra a las vakis de tipo social, sí se lleva un comisión del 6%, en las demás campañas.
‘Tenemos costos bajos, un equipo reducido y somos 100% remotos”, concluye el creador de Viki, que a la fecha solo ha recibido financiación de Alex Torrenegra en calidad de ángel inversionista y de un grupo de amigos y familiares (US$120.000), aunque Contreras cuenta con la ventaja de tener otro emprendimiento, una fábrica de software llamada PappCorn, que le otorga una especie de libertad financiera.