Con una colección vivaz, cargada de emociones y muestra de resiliencia, Mercedes Campuzano se graduó oficialmente en la industria de los textiles.

La pasarela se vistió de colores, de fucsia, rojo, naranja y azul, y se adornó con flores y hojas sueltas durante unos minutos, estos detalles hacían de cada prenda era una expresión de vida. Luego de ese derroche de sensualidad y feminidad, una sonriente Mercedes Campuzano salió con paso firme, desfilando junto a sus modelos, con la certeza de que había logrado su objetivo: afianzarse en la industria de los textiles. 

“Esta colección de ‘Viva la vida’ fue definitivamente diferente. Yo siento que fue mi graduación en la moda, porque es una colección absolutamente completa”, recuerda la empresaria en diálogo con Forbes Life. 

Elementos tiene de sobra para decirlo: se aventuró a expandir su marca fuera del segmento del calzado en plena pandemia, con los desafíos que esa osada decisión implicaba y todavía más en un mercado competitivo como el de los textiles. Allí nació su primera colección ‘Bloom’, que traduce florecer, como un gesto de resistencia en la adversidad.

Pero ‘Viva la vida’ no tiene comparación; es una colección fresca que nace de la tranquilidad, con prendas que sobresalen por sus estampados y colores atrevidos, fusionados con algunas siluetas livianas, otras mucho más sensuales. Cuenta con una variedad de opciones de vestuario, desde vestidos, shorts, camisas, faldas y pantalones, cada una de ellas con detalles vibrantes y coloridas, solo neutralizadas por el blanco y el negro. 

Cortesía Mercedes Campuzano

Es una colección, dice Campuzano, pensada para las mujeres que se sienten orgullosas de sus emociones y se permiten vivirlas. Es una muestra de empoderamiento, feminidad, fuerza, valentía y pasión por la moda. 

Su paso este año por Colombiamoda dejó claro que llegó a la industria textil para quedarse; y contrario a lo que podría pensarse, su línea de calzado no deja de ser menos relevante. La diferencia hoy es que se ha propuesto vestir sus maniquís -y al mundo- de pies a cabeza, desde los zapatos, el vestuario y los accesorios.

Cortesía de Mercedes Campuzano.

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La ‘Merce’ de hace 17 años no podría haberlo imaginado mejor nunca. Nacida en Sincelejo, Campuzano regresó a Medellín, la ciudad natal de sus padres, para estudiar Administración de Negocios en la universidad EAFIT; fue en esos pasillos donde empezó este sueño. 

“Mi estilo en ese momento era otro. No tenía un blue jean siquiera, mi estilo era más fresco, con colores más cálidos, y entre mi look sobresalían mis ‘chanclitas’”, cuenta. Y a ella, que siempre le ha salido natural hacer negocios, se le ocurrió que podía vender esas sandalias que tanto gustaban entre sus compañeras. 

Compra tras compra el negocio fue creciendo y tenía vendedoras, que como ella, llevaban en una tula los diseños de las ‘chanclitas’ y las mostraban en otras universidades. A sus veintitantos años, en 2005, abrió su primera sede física. El letrero decía con orgullo: ‘Mercedes Campuzano’.

“Yo soy una mujer de acción, casi siempre digo que soy un carro loco; lo he vivido tratando de mejorar con el tiempo, pero es mi esencia”, dice entre risas la empresaria, que en estos años ha sido imparable.

Por eso no teme a lo que viene. Su objetivo para el futuro próximo es conquistar nuevas fronteras con sus prendas e internacionalizar su marca y que el mundo entero se vista de ‘Mercedes Campuzano’.

#NuestraRevista Este es un artículo publicado en nuestra edición de la revista Forbes Colombia de octubre.  Si desea recibir esta información de primera mano en nuestra revista física, ingrese aquí para suscribirse.