Aprende a hacer un pitch efectivo con nuestra guía de 4 pasos. Comunica tu idea de negocio de manera persuasiva y destaca el potencial de tu propuesta.
Un pitch es una presentación breve y persuasiva de tu idea de negocio, producto o servicio, con el objetivo de captar el interés y la atención de potenciales inversores, clientes o socios.
Recuerda que una idea de negocio es una propuesta de valor que ofrece una solución a un problema o una necesidad de un segmento de mercado, con el potencial de generar ingresos y beneficios para quien la desarrolle.
Un buen pitch es un desafío que puede causar temor ante la presencia de un público que evalúa a detalle lo que dirás, y que depende de ellos el financiamiento o la alianza para llevar tu negocio al próximo nivel. Sin embargo, un pitch exitoso requiere práctica y paciencia y, sobre todo, confianza en ti y en el proceso.
En este artículo, te vamos a dar una guía efectiva de cuatro pasos para crear un pitch persuasivo, basado en la experiencia y recomendaciones de especialistas de negocios y mentores para emprendedores.
Al momento de considerar comunicar nuestra idea de negocio, debemos conocer cuáles son los tipos de pitch que podemos considerar:
- Elevator pitch: Es un pitch breve, que resume el problema que se quiere resolver, la solución, el modelo de negocio, el mercado potencial y el equipo detrás del proyecto.
- Pitch deck: Es una presentación mediante diapositivas (entre 15 y 20 slides), que muestra los aspectos más relevantes de un negocio o propuesta de valor. Suele enviarse por correo electrónico o mostrarse en reunión con inversores, clientes o medios de comunicación.
- Twitter deck: Es un pitch muy corto, de 280 caracteres, que se usa para promocionar una idea o un negocio mediante redes sociales. Debe ser claro, conciso y atractivo, y utilizar hashtags, menciones o enlaces para generar interés o dirigir a los usuarios a más información.
- Rocket pitch: Tiene una duración de 60 segundos y se utiliza para participar en concursos o aceleradores. Tiene enfoque en el impacto y la recordación, al resaltar los aspectos más innovadores y atractivos. Este es similar al elevator pitch, pero da más énfasis en lo que hace única a la propuesta.
- Pitch comercial: Está orientado a persuadir a clientes potenciales de comprar un producto o servicio. Este se adapta al perfil y las necesidades del cliente, y debe demostrar cómo el producto o servicio puede resolver o satisfacer su deseo. Por tal motivo, incluye una presentación, una explicación de los beneficios, sus ventajas competitivas y respuestas ante posibles objeciones y una llamada a la acción.
Cuando elijamos el tipo de pitch que nos conviene para comunicar de manera efectiva la propuesta de valor a nuestra audiencia, comienza la parte interesante del proceso: la estructura. Piénsalo como un juego, en el que debes reunir información y darle un propósito.
Define el objetivo del pitch
Antes de empezar a preparar la presentación, debes tener claro cuál es el propósito del pitch y qué esperas conseguir con él. ¿Buscas financiamiento, clientes o socios? ¿A quiénes quieres de tu lado para potenciar tu proyecto? ¿Qué beneficio les puedes ofrecer?
Ten claro enfocar tu mensaje y cómo adaptarlo a la audiencia que esperas atraer. Además, reflexiona sobre lo interesante, atractivo y emocionante de tu idea de negocio. Así también emocionarás a tu audiencia cuando lo comuniques.
Investiga a tu audiencia
Para hacer un buen pitch debes reconocer a las personas a las que te vas a dirigir. Investiga su perfil, sus intereses, sus necesidades, sus expectativas y sus posibles objeciones sobre tu mensaje. Así podrás anticiparte a sus preguntas y ofrecerles soluciones personalizadas, para generar confianza y empatía.
Estructura tu pitch
Debe tener una estructura clara y coherente, con un orden lógico que responda a las principales preguntas que pueda tener tu audiencia. Una estructura básica podría ser
- Introducción: Empieza con un gancho que capte la atención de tu audiencia. Puedes usar una pregunta, una estadística, una anécdota o una frase impactante que genere curiosidad.
- Problema: Describe con precisión y sencillez el problema que quieres resolver con tu idea de negocio, producto o servicio. Debe quedar claro por qué es un problema importante, relevante y actual, y cómo afecta a tu público objetivo. Este es el momento en que demuestras que conoces el mercado y a tus clientes.
- Solución: Presenta tu idea de negocio como la solución ideal al problema planteado. Explica qué es lo que ofreces, cómo funciona, qué beneficios aporte y qué te diferencia de la competencia. Usa ejemplos concretos, testimonios o casos de éxito que te respalden.
- Modelo de negocio: Explica cómo vas a generar ingresos con la solución que brindaste. Indica cuál es tu propuesta de valor, es decir, los beneficios que tu empresa ofrece a sus clientes y cómo se diferencia; también especifica quién es tu cliente ideal y cómo llegarás a él; cuáles serán los canales de distribución, es decir, los medios que utilizarás para comunicar, entregar y vender tu propuesta, por ejemplo, una página web; qué estrategias de marketing implementarás y qué recursos necesitas para operar.
- Equipo: Presenta a las personas que forman parte de tu proyecto y resalta sus habilidades, experiencias y logros. Aprovecha para destacar las posibles alianzas o colaboraciones con otras entidades o profesionales.
- Tracción: Muestra los resultados que has obtenido por ahora en tu proyecto. Puedes mencionar datos cuantitativos o cualitativos que reflejen el crecimiento, la rentabilidad o el impacto. También puedes mencionar los reconocimientos o premios que has recibido.
- Llamado a la acción: Termina tu pitch con una invitación clara y directa a tu audiencia para que tome una acción concreta. Puede ser ofrecer una prueba gratuita, entregar una tarjeta de contacto, pedir una inversión, solicitar una próxima reunión o cualquier otra que te acerque a tu objetivo.
La duración ideal de un pitch exitoso suele ser entre 3 y 5 minutos, aunque puede variar según el contexto, porque no es lo mismo un concurso para emprendedores que una reunión con un inversor, o una feria comercial.
Practica tu pitch
Una vez tengas el contenido, debes practicarlo hasta dominarlo. Ensáyalo en voz alta, frente a un espejo, con un cronómetro o con una grabadora. Evita la improvisación sin certeza, ya que puede naufragarte a medio camino. Pide feedback a otras personas, como amigos, familiares o colegas. Corrige los posibles errores, elimina las muletillas y mejora tu lenguaje verbal y no verbal.
Procura contar una historia, por ejemplo, al narrar el origen de tu idea de negocio, para transmitir emociones, valores y propósito. Si es posible, usa recursos visuales de calidad como apoyo para complementar tu discurso. Prepara preguntas frecuentes con sus respuestas, para demostrar tu conocimiento y seguridad. Sé auténtico, muestra tu pasión por lo que haces, y, sobre todo, sincero y entusiasta.
Un pitch exitoso puede abrir las puertas a nuevas oportunidades, alianzas y financiación. Por eso, te invitamos a que te lances al riesgo de desarrollar tu propuesta de negocio, que te prepares, estudies y practiques para tu presentación, y que sigas los consejos que te hemos dado en esta guía.
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