El presidente se reunirá en Cartagena con un selecto grupo de empresarios que controlan los medios, la banca y la industria, para hablar sobre la paz, el desarrollo y la crisis económica.

El presidente Gustavo Petro tendrá hoy al medio día un almuerzo a puerta cerrada con algunos de los empresarios más ricos e influyentes del país, en la Casa de Huéspedes de Cartagena. El encuentro, que no ha sido anunciado oficialmente por el gobierno, ha generado suspicacias y críticas por parte de los gremios, la oposición y algunos sectores de la opinión pública, que lo ven como un intento de pactar con los empresarios que alguna vez criticó.

La reunión, que se gestó desde hace varias semanas por iniciativa de la directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Laura Sarabia, y el consejero empresarial de Petro, Juan Fernández, tiene como objetivo entablar un diálogo sobre temas de interés mutuo, como la paz, el desarrollo sostenible y el crecimiento económico. Además, contará con la presencia del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.

Entre los asistentes estarán:

  • Luis Carlos Sarmiento Angulo y su hijo, Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, del Grupo Aval, que incluye El Tiempo, Porvenir y el Banco de Bogotá.
  • Alejandro Santo Domingo y Carlos Alejandro Pérez Dávila, de Valorem, propietarios de Tiendas D1, El Espectador y Caracol Televisión.
  • Carlos Julio Ardila, presidente de la Organización Ardila Lülle, que lideran a Postobón y el canal RCN.
  • Carlos Enrique Cavelier, presidente de Alquería.
  • Pedro Carvajal, del Grupo Carvajal.
  • Harold Éder, del Grupo Manuelita.
  • César Caicedo, presidente de Colombina.
  • Andrés Echavarría, del grupo Corona.

La cita no contará con una agenda preestablecida ni con una declaración conjunta al final. Según una fuente que sirvió de intermediaria entre las partes, se trata de una “conversación abierta sobre el país”. Sin embargo, algunos de los invitados expresarán su preocupación por el rumbo económico y social de Colombia, así como por el avance de las reformas que impulsan el gobierno en el Congreso, especialmente la de la salud, que ha generado una fuerte oposición de los gremios y los partidos políticos.

La reunión también ha despertado el rechazo de algunos sectores que cuestionan la representatividad y la legitimidad de los empresarios para hablar en nombre del país, sin tener en cuenta la voz de los gremios, las asociaciones de productores, los sindicatos y las organizaciones sociales. “Si van a hablar de lo que necesita Colombia, ellos no son los más representativos del país. Los gremios y las asociaciones de productores tenemos una mirada más amplia”, afirmó Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC).

Así mismo, se critica el posible interés de los empresarios por obtener beneficios o prebendas a cambio de apoyar al gobierno, o por influir en la agenda mediática y legislativa del país, teniendo en cuenta su poder económico y político.

El presidente Petro no se ha pronunciado públicamente sobre el resultado de la reunión, que ha sido calificada como histórica por algunos analistas, que la comparan con el pacto que hizo el expresidente Ernesto Samper con los “cacaos” en los años noventa, cuando estaba acorralado por el escándalo del 8.000. Otros, en cambio, la ven como una simple conversación sin mayores consecuencias, que no cambia la realidad del país ni la relación entre el gobierno y el sector privado.

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