El miembro de la junta directiva de la Fundación Pies Descalzos explica el alcance de la revolución educativa que ha promovido Shakira.
Cuando gobernaban los liberales radicales, en 1870, hubo una supremacía nunca vista de la educación, al punto que uno de ellos, Enrique Cortés, afirmaba convencido que la mayoría de los problemas del país se resolvían con buena educación para todos.
Así pensamos los optimistas –grupo en el que estoy matriculado desde el primer grado– creyendo que la educación no está condenada por determinismos ni que nuestro pasado nos condena. Hay suficientes evidencias de que la voluntad decidida y el compromiso pueden resolver los más serios problemas.
Es muy difícil saber qué hubiera pasado si los radicales hubieran seguido gobernando. Lo cierto es que, pese a los avances, la educación sigue rezagada en calidad como lo muestran los resultados de las pruebas Pisa en las que hemos ocupado puestos por debajo de la media.
Sin embargo, los logros en cobertura, en pocos años han sido notables. En 1997 asistirían 72 de cada 100 niños al colegio, pero un par de años atrás no llegaban a 50 de cada 100. Es en ese año cuando Shakira crea la Fundación Pies Descalzos (FPD), que se involucra con ganas y profunda convicción a ayudar a que por medio de la educación pública de calidad los jóvenes sean libres y forjen su destino.
Entonces, nos llamó a un grupo de amigos comprometidos con causas educativas desde el empresariado y la filantropía para ayudarle a crear la FPD. Aunque ya era evidente el entusiasmo que le poníamos a nuestras iniciativas, su invencible alegría nos contagió y en esas andamos hace 25 años, trabajando por una mejor educación para todos; una tarea ardua y larga, pero muy gratificante.
La primera construcción, en 2008, en La Playa, Barranquilla, un colegio que alberga a 1.000 niños cada año, marcó un hito en los colegios públicos del Caribe, al levantarse un edificio con una estética maravillosa, excelente dotación, y equipos de calidad. ¡Todo un símbolo! Shakira con su Fundación quiso decirle al mundo: la educación es lo más importante y este edificio lo recordará todos los días.
Ahora con las demás construcciones y proyectos sucede lo mismo. La selección de cada lugar para construir o implementar proyectos no es gratuita: se busca ofrecer un futuro digno, educando de la mejor forma a sus hijos y generando, en su presente, un desarrollo en las comunidades.
Todos los que ayudamos a Shakira en su Fundacion vivimos contagiados de su entusiasmo y compromiso por tener un país mejor educado. Yo llevo 35 años trabajando por la educación, pero desde la creación de la FPD mi ilusión ha crecido y es dificil describir cuánto me alegro con los logros de los niños, las inauguraciones, los premios a los colegios y las distinciones a los directivos.
Hoy son 9 colegios en 5 territorios –pasando desde la ruralidad en La Guajira, a Soacha, el Chocó, el Catatumbo y el Caquetá–, una atención a más de 150 mil niños y capacitaciones a más de 2.700 docentes. Ahora es un referente mundial en educación que atrae apoyos de filántropos de otros países que se han unido a nuestra causa.
En un mundo en el que predomina la retórica vacía, las promesas incumplidas del populismo, la polarización, las interminables reuniones de coordinacion para descubrir lo que hace rato se sabe que funciona en educación, la FPD se aplica con ganas y eficiencia a construir, a hacer, a lograr, a mejorar. La educación de los jóvenes no da espera.
Los retos siguen siendo enormes, pero somos ambiciosos y en materia de educación queremos más. Necesitamos más. Queremos que los gobiernos nos sigan en este ideal y se propongan en serio, con metas ambiciosas y medibles para que a la vuelta de 10 años seamos el país mejor educado de América Latina.
Termino esta nota con una invitación urgente a poner todos esfuerzos para tener una educación de calidad sin perder tiempo en innecesarias discusiones y sin hacer promesas de cumbiambera haciendo eco de lo que la misma Shakira dice: “A lo largo de mi vida he visto cómo la educación hace milagros, he visto vidas e incluso comunidades enteras trasformarse y créanme ver que un niño que no tiene probabildades de triunfar logra salir adelante y obtener igualdad de oportunidades en su adultez, es una sensacion tan satisfactoria que incluso supera la de ganarme un Grammy”.