El liderazgo de Rhanda Neme ha pavimentado un camino para la transformación y el cambio cultural de más de 4.000 personas que hacen parte de Grupo <​a> Chaid Neme Hermanos, como su directora de recursos humanos y de tecnología.

Traer vientos de cambio a un grupo empresarial con nueve décadas de historia no es nada fácil, pero Rhanda Neme, la directora de recursos humanos y de tecnología de Grupo <​a> Chaid Neme Hermanos, se recorrió varias áreas del conglomerado de autopartes, maquinaria, minería y desarrollo Inmobiliario, antes de marcar nuevos procesos.

Neme, economista de profesión, se ha dedicado en los últimos nueve años a redireccionar la cultura de trabajo de más de 4.000 personas, con la responsabilidad de cuidar un legado familiar, combinando el liderazgo en la gestión humana y en las tecnologías de la información.

“La combinación ha sido muy interesante”, dice Rhanda, en entrevista con Forbes, en una sala de reuniones en su oficina en el centro de Bogotá. “Para hacer los cambios, primero está la gente. Conozco la cultura y las expectativas. Lo más difícil más allá del tema técnico o las conectividades, es cambiar la mentalidad de las personas, hacer que crean en esto”.

Uno de los cambios más marcados de los últimos años es montar a todos los equipos de trabajo en las plataformas de Google Workspace, que abrió la puerta a que la organización entendiera dinámicas como los archivos compartidos y el análisis de datos para la toma de decisiones.

“La organización ahora tiene la mentalidad de cómo se deben manejar los datos”, cuenta Neme. “Las estructuras de todos los tableros gerenciales deben ser iguales. La gente ahora pide que esos tableros sean en la nube. Armamos un lago de datos y sacamos información de distintas fuentes como los sistemas de SAP. Antes eran documentos de Excel que se armaban por separado”.

Para Rhanda, las transformaciones culturales son procesos largos que requieren de persistencia, disciplina y flexibilidad. A veces, los cambios son tajantes, cortando la posibilidad de usar herramientas que ya no se deberían implementar y otras, los cambios son progresivos, con los aportes de cada equipo.

“Hay decisiones que hemos tomado que son duras y que requieren empezar desde cero”, confiesa Neme. “Hemos tomado otras que hemos trabajado con los usuarios. Para nosotros es importante que no dejen de soñar sobre lo que quieren implementar para mejorar sus procesos, pero los aterrizamos a la realidad, cada proyecto debe tener sus indicadores, señalando qué mejoró, qué tan permeable ha sido y a cuántas personas ha llegado”.

Desde su perspectiva, estamos en un momento en el que el tener competencias técnicas, como el análisis de datos, es una ventaja para cualquier empleado.

“Un financiero que a la vez sea ingeniero de datos puede ser un ejemplo ganador”, apunta Neme. “El equipo de TI debe estudiar las tendencias del futuro para apoyar a la organización a implementarlas”.
Por ello, cuenta que han empezado a estudiar cómo la inteligencia artificial se puede integrar en los diferentes procesos del grupo.

“Hay que saberla desmenuzar, para entender cómo se aplica en un negocio. Muchas de las cosas suenan interesantes, otras miedosas, depende de cómo uno las plasme en el negocio”, anota Neme.
Hace poco lanzaron un ‘bot’ que tramita todos los procesos de solicitudes de personal como los trámites de certificados y de vacaciones.

De su padre, el presidente de Grupo <​a>, Nayib Neme, y demás directivos del conglomerado, siente receptividad total para llevar a cabo cada una de estas apuestas.

“Hoy en día están mucho más abiertos”, cuenta Rhanda. “Hay un mito de que los presidentes no tienen que saber del mundo técnico, ni cómo funcionan las migraciones. Antes de las aprobaciones de presupuestos, es importante que las cabezas entiendan esos procesos, en qué ambientes trabajamos, cómo trabajamos y por qué cuesta lo que cuesta. Las inversiones van atadas a un entendimiento de negocio, si una organización empieza a comprar un montón de software sin que nadie lo use, eso es plata perdida”.

Aunque en Colombia los conozcan por Autopartes o por Arpro –la firma detrás de proyectos inmobiliarios como la icónica torre Atrio en Bogotá–, el equipo es consciente de que hace parte de Grupo <​a>.

En los próximos meses toda la infraestructura de este grupo empresarial será migrada a la nube, incluyendo procesos contables, financieros, de producción, de calidad y de gestión humana, revisando a qué procesos se les puede aplicar automatización e internet de las cosas.

“Eso va a permitir que las conectividades sean más ágiles, con las visibilidades de las compañías que queremos tener”, anticipa Rhanda. “Desde procesos pequeños, le vamos enseñando a la organización cómo ir implementando estas tecnologías”.