¿Cuáles son las medidas para evitar una crisis energética? Propuestas para lograr el objetivo de impedir un mayor impacto.
En medio de la actual crisis energética que enfrenta Ecuador (que ha experimentado un aumento considerable en la demanda de energía) y de la crisis en Colombia a causa del Fenómeno de El Niño, se ve necesario tomar medidas inmediatas para evitar consecuencias que puedan implicar desabastecimiento de energía y una alta suma de dinero para el país. Propongo tres medidas clave que deberían implementarse en Colombia para prevenir una situación similar a la de Ecuador.
Una de las principales limitaciones identificadas en Ecuador es la fuerte dependencia de la industria hidroeléctrica que ha obstaculizado la diversificación de la matriz energética. Esta dependencia, agravada por eventos climáticos como el Fenómeno de El Niño en América Latina, que afecta la disponibilidad hídrica, ha exacerbado la escasez de energía en la región. Esta situación subraya la importancia de abordar la vulnerabilidad de la infraestructura energética en cada país frente a condiciones climáticas cambiantes.
Además, la falta de incentivos para estimular la participación activa de la demanda de energía, se suma a la complejidad de la situación, contribuyendo al actual déficit energético. De hecho, la demanda ha experimentado un crecimiento preocupante del casi 9% con respecto al año anterior, lo que subraya la necesidad urgente de medidas que promuevan una gestión más eficiente de la energía.
Frente a esta escasez de energía, en Ecuador se ha tomado la medida de identificar zonas y sectores menos críticos para realizar cortes de suministro eléctrico. Si bien es comprensible que cualquier interrupción en el suministro eléctrico resulte significativa en la actualidad, se busca mitigar los impactos enfocándose en áreas menos críticas, especialmente en sectores industriales y algunas zonas residenciales.
En cuanto al apoyo recibido de parte de Colombia, se ha aumentado la entrega de energía de aproximadamente 4 gigavatios hora al día a cerca de 10, más del doble. A pesar de este incremento, persiste la necesidad de evaluar detenidamente la suficiencia de estas medidas en el panorama general y considerar posibles ajustes para garantizar la estabilidad del suministro energético. Básicamente, este intercambio se basa en la comparativa de los precios de bolsa. Cuando los precios de bolsa en Colombia son más elevados, se importa energía de Ecuador para abastecer a Colombia. En contraste, cuando los precios en Ecuador son más altos, se exporta energía a Colombia. Este mecanismo garantiza que siempre haya una oferta de energía a precios competitivos. En otras palabras, Colombia compra energía de Ecuador cuando los precios colombianos son más altos, asegurando así un suministro asequible y un intercambio justo para ambos países.
Por ello, es importante mantener la cooperación y respetar las reglas establecidas en el intercambio de energía entre Colombia y Ecuador. Aunque este tema no sea ampliamente conocido, existen normas claras que rigen este intercambio, comprometiendo a ambos países a garantizar una inyección constante de energía en ambas direcciones. Sin embargo, cabe señalar que circunstancias como limitaciones en recursos hidráulicos podrían afectar esta dinámica. En esos casos, la clave radica en gestionar estas eventualidades con base en el respeto a los acuerdos y la confianza en que ambas naciones cumplirán con sus compromisos en la medida de lo posible.
En cuanto al contexto colombiano, es crucial implementar tres medidas con el fin de prevenir crisis similares. En primer lugar, se debería acelerar y concretar las subastas pendientes del Cargo por Confiabilidad, asegurando su realización para lograr satisfacer las necesidades de energía de la creciente demanda a largo plazo. Además, es importante el respaldo por parte de los ministerios encargados de los permisos y licenciamientos para la construcción de plantas de generación y líneas de transmisión robustas, garantizando así su instalación eficiente. Este acompañamiento es crucial, ya que, aunque se puede adjudicar y construir plantas eficientes, sin una infraestructura de transmisión adecuada, los esfuerzos son en vano.
En tercer lugar, desde la perspectiva regulatoria, es fundamental promover la participación activa de la demanda, permitiéndole contribuir no solo en situaciones de escasez, sino también de manera continua en el día a día. Al posibilitar que la demanda forme parte del mercado mayorista de energía, contribuyendo así a la estabilidad del sistema, se puede lograr una reducción de precios y una mayor eficiencia en el consumo. Es esencial que todas las personas tomen conciencia de la importancia de este ahorro en su vida diaria. Cada kilovatio que se deja de consumir no solo fortalece el sistema, sino que también es de beneficio para el futuro. Extiendo la invitación para, durante estas festividades de fin de año, desconectar los electrodomésticos cuando no estén en uso, evitar dejar luces navideñas encendidas toda la noche y tener presente que el ahorro individual de energía tiene un impacto positivo en la estabilidad del suministro a nivel nacional.
*Por: Esteban Quintana, CEO de Klik Energy