El mal desempeño de la industria, la construcción y el comercio, están detrás del dato del Indicador de Seguimiento de la Economía.

En un nuevo hecho que confirma la fuerte desaceleración de la actividad productiva, el Dane reveló que en octubre la economía se contrajo -0,4%.

Con este dato, el Indicador de Seguimiento de la Economía (ISE) registró un crecimiento de 0,89% en los primeros diez meses del año y una caída de -1% frente a septiembre.

En vísperas de la reunión que mañana sostendrá la Junta Directiva del Banco de la República para tomar una decisión sobre su tasa de intervención, que actualmente se sitúa en 13,25%, el Dane reveló que la contracción del ISE en octubre se explicó por la caída del -5,20% de las actividades secundarias, es decir, la industria manufacturera y la construcción.

Por su parte, el sector servicios también cayó 0,36%, afectado por las ventas del comercio que en octubre registraron una contracción del 11%, según el Dane. 

En contraste, el sector primario, que reúne las actividades de Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca; y Explotación de minas y canteras, mostró un crecimiento del 5,37% en octubre.

Las reacciones a la noticia no se hicieron esperar. Rudolf Hommes, ex ministro de Hacienda, señaló en su cuenta de X que “la caída de la producción del sector manufacturero es alarmante y merece un análisis especial para encontrar las causas y formular políticas y decisiones empresariales que corrijan la tendencia que se está observando. Sin industria no hay crecimiento sostenible e incluyente”.

Entre tanto, Julio César Romero, de Corficolombiana, dijo que el dato revelado por el Dane sube la probabilidad de recorte en la tasa de intervención del BanRep, en la reunión que su Junta sostendrá este martes. 

En un reciente balance, Camacol reveló que entre enero y noviembre las ventas de vivienda de interés social (VIS) registraron una contracción del 50,9 %. Durante el año se han dejado de vender 103.000 unidades de VIS y No VIS. Esta caída en las ventas representa una pérdida en inversión de los hogares en vivienda cercana a los $19 billones.

El impacto también se refleja en la contracción de las iniciaciones, que durante el año caen 30,1 % en el segmento VIS y 22,6 % en la No VIS, representando el inicio de obra de 49.906 unidades menos frente al 2022, que, además, son indicio de menos metros cuadrados en proceso de construcción y menor demanda de mano de obra para el 2024.

El gremio también reveló que en los últimos 12 meses, 38.000 hogares desistieron de la compra de su vivienda, que representa un crecimiento de 72,7 % frente al registro del año anterior. El 78,4 % de las unidades desistidas fueron VIS (29.800), con lo cual el segmento incrementó el volumen de renuncias en 109,4 %.

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