El movimiento ecoaldeano todavía es muy de nicho y se enfrenta con el gigantesco limitante de no contar directamente con alternativas que les permitan sostenibilidad financiera.

Estuve la anterior semana en el “Llamado de la Montaña”, el evento anual de encuentro organizado por el Consejo de Asentamientos Sustentables de América Latina (CASA).

Cientos de ecoaldeanos y movimientos en transición unidos en la búsqueda de una sociedad que funcione alrededor de los ciclos de la tierra. Es un movimiento profundamente interesante, que ya lleva más de 20 años andando y plantea un sistema económico y social que no dependa del crecimiento económico infinito, basado en una relación de amor espiritual hacia la madre tierra y que busca activamente recuperar la relación con la naturaleza.

Es toda una subcultura, con teorías y lenguas que las caracterizan (misticismo espiritual new age, sociocracia, comunicación no violenta, regreso a la ancestralidad y respeto profundo a autoridades indígenas, etc.). Son lo más parecido al movimiento hippie de los 60’s que existe ahora. Están convencidos de que la civilización del crecimiento industrial se va a caer y muchos están “preparándose para la caída”; tratando de crear comunidades autosuficientes y preparándose para lo peor.

Muchas cosas que pensar; les dejo mis insights más relevantes sobre esta experiencia inmersiva:

1. Hay una gigantesca desconexión entre el movimiento ambientalista “mainstream” y lo que sucede en estos espacios. El movimiento ecoaldeano todavía es muy de nicho y se enfrenta con el gigantesco limitante de no contar directamente con alternativas que les permitan sostenibilidad financiera. Hoy son los proyectos que saben cómo navegar los lenguajes, metodologías y expectativas de valor del modelo capitalista los que tienen potencial de crecer. Un gigantesco reto para el proyecto ecoaldeano por su intención de ir en contra del capitalismo fósil y de la ideología del crecimiento económico infinito.

2. Para lograr transformaciones profundas y estructurales en la sociedad, es necesario que haya visiones alineadas del futuro. La diversidad y la eficiencia siempre serán las tensiones que tendrán que navegar los que esperan materializar nuevas realidades. Me da la impresión de que el movimiento ecoaldeano todavía tiene unas visiones demasiado románticas e ideologizadas de los métodos de gobernanza.

Importante que quienes buscamos la transición hacia nuevos sistemas sociales:

  • Estudiemos lo que está sucediendo con este movimiento. Llevan más de 15 años recogiendo información y metodologías para tener espacios regenerativos.
  • Analicemos cómo sus narrativas, paradigmas e ideas pueden contribuir a crear una sociedad ecológica. Hay un gigantesco potencial en este movimiento.
  • Seamos críticos ante lo que vemos y hacia nuestra propia percepción de lo que vemos. Hay cientos de preceptos de los que tendremos que deshacernos para lograr la transición ecológica.

Por: Daniel Gutiérrez Patino*

*El autor es fundador de Saving The Amazon

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