El referendo de autonomía fiscal regional que propone el gobernador de Antioquia podría ser el punto de partida para que talento cualificado y empresas de las grandes dejen de estar concentrados en los mismos lugares de siempre.

El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, está ambientando un referendo para que los gobiernos locales obtengan más plata y mayor autonomía para administrar los impuestos que recaudan.

Su iniciativa ha empezado a retumbar en múltiples sectores, reviviendo el eterno debate que Colombia ha venido discutiendo desde la época de la independencia: el del balance entre la centralización y la descentralización, el equilibrio entre la diversidad regional y la cohesión nacional.

Las marcadas diferencias geográficas, culturales, económicas y administrativas que existen en el territorio colombiano, que se expande desde San Andrés y Providencia hasta Amazonas, han mostrado lo desafiante que es armonizar las idiosincrasias de los territorios con las políticas públicas que se determinan desde el centro.

La creación del Sistema General de Participaciones (SGP) a principios de este siglo, reconfiguró la dinámica de transferencias a municipios y departamentos. La transferencia de los ingresos corrientes del Estado rodea un modesto 22%, mientras que ha tomado curso en el Congreso un proyecto de acto legislativo para que los departamentos, distritos y municipios se favorezcan con el 46,5 % de los Ingresos Corrientes de la Nación, pero solo hasta 2034.

La autonomía regional no es un capricho, es una necesidad. Sin embargo surge una pregunta pertinente: ¿están todas las entidades territoriales preparadas para asumir las crecientes responsabilidades administrativas y financieras que acompañan este rumbo? El acto de equilibrio entre la autonomía y la cohesión en la gestión de políticas nacionales exige una cuidadosa navegación.

Entre tanto, la disminución de las transferencias del gobierno central, el aumento de la regulación del gasto público y la concentración del poder político en el nivel central han creado un caldo de cultivo para que propuestas como la del gobernador de Antioquia resuenen.

Rendón va a iniciar una cruzada para recolectar más de 2 millones de firmas válidas para darle piso a su propuesta. La misma, contempla la creación de un fondo de compensación regional para distribuir entre los departamentos que menos aportan a las finanzas de la Nación y así evitar profundización de brechas.

Para los demás, propone abrir una competencia por empresas y personas, en la que cada departamento podría gravar la renta y el patrimonio en su territorio, fijando las tarifas y bases gravables de sus tributos. Se trata de una competencia fiscal, que las unidades territoriales podrían usar para transformar sus territorios.

En Estados Unidos, los impuestos corporativos combinados federales y estatales ascienden aproximadamente al 28% en California y al 21% en Texas. Esto incentivó a que empresas como Oracle y Tesla, que tenían sus sedes principales en California -que concentra la mayor parte de la riqueza corporativa norteamericana-, se mudaran a Texas.

El referendo que propone el gobernador de Antioquia podría ser el punto de partida para que talento cualificado y empresas de las grandes dejen de estar concentrados en los mismos lugares de siempre.

Sin embargo, el camino no lo tendrá tan fácil. Hay gobernadores y alcaldes que no quieren meterse en ese revuelo, para no entrar contradicciones con el gobierno nacional, y hay voces que se han levantado desde el centro para oponerse.

Es una iniciativa ambiciosa que, si prospera, podría tener un impacto profundo en la configuración del Estado colombiano.

Esta es la carta editorial firmada por el editor general de Forbes Colombia que apareció en la edición impresa de febrero de 2024.