Después de poner al país en el radar de los viajeros de Latinoamérica y el Caribe, el desafío de las autoridades y los actores de la cadena es profesionalizar y escalar la oferta de valor.

Franco Molina Podestá, un argentino que llegó al Aeropuerto El Dorado, de Bogotá, el pasado 29 de diciembre, se convirtió en el visitante número 5’500.000 en llegar a Colombia durante el 2023. Con esto, el país superó la meta trazada por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de acoger más de 5,2 millones de visitantes no residentes ese año.

El mensaje que deja el acontecimiento es claro: Colombia lo está logrando en la carrera por convertirse en uno de los destinos principales de Latinoamérica y el Caribe, una de las banderas de trabajo del gobierno actual. Además, las cifras de este sector, que se vieron profundamente golpeadas por la pandemia, oficialmente se están recuperando.

De acuerdo con un informe de la Oficina de Estudios Económicos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el acumulado de visitantes al cierre de noviembre representó un aumento de 26,1% respecto al mismo periodo de 2022, cuando habían llegado al país 4.113.548 visitantes no residentes, según cifras de Migración Colombia.

Desde Fontur indican que el resultado se debe al trabajo que han hecho de manera articulada los sectores público y privado. Durante el año pasado, la inversión en el sector llegó a 427.000 millones de pesos para el desarrollo de infraestructura, competitividad y promoción turística. “Queremos que la experiencia de los turistas sea positiva para impulsar a que todos los colombianos visiten los diferentes territorios de Colombia, el país de la belleza y se dinamice la economía y las tradiciones locales”, explicó Álvaro Balcázar, gerente General de Fontur.

Pero con ese panorama positivo, crece también la conversación sobre cómo la riqueza cultural, gastronómica y natural del país va a articularse con prácticas que promuevan el desarrollo turístico en todas las regiones, teniendo en cuenta que persisten retos en materia de formalización. Turistas de todo el mundo siguen denunciando cobros excesivos por productos o servicios en algunos destinos al norte del país, el cambio climático continúa poniendo contra las cuerdas a promotores y hoteleros, para ofrecer propuestas más amigables, y los turistas son cada vez más exigentes a la hora de elegir un destino.

Para María Claudia Lacouture, directora de la Cámara Colombo Americana (Amcham), si Colombia quiere consolidar al turismo como dinamizador de su economía, los retos son enormes y no han evolucionado en los últimos 10 años, pese a que esta ha sido una conversación que se ha liderado desde la política pública. “Colombia, por su momento histórico de paz, su riqueza cultural y biodiversidad está en un momento de quiebre para hacerlo bien; enfocados en un turismo sostenible, que trabaje de la mano de las comunidades, que logre una planeación e impulse un destino de naturaleza”, explica.

Lacouture, que también fue ministra de Comercio, Economía y Turismo, ha liderado la conversación sobre los puntos clave a trabajar para que el país alcance el turismo que desea ofrecer al mercado extranjero. Estos puntos son: sostenibilidad, institucionalidad, formación profesional, tecnología e innovación; calidad y competitividad; productos diferenciados, infraestructura, seguridad, promoción y responsabilidad.

Así las cosas, el futuro va a depender de la capacidad que tengamos como país de organizarnos y desarrollar un modelo sostenible, incluyente, y equitativo, precisa. “El turismo es una de las actividades que más repercute en las economías, las sociedades y los medios de subsistencia, por lo que debe estar en constante adaptación de las tendencias y en línea con el comportamiento del consumidor al tiempo que su crecimiento debe ir de la mano de un firme compromiso con el desarrollo sostenible”.

Más verdes, la respuesta

La tendencia actual del turista es dejar un impacto positivo con su visita o actividad turística. Así lo destacan desde la Asociación Colombiana de Viajes y Turismo (Anato). Sin embargo, desde la misma entidad destacan que la oferta de este tipo sigue siendo muy reducida y en la mayoría de los casos son lideradas por extranjeros residentes en el país. “Antes de la pandemia se venían adelantando iniciativas en ese segmento, que se fortalecieron en la pandemia. Ahora es casi obligatorio que los prestadores de servicios turísticos cuenten con una política sostenible implementada y adicional a la implementación de la Norma Colombiana”, indicaron desde la asociación.

Pero en la ecuación, además de la oferta, también hay que garantizar que los turistas estén más informados y que sepan elegir opciones más sostenibles, respetando la identidad natural del país. Por eso, actualmente trabajan en crear dentro de su política de sostenibilidad un decálogo del turista responsable, en donde se les pide a los visitantes respetar los recursos naturales y culturales del destino, hacer buen uso de los desechos de su viaje, entre otros.

El nuevo Plan Sectorial de Turismo tiene como prioridad el Turismo Cultural, Natural y Comunitario, por lo que también se vienen desarrollando varias iniciativas en regiones emergentes involucrando a las comunidades que ven en la actividad turística oportunidades de desarrollo económico y de aprendizaje. Del lado de los operadores, Cotelco destaca que los diferentes sectores también deben garantizar condiciones sostenibles para el desarrollo de la operación turística, un tema clave en el futuro del sector. Actualmente la hotelería está generando más de 180.000 empleos en el país, que inciden en las oportunidades y desarrollo de las comunidades y de los destinos turísticos.

Además de hablar de descarbonización, ahorro de agua y optimización del uso de energía, o el cambio a energías más limpias, Cotelco hace un llamado a involucrar a las comunidades en la prestación de los servicios y en la reivindicación de las identidades culturales. Desde los hoteles lo han hecho, por ejemplo, con iniciativas apoyadas por Artesanías de Colombia.

Como ocurre con las agencias de turismo, desde Cotelco coinciden en que los factores positivos están dados y Colombia ya logró una parte fundamental de la ecuación: que el mundo fije sus ojos en la oferta turística del país. Ahora, el reto será profesionalizarla.

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