Gilinski ahora tiene una fortuna de USS$7.700 millones, superior a los US$7.300 millones de Sarmiento Angulo.

El multimillonario caleño Jaime Gilinski Bacal ha subido a ser el segundo colombiano más rico en el mundo, al cerrar esta semana con una fortuna de US$7.700 millones de dólares, estimamos desde Forbes.

El banquero y empresario se ubica este viernes en el puesto 330 entre los más ricos del planeta y quien lo supera es el antioqueño David Vélez, fundador y CEO de Nubank, con una fortuna de US$11.000 millones.

La novedad, es que la fortuna de Gilinski ahora es superior a la del fundador y presidente de la junta directiva de Grupo Aval, el bogotano Luis Carlos Sarmiento Angulo, que con un patrimonio de US$7.300 millones, baja al tercer lugar entre los colombianos más ricos.

Gilinski es el principal accionista del banco GNB Sudameris, que opera en Colombia, Perú y Paraguay. En octubre de este año se convirtió en el accionista mayoritario del banco británico Metro.

Junto a su socio Tahnoon bin Zayed Al Nahyan, de Abu Dhabi, invirtieron más de US$3.000 millones para hacerse al control de Nutresa, una compañía que, además de ser conocida por su presencia en la vida cotidiana de los colombianos, engloba más de 150 marcas. 

Desde 2015, Gilinski trabaja en el desarrollo de una antigua base de la Fuerza Aérea de EE. UU. cerca del Canal de Panamá, que Forbes una vez llamó “El proyecto inmobiliario más audaz del mundo“.

“Hacer empresa es construir país y forjar oportunidades”, expresó Jaime GIlinski, ahora de 66 años, el pasado mes de noviembre, tras recibir el el Premio a la Excelencia Empresarial Forbes 2023.

En esa ocasión, tras destacar que pertenece a la tercera generación de una familia que llegó a Colombia hace 100 años, Gilinski dijo que el premio es un reconocimiento para todas las personas que hacen parte de su organización empresarial, que le han permitido en los últimos 45 años desarrollar empresas y oportunidades en Colombia, Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. 

“Gracias a ese legado y a las enseñanzas de mis padres, Isaac y Perla, construí un camino con educación de calidad que me permitió pensar globalmente y actuar localmente para crear valor en Colombia en múltiples sectores, industrias y regiones con la idea de maximizar las inversiones que traen los dividendos sociales y la generación de nuevos empleos”, señaló. 

En una coyuntura caracterizada por la incertidumbre política, económica y social, Gilinski destacó el papel del empresario. 

“Ninguna sociedad progresa sin empresas pujantes”, agregó el empresario.