“Tenemos un apetito muy grande por Colombia”, dicen los gestores de Advent International, un fondo que lleva 25 años en la región, más allá de los ciclos políticos y económicos. “Parte de nuestra naturaleza es ser contracíclicos”, dicen. Acá las razones.

A finales de enero, la multinacional alemana GFT Technologies SE (GFT) anunció la compra del 100% de las acciones de Sophos Solutions S.A.S., una multilatina colombiana que fue creada hace más de 20 años por un grupo de cinco jóvenes provenientes de la India que vino al país a implementar software para el sistema financiero, que al finalizar se quedaron y años después fundaron una compañía que, al momento de su venta, contaba con más de 1.700 empleados.

Detrás de esta movida empresarial está Advent International, un fondo de capital privado de US$80.000 millones de origen norteamericano creado hace 40 años, que comenzó a invertir en Latinoamérica en 1996 a través de un programa dedicado para la región, mediante el cual ha movilizado más de US$4.000 millones en diferentes inversiones.

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“Buscamos inversiones entre US$ 100 y US$ 200 millones en cinco sectores claves (servicios financieros, salud, retail y consumo, tecnología e industrial)”, dice Manuel García Podestá, socio y director general de la multinacional desde 2010, primero en Argentina y desde 2012 en Colombia.

Pero antes ya habían invertido en Ocesa, la filial de Ecopetrol, donde tuvieron una participación minoritaria; en LifeMiles, de Avianca; y en la Alianza Fiduciaria y Valores, de la Organización Delima, entre otras empresas. De todas ya salieron.

“Así que hemos tenido bastante experiencia, algunas compañías todavía están en nuestro portafolio y otras han pasado por el ciclo completo de inversión y venta”, explican.

Sophos, una historia de éxito

A finales de 2020, Advent adquirió Sophos Solutions, que cinco años antes había sido comprada por la Bolsa de Valores de Colombia, BVC, pero se había convertido en un ‘patito raro’ en su balance a tal punto que no tenían idea de cómo valorarla. 

“Lo vimos como una oportunidad. Sophos había crecido en Colombia y tenía clientes como Bancolombia acá y en Panamá, pero sabíamos que tenía un gran potencial para convertirse en una multilatina”, explica Lucas Marulanda, director de la oficina de Advent en Bogotá, desde donde maneja la región andina (Perú, Chile y Colombia).

“Les compramos a los fundadores que querían retirarse y nos comprometimos con los que querían quedarse a ayudarles a crecer la empresa”, explica García en diálogo virtual con Forbes. “Trajimos gente nueva para reemplazar a los fundadores claves, y al final terminamos con una empresa profesional y que demostró que había mercado para creer en Latinoamérica”.

Luego de un año en el que la inversión privada registró un desplome del 25%, en un contexto de desaceleración económica, ¿qué están viendo jugadores de la talla de Advent para seguir invirtiendo en Colombia, donde actualmente tienen una participación del 54% en GHL Hoteles, fundada por Jorge Londoño? 

“Tenemos un apetito muy grande por Colombia con la excepción de algunos sectores obvios, como salud y pensiones”, subraya García. ¿La razón? “Parte de nuestra naturaleza es ser contracíclicos y hoy a uno como colombiano le cuesta entender por qué invertiría un extranjero en el país, mientras el sesgo de los locales es hacerlo afuera”, complementa Marulanda. 

Con dos inversiones más en la región, además de GHL Hoteles (una en Perú, en una compañía de servicios de TI Canvia y la otra en el Grupo Transmerquim, S.A. de Centroamérica), Marulanda explica que su perspectiva es diferente ya que cuentan con un portafolio global. “Cuando vemos cuánto tenemos invertido en Colombia, es poco del total y por eso podemos invertir mientras poca gente quiere hacerlo”, explican.

“Somos inversionistas de mediano y largo plazo”.

De cara al futuro, señalan que tienen en el radar entre 20 y 30 compañías, con cuyos accionistas han mantenido conversaciones durante años con el fin de evaluar potenciales inversiones. 

“Primero, viene un período de enamoramiento y evaluamos si nos sentiríamos cómodos siendo sus socios, y el sentimiento tiene que ser recíproco”, explica Marulanda, y enumera los motivos que llevan a muchas familias empresarias a vender o a buscar un socio inversionista.

“El primero es la transición generacional; el segundo es que esas familias tienen concentrado su patrimonio en un solo mercado y quieren diversificar; y el tercero es que muchas empresas ya tienen participaciones de mercado importantes, y al final la alternativa para crecer es comprando otras compañías, o saliendo del país donde no se sienten tan cómodos”, señala.

Y allí es donde Advent puede jugar un papel activo. Una vez hecha la inversión se sientan en la junta de la compañía y con la gerencia establecen planes de transformación y crecimiento de la empresa.

“Somos inversionistas de mediano y largo plazo, estamos cinco o siete años en promedio con un activo”, explica García Podestá. “Dependiendo del potencial de los activos podemos ser pacientes y seguir aportando en el crecimiento del negocio, pero tenemos que generar retornos y redistribuirlos a nuestros inversores”.

Y aunque la venta de Sophos se produjo solo tres años después de su adquisición cuando apareció una oferta no solicitada, ambos están convencidos del potencial de GHL Hoteles, a pesar de los vaivenes de la política y el ciclo económico bajista. 

“La macro juega un rol pero estamos convencidos del potencial del turismo en Latinoamérica, donde estamos hace 25 años, y en Colombia porque está un poco desconectado de la incertidumbre económica y política”, rematan.