Con negocios en industria, transporte, medios de comunicación, entretenimiento, comercio y energías renovables, el grupo familiar se sigue consolidando como uno de los más importantes. Su matriarca, Beatriz Dávila de Santo Domingo es la única mujer en el listado de los más ricos del país.
Beatriz Dávila de Santo Domingo sigue siendo la mujer más rica de Colombia. La viuda del empresario Julio Mario Santo Domingo, que ha construido una carrera de negocios y filantropía, es la única mujer millonaria de Colombia en el listado Forbes, con una fortuna de 3.700 millones de dólares, según cifras de Forbes World’s Billionaires List 2024. Esto la posiciona como la tercera persona más rica del país.
A sus 84 años, la matriarca de una de las familias más importantes de Colombia, maneja un tercio del holding Santo Domingo, y posee acciones en el gigante Anheuser-Busch InBev, que constituye no solo la mayor parte de su fortuna, sino de la de toda la familia.
Su hijo, Alejandro Santo Domingo, es quien está a la cabeza de los negocios familiares. Con una fortuna personal de 2.800 millones de dólares, el empresario de 46 años tomó el liderazgo del holding desde 2011, tras el fallecimiento de su padre.
Alejandro es el presidente de la junta directiva del Grupo Valorem, que nació con la escisión de negocios entre Bavaria y Valores Bavaria en 1997. Si bien aún conservan el 1,2% del gigante cervecero mundial Anheuser-Busch InBev (AB InBev), matriz de Bavaria, Valorem se ha convertido en su principal vehículo de inversión en Colombia, lo que les ha permitido diversificar su portafolio en sectores como el retail, el transporte, la industria, los medios de comunicación y ahora las energías renovables.
En el último quinquenio uno de sus negocios más fortalecidos ha sido la cadena de supermercados de hard discount D1. En 2023, por ejemplo, la cadena minorista reportó ventas por $17,39 billones, con un crecimiento del 24,8% frente al 2022 (13,92 billones de pesos). Ya alcanzaron más de 2.400 tiendas en 520 municipios y tienen un ambicioso plan de expansión de la mano de 20 centros logísticos y alrededor de 19.500 colaboradores en 28 departamentos.
“Actualmente, más de 90% de los hogares en Colombia compran en una tienda D1. Esto lo hemos logrado en una coyuntura de alta inflación porque nuestra propuesta de ser la mejor opción en relación calidad-precio es muy atractiva en el contexto actual. El mercado es dinámico, hay competidores constantes, así como unos que se quiebran y unos nuevos”, explicó a Forbes en una conversaci´´on previa a esta edición Christian Bäbler Font, CEO de D1 S.A.S.
Según datos de la compañía, cerca de 1,6 millones de Colombianos visitan a diario sus tiendas.
A diferencia de casos como el de Justo y Bueno, que desapareció tras su liquidación en 2022 (ahora reemplazado en el mercado por Ísimo de Grupo Olímpica), D1 no ha parado de crecer gracias al músculo financiero de los Santo Domingo. La cadena, fundada por el chileno Michel Olmi, abrió en 2009 su primera tienda en el barrio San Pío, en Itagüí; completó 50 establecimientos en 2010 y se expandió a toda Colombia en 2011. En 2015, la familia Santo Domingo se quedó con el 60% de la empresa y desde entonces se ha constituido como el líder del hard discount y uno de los principales jugadores del sector retail.
También posee más del 80% de participación en la empresa de transporte Ditransa, y en Cine Colombia, Caracol Televisión y Blu Radio. En el último año, han apostado por entrar de lleno a una industria con un alto potencial en Colombia: las energías renovables.
Tras firmar una alianza estratégica con su socio francés EDF Colombia, una de las filiales de Valorem, Refocosta, anunció que construirán una nueva planta de generación de energía con biomasa, que estará ubicada en el municipio de Villanueva, Casanare. Se trata de una infraestructura que tendrá una capacidad total instalada de 28 MW y en la que se invertirán cerca de US$50 millones para su desarrollo.
En 2023 la familia vendió 166,7 millones de euros en acciones de la propietaria de Peet’s Coffee, un movimiento que redujo su participación a más de la mitad, según consta en los registros. También vendieron parte de una participación de unos US$1.000 millones en Keurig Dr Pepper Inc. y aumentaron su apuesta por Flying Embers, fabricante de cócteles enlatados.
Hoy, el conglomerado ha consolidado activos en Colombia que ascienden a los $5,4 billones. “Cada una de las empresas de nuestro portafolio continúa enfocada en liderar sus segmentos, materializando nuestra apuesta por el desarrollo sostenible de Colombia”, explicó en conversación con Forbes Felipe Arrubla, mano derecha de la familia Santo Domingo y quien ha estado en el grupo desde hace más de 20 años.
Una fortuna familiar
Andrés, el menor de los hijos de Julio Mario, se ha mantenido al margen de los negocios familiares y se ha enfocado en la música, el arte y la filantropía como parte de la alta clase social de Nueva York, donde reside.

En el listado global de millonarios de Forbes ocupa el puesto 1.804, con una fortuna de 1.700 millones de dólares, convirtiéndose en el tercer Santo Domingo más rico, detrás de su mamá y su hermano mayor, respectivamente.
Forbes también tiene en el radar a Vera Rechulski Santo Domingo, viuda del primer hijo de Julio Mario Santo Domingo, que falleció en 2009 a causa de una enfermedad. Ella también tiene participación en el holding familiar y sus dos hijos, Tatiana Casiraghi y Julio Mario Santo Domingo III, poseen participaciones más pequeñas de alrededor del 5% cada uno.
Entre los negocios que manejan, poseen una participación en Château Pétrus, una finca vinícola francesa que produce algunos de los vinos más caros del mundo. Las participaciones públicas de la familia incluyen participaciones en Keurig Dr. Pepper, Kraft Heinz y el propietario de Peet’s Coffee, JDE Peet’s.
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