Colombia es el país de la región con mayor crecimiento de la industria hostelera. Un jugador está sumando puntos importantes en las estadísticas: con una proyección de ingresos de US$30 millones para 2024, Viajero Hostels le está apuntando a ser el referente latino, apalancándose en la sostenibilidad.

En una soleada mañana de finales de enero, Alejandro Osorio recorre el spa del Viajero Hostel ubicado en el vibrante centro de Bogotá. El empresario, de 33 años, explica que la capital colombiana tiene el potencial de ser esa última parada de millones de viajeros internacionales que llegan a recorrer el país y que, por supuesto, están preparados para darles una dosis de relajación y reposo antes de que vuelen a sus lugares de origen.

Si lo logra, el panorama para Bogotá es positivo. Más de 3,8 millones de turistas extranjeros llegaron a Colombia en 2023, según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Y dentro de las preferencias de estos viajeros, los hostales están ganando terreno. Según HostelWorld, plataforma global líder en estadías hosteleras, las reservas en Colombia crecieron 165% en 2023 y los precios aumentaron año a año 18%.

HostelWorld asegura que el Grupo Viajero es uno de los más populares en Colombia, sin olvidar que compite con algunas marcas muy bien posicionadas en diferentes zonas del país como Los Patios Hostel en Medellín y Costeño Beach Hostel en Guachaca, Santa Marta. Además, tiene 2.945 establecimientos registrados en la categoría de hostales con los cuales compite a nivel nacional, según datos de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco).

Aún con grandes competidores, las cifras de Viajero Hostels son sólidas. En 2023 registró ingresos por US$24 millones, con una tasa de ocupación anual cercana al 70% en todos sus establecimientos, lo que son unas 520.000 camas reservadas. Para 2024 tiene una proyección de US$30 millones en ingresos.

Lo que pasa hoy con Viajero es lo que su CEO soñó hace algunos años. En 2013, durante un intercambio impulsado por su alma mater, la Universidad de Los Andes, Alejandro se empapó de la vida hostelera en Europa, donde hizo amigos y se divirtió en grande. Cuando volvió, sus compañeros de aventura querían visitar Colombia y se percató de que en el país no había una infraestructura hostelera atractiva. Así como sus amigos, miles de extranjeros vieron a Colombia como un destino llamativo después de la firma del acuerdo de paz (2016).

Alejandro Osorio, CEO Viajero Hostels.
Foto: Diana Rey Melo ©

Esa idea se quedó en su cabeza, por lo que creó un fondo de ahorro con algunos colegas y soñó con una cadena de hostales con todas las comodidades y servicios al mejor estilo europeo pero con sello latino. Mientras tanto, trabajó como analista financiero para Terranum Hotels del Grupo Santo Domingo en la construcción del Hotel W de Bogotá, y también participó en la construcción del Four Seasons de Cartagena.

En 2017 empezó la travesía. En su búsqueda por hacer su sueño realidad se encontró con una grata sorpresa, un “elemento de suerte que todo el mundo necesita para que las historias sean exitosas”, dice. Una amiga cercana que trabajaba para Grupo Pegasus, la firma de capital de riesgo y privado, lo llamó y lo citó en su oficina. Un empresario tenía una cadena de hostales que quería vender, ellos estaban dispuestos a desembolsar US$15 millones para la adquisición y crecimiento de la marca y querían a Alejandro en la cabeza de la operación.

Alejandro afirma que Viajero tuvo tres piedras angulares: él, ahora CEO de la empresa, su ángel inversionista y el fundador original. En la década de los 2000, un uruguayo se preguntó si no había viajeros en Montevideo porque no había hostales o no habían hostales porque no había viajeros, y resolvió el problema abriendo el primer Viajero Hostel en la ciudad, que rápidamente se llenó de mochileros. El éxito fue absoluto y la inauguración de otros hostales en el país no tardó, pronto el “pequeño” territorio uruguayo se quedó corto así que contactó con un amigo colombiano que había conocido precisamente en un hostal para traer la idea de negocio al país. Así nació Viajero Cartagena, después vinieron San Andrés, Cali y Salento.

Para ese entonces los fundadores originales querían vender y Alejandro estaba más que feliz de recibir la marca. En 2017 la tomó y la mejoró pues aunque “Viajero en ese momento era la mejor cadena que había en Colombia, no tenía los estándares que queríamos tener en nuestra segunda etapa de la marca”, explicó. Con Alejandro dirigiendo, se inauguró el Viajero del Tayrona, Santa Marta, Buenos Aires, Medellín, Miami, Ciudad de México y otro en costa mexicana, Ecuador y Perú con la adquisición de la cadena más grande del país Inca. En los planes está el Viajero de Guatapé y se han explorado posibilidades en más playas de México y Machu Picchu.

Viajero quiere ser el referente de la hostelería en Latinoamérica y con el posicionamiento de Colombia en el turismo mundial tiene grandes oportunidades. Según HostelWorld, Colombia es el país líder en crecimiento de hostelería en la región, además, los hostales del territorio nacional tienen una calificación promedio muy alta en comparación con el resto de establecimientos de América Latina, aproximadamente alrededor de 9. Los que más visitan el país son los ingleses seguidos de los alemanes y los estadounidenses.

“Los hostales pueden contribuir de manera significativa a dinamizar el turismo al ofrecer alojamiento económico, promover destinos alternativos, facilitar el intercambio cultural y fomentar un turismo alternativo”, explicó José Andrés Duarte García, presidente de Cotelco.

Colombia tiene algo a su favor en esta industria: miles de hectáreas de verde para disfrutar, y los hostales suman otro punto: son sostenibles. HostelWorld asegura que estos establecimientos producen un 82% menos de carbono que sus homólogos hoteleros. Mientras que la plataforma Booking afirma que más de la mitad de los viajeros (64%) buscarán una arquitectura que tenga características medioambientales, el 70% quiere ver la sostenibilidad en acción y el 76% de ellos esperan ver el exterior dentro del alojamiento, con espacios verdes y plantas.

Viajero ya lo sabe. Contrató una directora de sostenibilidad que capacitó un equipo para enseñarles a sus huéspedes a ser viajeros y no turistas, eliminando así la connotación negativa que tiene el turismo (contaminación, irrespeto por el lugar, mal uso de los recursos…). Además de implementar prácticas sostenibles en todas sus áreas.

De vuelta al Viajero de Bogotá, este CEO está seguro de tener en sus manos un producto atractivo, sostenible, inclusivo y de altos estándares. Mientras mira el tablero de actividades se convence aún más de que su marca resalta esa ‘S’ que los diferencia de los hoteles: el componente social que crea relaciones amorosas, laborales y de amistad.

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