Dos playas recibieron el galardón por primera vez, cuatro se recertifican por segunda vez y tres por quinta vez. El sello, otorgado por la Fundación para la Educación Ambiental (FEE), se renueva cada año.
Colombia ya cuenta con nueve playas con el sello internacional Blue Flag (Bandera Azul), que reconoce los lugares marino-costeros del mundo que contribuyen positivamente al medioambiente, la cultura y el bienestar de los actores locales, entre otros aspectos.
La certificación es sinónimo de la implementación de estándares y buenas prácticas ambientales y las dos últimas en obtenerla están en Sucre: Playa El Edén y Playa Palo Blanco, en Santiago de Tolú.
Estas se suman a otras cuatro que, por segundo año consecutivo, han alcanzado la Bandera Azul: Playa El Morro en Tumaco; Playa Dorada en Buenaventura; Playa Blanca en Santa Marta y Playa Segunda Ensenada en Coveñas.

De otro lado, se otorgó un reconocimiento especial a tres playas que han conservado la Bandera Azul de manera ininterrumpida durante cinco años consecutivos: Bello Horizonte, bajo la concesión del Hotel Zuana en Santa Marta; Playa Azul de la Boquilla en Cartagena y la Playa de Johnny Cay en San Andrés.
El sello, otorgado por la Fundación para la Educación Ambiental (FEE) y renovado de manera anual, analiza criterios como calidad del agua, seguridad, servicios, gestión, educación e información ambiental, y resalta el firme compromiso del país con la gestión sostenible de sus destinos turísticos costeros.
Las 9 playas certificadas son el resultado del esfuerzo y la sinergia entre el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, las alcaldías de los municipios costeros y la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (Acodal), que congrega a los actores del sector de agua y saneamiento básico, y se desempeña como el operador oficial del programa Banderas Azules representando a la FEE en Colombia.
En 2023, el Ministerio invirtió más de $3.200 millones en asistencia técnica, estudios y apoyos que requieren las playas. Para 2024 se están gestando nuevas iniciativas para garantizar un flujo de inversiones hacia las playas cercanas a los $5.000 millones.