Los líderes empresariales deben ser proactivos en reconocer los usos de la IA de cara al consumidor y las impresiones que esta genera en ellos. ¿Qué retos hay que superar?
En los últimos tiempos, la Inteligencia Artificial (IA) ha dejado de ser un mero concepto futurista para convertirse en una realidad palpable y cotidiana. Herramientas como ChatGPT han demostrado una adopción vertiginosa, alcanzando un millón de usuarios en apenas cinco días, un testimonio de su relevancia y atractivo. Spotify tardó unos 150 días en reunir un millón de usuarios; Instagram, unos 75 días. Esta acelerada integración de la IA en nuestras vidas no solo refleja el avance tecnológico sino también un cambio significativo en la percepción y expectativas del consumidor.
La más reciente encuesta de BCG, “Consumers Know More About AI Than Business Leaders Think”, revela que la mayoría de los consumidores en diversos países están no solo familiarizados con la IA, sino que también la utilizan activamente. En países como India y los Emiratos Árabes Unidos, más del 90% de los encuestados conocen herramientas como ChatGPT. A nivel global, un 75% de los encuestados ya ha utilizado servicios potenciados por IA, con cifras aún más altas en mercados emergentes como Brasil y los Emiratos Árabes Unidos.
Este entusiasmo generalizado, sin embargo, viene acompañado de un escepticismo igualmente notorio. Los consumidores no solo se sienten atraídos por las posibilidades que ofrece la IA, sino que también están conscientes de sus riesgos potenciales. Este dualismo emocional destaca la importancia de una comunicación efectiva y honesta por parte de las empresas que desarrollan y comercializan estas tecnologías.
Desde el punto de vista empresarial, es esencial reconocer esta sofisticación en la percepción del consumidor. BCG encontró que mientras el 60% ve con buenos ojos el impacto de la IA en la educación y aprendizaje, un 33% expresa preocupación por la seguridad de los datos y el uso ético de la tecnología. Este conocimiento detallado de las ventajas y desventajas de la IA exige un enfoque equilibrado en la promoción de productos tecnológicos.
Las empresas deben también navegar cuidadosamente por la curva de “desinformación-emoción-preocupación”. Es fundamental desmentir mitos y proporcionar información clara y precisa al inicio de cualquier campaña o lanzamiento de producto. A medida que los consumidores se familiarizan con la IA, es probable que sus preocupaciones iniciales evolucionen hacia cuestiones más complejas y profundas, como la dependencia excesiva de la tecnología, la seguridad de los datos personales y la potencial pérdida de empleos debido a la automatización.
Además, es esencial adoptar y promover prácticas de IA responsable. Esto no solo implica asegurar que la tecnología se utilice de manera ética, sino también comunicar estas políticas de manera transparente a los consumidores. Por ejemplo, las políticas de privacidad y las medidas de protección de datos deben ser claras y accesibles para todos los usuarios.
Finalmente, los líderes empresariales deben ser proactivos en reconocer las variadas respuestas emocionales hacia la IA en diferentes mercados. Los mercados emergentes, en particular, muestran un entusiasmo considerable por la tecnología, impulsado posiblemente por la percepción de que la IA puede abordar necesidades locales insatisfechas de manera efectiva, tales como la educación y la salud. Por ello, el 39% de los consumidores en estos mercados reportan una influencia positiva de la IA en su vida cotidiana, comparado con una visión más cautelosa en mercados maduros. Esto ofrece una oportunidad única para las empresas de adaptar sus estrategias y productos a las necesidades específicas de estos mercados, en lugar de aplicar un enfoque uniforme.
La rápida adopción de la IA presenta desafíos únicos y oportunidades significativas para las empresas. Comprender profundamente y responder a la percepción del consumidor no es solo una práctica recomendable, sino un imperativo estratégico en nuestro mundo tecnológicamente avanzado. La clave está en equilibrar las expectativas con una comunicación honesta y prácticas responsables, asegurando que la tecnología avance de manera que beneficie a todos los usuarios.
Por: Christopher Weisz*
*El autor es managing Director & Partner de BCG.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
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