Los colombianos no están acostumbrados a abastecer o generar su propia energía. Sin embargo, con el cambio climático y un posible escenario de déficit energético a finales de esta década, los usuarios deben estar preparados para enfrentar cortes temporales del servicio o un suministro débil, ¿qué alternativas hay?

En 2024 Colombia tuvo por primera vez en mucho tiempo un riesgo de apagón. La fuerte temporada del fenómeno de El Niño secó parcialmente los abastecimientos de agua que alimentan las hidroeléctricas y la amenaza estuvo latente. Afortunadamente, los gobiernos locales implementaron planes de ahorro de agua, las lluvias volvieron y el suministro eléctrico se mantuvo estable.

Aún así, no es un problema que queda atrás, todo apunta a que el cambio climático se intensificará en los próximos años y el servicio de la electricidad podría sufrir cortes temporales, algo que ya pasa en países cercanos como Ecuador y Cuba.

Al mismo tiempo, Colombia está en una contrarreloj por asegurar su matriz energética, cifras de gremios como Acolgen, Andeg y la propia Upme indican que habrá un déficit estructural de electricidad hacia el 2027 – 2028. Y, aunque desde ya se está trabajando en diferentes proyectos para no llegar a ese escenario, las demoras en la ejecución podrían jugarle una mala pasada al suministro eléctrico de los colombianos.

En este escenario, mantener la soberanía energética ya no es tarea solo de los gobiernos y los privados, es algo que le compete a todos los ciudadanos. La buena noticia es que es posible ser responsable de la generación de su energía de forma limpia, confiable y más económica y, según datos de Ser Colombia, la Asociación de Energías Renovables, con el autoabastecimiento de energía el ahorro oscila entre el 30% y el 100%.

“Los modelos de negocio que nuestros asociados han venido estructurando han aumentado la accesibilidad, han reducido las pérdidas en la red y son un catalizador para el cambio en la configuración del mercado eléctrico mismo. El usuario tiene una participación cada vez más activa en su gestión de la demanda, esto permite avanzar hacia un mercado más descentralizado”, explicó Alexandra Hernández, presidente ejecutiva de Ser Colombia.

Es difícil predecir qué pasará con la energía en Colombia, pero es fácil estar preparado para cualquier escenario y aportar un grano de arena a la transición energética. Hay alternativas en el mercado que ofrecen a los usuarios diferentes soluciones de autogeneración de energía, es cuestión de encontrar la que mejor se acomode a sus necesidades y presupuesto.

La empresa china Ecoflow, que acapara 55% del segmento global de estaciones de carga portátiles, llegó a Colombia para ofrecer esta solución en 2021. Cristian Barrios, su country manager, asegura que, a diferencia de países como República Dominicana, la adopción en Colombia ha sido lenta pues no hay una cultura de autosuficiencia energética, mucho de su trabajo ha sido educativo.

La solución funciona como una batería portátil para el celular, solo que un poco más grande, con la capacidad de alimentar un hogar y con autonomía hasta de un mes, es un dispositivo silencioso que se puede ubicar en cualquier lugar. La estación -que está disponible a nivel nacional en el marketplace de Homecenter- ha ganado popularidad en el mundo por sus baterías de litio que le permiten una vida útil de 10 años. La inversión inicial puede ir desde el millón de pesos y, según Barrios, el grueso de sus clientes son personas que viven en lugares rurales donde hay frecuentes cortes de energía o suministro débil.

La estación se puede cargar con electricidad convencional o con paneles solares, la marca ofrece un opción plegable de los mismos, sin embargo, hay varias empresas que proveen el servicio de venta y alquiler de paneles solares que es la forma de autoabastecimiento de energía más común en las residencias y negocios pequeños.

Persun, del Grupo Super Solar Systems, es uno de los modelos de negocio más interesantes de esta industria. Esta empresa se encarga de instalar paneles solares en su casa, hacer la conexión a sus redes, reglamentar los permisos y lidiar con todos los engorrosos procesos, todo sin inversión inicial, el pago es mensual por los kilovatios/hora (kWh) consumidos.

“Las facturas de energía hoy están cobrando cerca de mil pesos por kWh, en nuestras negociaciones llegamos a precios de $650, $700 u $800 dependiendo del tamaño”, explicó Juan Diego Trujillo Vélez, director de Persun. El cliente recibirá las dos facturas -del operador regular y de Persun- a final de mes y en la suma de ambas se verá reflejado un ahorro significativo en la tarifa.

Estos son algunos ejemplos de las alternativas que hay en el mercado para gestionar su propia energía, aunque hay muchas más. Con una inversión inicial más alta, tiempo y conocimiento del tema, puede instalar todo lo que se requiere para que su hogar dependa de la energía solar y generadores que cubran los espacios nocturnos y no pagar en el futuro por el servicio. Hay bastantes empresas que lo pueden asesorar y acompañar en los procesos.

“En este segmento, hay un particular protagonismo de emprendedores y jóvenes que innovan con nuevas tecnologías, ingenio colombiano que avanza a pasos agigantados y que hacen parte del sector de las renovables”, explicó Hernández.

Ser responsable de su propia energía no solo lo ayuda a estar preparado para cualquier eventualidad, también lo vuelve un abanderado de la sostenibilidad, independiente de los proyectos públicos y privados, y le permite protegerse de la inflación de los servicios y ahorrar unos pesos.

#NuestraRevista Este es un artículo publicado en nuestra edición de la revista Forbes Colombia de julio.  Si desea recibir esta información de primera mano en nuestra revista física, ingrese a https://forbesdigital.publica.la/library para suscribirse.

Le puede interesar: ‘Se va a demandar más energía en los próximos años’: Diego Mesa