Timothy Katz, director y titular global de responsabilidad en YouTube, conversó, en exclusiva con Forbes, sobre el impacto que tiene la empresa en los usuarios actuales y el futuro de esta plataforma de video.
Timothy Katz tenía 21 años en 2005, el año en que se fundó YouTube. Él no recuerda con exactitud cuál fue el primer video que vio ahí, aunque supone que, tal vez, fue un contenido relacionado con perros y gatos en una patineta. Y lo cree porque relaciona esas imágenes, que le parecían divertidas, con el momento en que su mente voló más allá: “Esta plataforma cambiará el mundo”. Katz vislumbró que YouTube lo revolucionaría todo.
Lo que entonces ni imaginó siquiera fue que, 19 años después, él estaría a cargo de la estrategia de YouTube en América Latina y Canadá, así como de la división mundial de Responsabilidad, la cual es una de las áreas clave de la compañía.
En la actualidad, YouTube cuenta con más de 2,000 millones de usuarios activos al mes, quienes, al día, consumen más de 1,000 millones de horas de video y generan 1,000 millones de visitas. Así que no es gratuito que una de las grandes preocupaciones de la plataforma propiedad de Alphabet, matriz de Google, sea asegurar que los consumidores reciban información verídica y de fuentes totalmente confiables.

“Es como el mundo real: la mayoría de las personas son buenos actores, pero no todos, por lo que el desafío más grande para nosotros es mantenernos conscientes y estar por encima de los malos actores que pueden intentar utilizar nuestra plataforma para la desinformación, daños, estafas o fraude financiero, para beneficio personal y otras cosas que no son buenas para nuestros usuarios”, dice Katz, en entrevista.
Mientras el mundo vive un crecimiento explosivo en el consumo de videos, podcasts y transmisiones en vivo, además de las herramientas de Inteligencia Artificial (IA), YouTube tiene la certeza de que, en adelante, no enfrentará mayor desafío que mantener la confianza de los usuarios, pues así es como avanza la tecnología, si bien, crece el número de personas que buscan el beneficio personal a partir de lastimar a otros.

El catcher de YouTube
“Tim”, como lo llaman cariñosamente, es un amante del beisbol y le gusta jugarlo, aunque admite que no es muy bueno. Su posición favorita es la de catcher, pues es el jugador que tiene toda la visión del campo, además de que es una especie de coach dentro del terreno de juego.
Curiosamente, estas habilidades coinciden con las que ha desarrollado en su paso por YouTube desde su ingreso, en 2011. En estos 13 años, ha creado áreas que hoy son estratégicas para la tecnológica, como la de deportes, que hoy incluso cuenta con acuerdos millonarios con ligas como la NBA o la NFL.
Con su visión de catcher y desde su nueva responsabilidad en la compañía, Katz reconoce que el juego de internet y las redes sociales requiere de poner la mira en la responsabilidad empresarial, razón por la cual, recientemente llevaron a cabo, en México, el evento YouTube Impacta.
“Cuando se trata de temas delicados, como la salud, las finanzas, las noticias o las elecciones, queremos asegurarnos de recomendar las fuentes de la más alta calidad a nuestros usuarios porque, muchas veces, lo que podría parecer lo más satisfactorio para un usuario o que contara con mayor interacción, son en realidad medidas muy pobres, lejanas a una experiencia de alta calidad”.
YouTube Impacta reunió a creadores de contenido y expertos en las cuatro áreas arriba mencionadas, para hablar sobre las estrategias que implementa en estas divisiones, y garantizar que el usuario final consuma un mejor contenido. Así, por ejemplo, anunció las Etiquetas de contenido alterado (visibles ya en dispositivos móviles), para que los creadores indiquen al usuario cuando han usado contenido modificado o sintético mediante IA generativa en sus videos.
También lanzó News Watch Page, una experiencia de visualización que reúne contenido noticioso de fuentes diversas y autorizadas dentro de YouTube, para que los usuarios puedan, desde un mismo lugar, consultar todo el contenido relacionado con noticias y acontecimientos específicos, a través de múltiples formatos como video-resúmenes, transmisiones en vivo o shorts (videos cortos).
Del celular a la sala
YouTube llegó a contar con más de 65 millones de personas mayores de 18 años en Latinoamérica, de acuerdo a los últimos reportes disponibles hasta 2023. Durante la pandemia de Covid-19, que apareció en el mundo durante 2020, y también en la postpandemia, YouTube experimentó una explosión en la generación y consumo de contenido.
En Latinoamérica, más de 750 canales sobrepasan el millón de suscriptores, un aumento del 25% año tras año, y más de 6,500 canales tienen más de 100,000 suscriptores, un incremento del 30% anual.
El dispositivo móvil sigue siendo la herramienta de mayor uso en la región, pero la de más rápido crecimiento es la sala de estar. Por ello, cada vez es más común el consumo de contenido en televisores inteligentes.
Otra tendencia, particularmente vista en dispositivos móviles, es la proliferación de los videos cortos, una demanda que, en un principio, era cubierta por videos sencillos, pero que cada vez exige una mayor calidad.
“En la región, existe una oportunidad real para que sigamos invirtiendo en nuestros creadores; pero, en cierto modo, es un comienzo que, luego, les permitirá crear contenido de alta calidad. Y, cuando nuestros usuarios consumen mucho, los anunciantes quieren llegar a esas personas. Y luego está el modelo de negocio para nuestros creadores, y todo se convierte en un agradable círculo virtuoso”, dice Katz.
Más de 4,000 canales en Latinoamérica ganaron dinero con los productos de monetización alternativa de YouTube en 2022, un aumento de más del 10% con respecto al año anterior. Para diciembre de este año, los canales de YouTube obtuvieron arriba de 120% más ingresos por membresías del canal, en comparación con el año anterior.
A nivel global, la tecnológica pagó más de 50,000 millones de dólares a creadores, artistas y empresas de medios entre 2020 y 2022.
Mayor monetización y más formatos
Desde su lanzamiento en 2005, YouTube se convirtió en un semillero de creadores de contenido. Sin embargo, a partir del surgimiento de Tiktok y del video corto, varios han migrado de plataforma.
Ante esta realidad, la compañía, propiedad de Google, apuesta por un modelo de negocio que permita a los creadores de contenido llegar a las audiencias que desean y que al hacerlo vean no sólo resultados en la cantidad de reproducciones, sino también en su bolsillo. “Queremos asegurarnos de que tengan la capacidad de ganar dinero y [tener] un negocio sostenible”, dice Tim Katz.
Aunque YouTube incursionó hace tiempo en los videos cortos y las transmisiones en vivo, recientemente lanzó una de sus grandes apuestas ante las tendencias observadas: el podcasting, que permite al creador realizar contenido en audio o video, algo que, sin duda, ha llamado la atención de los podcasters y de los consumidores de este tipo de materiales.
“Cuando pienso en el futuro de YouTube, pienso en satisfacer las necesidades de los usuarios aprovechando la tecnología y haciéndolo de manera responsable. Ésa es la clave. Creo que la IA generativa tendrá un impacto enorme en la plataforma y será mayormente positivo, como una oportunidad para que los creadores creen más y para que los usuarios tengan acceso a mucha más información y entretenimiento. Pienso en un flujo interminable de contenido”.
Hace 19 años, Tim Katz era un espectador más en el estadio donde juegan las nuevas tecnologías. Hoy, como todo catcher, tiene bien analizado el campo de juego, sus riesgos y fortalezas. Sabe que la plataforma que mostraba videos de perros y gatos en patineta, hoy es uno de los negocios más poderosos del planeta y con mayor proyección. La estrategia es cambiar el mundo desde YouTube. El catcher ya mandó la señal al pitcher y la bola viene en camino.
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