Esta tendencia, cuyos protagonistas son la generación Z, está convocando a las empresas a considerar cada vez más aspectos relacionados con la felicidad, el bienestar integral, la flexibilidad cognitiva y la seguridad psicológica.

“Viajar puede cambiarte la vida… pide esos días de vacaciones y descubre, con la guía de Alan, la versión de ti que está esperándote fuera de tu zona de confort”. Esta invitación aparece en la contraportada del libro de Alan por el mundo, un viajero incansable que ha recorrido prácticamente todo el planeta, compartiendo sus vivencias en una bitácora digital que siguen más de 3 millones de personas. Él cuenta que ha aprendido a entender a los demás desde la tolerancia.

Sin duda, viajar es un anhelo para muchos y un ejemplo de las prioridades que, especialmente hoy, los jóvenes menores de 26 años evalúan al momento de asumir nuevas responsabilidades profesionales. Según la RAE, éxito es “el resultado feliz de un negocio o actuación. Es sinónimo de triunfo, victoria, consecución”. Hoy en día, el concepto ha cambiado.

Si bien durante muchos años la meta era lograr un ascenso laboral, desde hace un tiempo entran en juego factores clave como la salud física y mental, los valores personales, el manejo del estrés e incluso las habilidades de liderazgo gerencial.

Por eso, cada vez más se habla del quiet ambition, una forma de alcanzar logros de manera silenciosa y discreta, sin alardear de los resultados obtenidos ni buscar la validación o el reconocimiento externo. Escalar en el mundo corporativo ya no es una prioridad. Ahora es válido decir “no” a la posibilidad de un ascenso; de hecho, esta opción se ha vuelto cada vez más deseable.

¿Qué dicen los estudios acerca de esta tendencia emergente?

Esta creciente preferencia está relacionada con la aspiración de lograr autenticidad y preservar la salud mental por encima de la ambición, el poder y el reconocimiento o mayor estatus. Una encuesta de Gallup de este año analizó qué es lo importante para la generación Z y cómo proyecta su futuro. Un hallazgo interesante fue entender que “el propósito también significa perseguir cosas que se conecten profundamente con el sentido de uno mismo… no tiene que centrarse en un trabajo. Puede tratarse de causas que apoyas o de las relaciones que formas”.

Por su parte, la revista Fortune y la firma Visier estudiaron el fenómeno del quiet ambition y concluyeron que, para la generación de jóvenes adultos, el progreso se puede alcanzar de formas que trascienden la jerarquía organizacional:

  • Solo el 38% de los empleados están interesados en convertirse en gestores/jefes de personas en su organización actual.
  • El 44% de los hombres están interesados en convertirse en gerentes de personal en su organización actual, frente a solo el 32% de las mujeres.
  • El 38% de las mujeres que tienen hijos pequeños afirmaron que, sin flexibilidad en el lugar de trabajo, tendrían que abandonar la empresa o reducir su jornada laboral.
  • Solo el 36% de los empleados que respondieron la encuesta están interesados en convertirse en gerente de personas en una organización diferente.
  • Los empleados están desplazando sus prioridades del trabajo. Las principales ambiciones de los encuestados incluyen pasar tiempo con familiares y amigos (67%), estar física y mentalmente sanos (64%) y viajar (58%). Solo el 9% menciona convertirse en gerente de personas y solo el 4% en ejecutivo de alta dirección.

Liderazgo flexible

Entre las razones que explican esta tendencia está la satisfacción con las funciones actuales de un cargo, no querer exponerse a mayor sobrecarga y estrés laboral, retribuciones salariales poco significativas, dedicarse a lo valioso y, especialmente, privilegiar el work-life balance.

Así, el quiet ambition supone ciertos retos para las empresas en términos de estilos de liderazgo, motivación laboral y productividad. Los líderes actuales están llamados a valorar aquellos aspectos que le dan sentido al trabajo y que van alineados con la percepción de valor de sus colaboradores. En la medida en que las empresas fomenten espacios de creatividad, favorezcan una cultura de flexibilidad cognitiva y seguridad psicológica, los jóvenes se involucrarán más y estarán más comprometidos con lo que hacen.

Si antes era habitual que las personas pasaran 10 o 20 años en un mismo trabajo, hoy este paradigma ya no tiene eco; el modelo ha evolucionado con incentivos que son altamente valorados cuando se relacionan con el desarrollo personal y ambientes laborales cooperativos. Por ejemplo, brindar mayor flexibilidad laboral para cumplir con el doble rol profesional y familiar es un anhelo generalizado de muchas mujeres.

Un enfoque interesante lo brinda Juan Pablo Zuloaga en su libro Ser rico es fácil y muy jodido: “pasamos demasiadas horas de la vida trabajando como para desperdiciarlas en algo que no nos gusta hacer. Trabajar para ganar dinero y, ahí sí, hacer lo que nos gusta hacer: esa es la fórmula que generalmente aplicamos. Hay que darle la vuelta. Trabajar en algo que nos guste y disfrutemos y que de paso nos paguen por hacerlo… Conseguir un trabajo que nos haga crecer porque, como diría Tony Robbins, el progreso es igual a la felicidad” (págs. 222 y 223).

Todo esto ocurre en tiempos de gratificación instantánea, como explica la psiquiatra Marian Rojas Estapé. Hoy cobra fuerza la idea de bajar el ritmo, reducir las horas laborales, resignificar el vínculo con el trabajo y reconectar desde la introspección. Mirar el éxito desde una visión holística, más global, que en muchos casos frena anticipadamente escenarios de estrés excesivo o la sensación de tiempo perdido. La transformación también implica una nueva mirada del éxito.

Sobre la autora:
Ilene Daza es autora de los libros: Flexibilidad cognitiva para mentes ágiles, El líder que sí transforma y ¿Cómo desarrollar la alta competencia? Herramientas para salir de la zona de seguridad y entrar a la zona de genialidad.

CEO de ID International Coaching & Consulting. Creadora de LÍDERESNET, academia online de formación ejecutiva. Official partner de HCN World. Es consultora certificada de Growth Management. Coach internacional certificada, Team Coach acreditada por la Internacional Coaching Community (ICC), Máster Trainer en Programación Neuro-Lingüística. Especialista certificada en microexpresiones faciales y lenguaje no verbal. Ha trabajado en empresas colombianas y extranjeras. Formadora de liderazgo, comunicación y altas competencias. Ha sido catedrática en el Prime Business School de la Universidad Sergio Arboleda de Bogotá. Docente experta de la Universidad del Norte de Barranquilla en el Centro de Educación Continua. Docente experta de la Universidad del Rosario de Bogotá en el Centro de Educación Continua, Instructora de certificaciones internacionales para HCN World de Chile. Articulista en medios masivos nacionales e internacionales sobre temas de liderazgo, comunicación, habilidades ejecutivas y altas competencias.
Conferencista certificada por la Asociación de Conferencistas Hispanos. Oradora invitada a congresos internacionales.
Actualmente se dedica a la investigación sobre el comportamiento humano y sus patrones de éxito. También a la enseñanza de teorías y herramientas que apoyen a las personas en el logro de sus objetivos profesionales y personales. Está convencida de que todos poseemos un potencial ilimitado.

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