Banco de Occidente ha construido su estrategia bajo el lema ‘actuar sostenible’, dejando claro que el tema ha estado presente desde su fundación. Además, que su propósito es hacer realidad el desarrollo de las personas, el crecimiento de los negocios y la transformación sostenible del país.

La apuesta del Banco de Occidente ha sido integrar de manera efectiva los principios de sostenibilidad en todas sus áreas de operación, tanto los ambientales, sociales y de gobernanza, pero no sólo para cumplir con las normativas y expectativas actuales, sino también para liderar con el ejemplo y promover un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente.

“Ponemos en el centro de la estrategia nuestro propósito, y así mitigar el cambio climático, la descarbonización, promover el desarrollo en empleados y la sociedad, porque si tu gente está bien, todos estamos bien. Ya vemos resultados, ocupamos el primer lugar en Great Place to Work en Colombia, el mejor lugar para trabajar para las mujeres, y el mejor banco para trabajar en Latinoamérica en la categoría de grandes empresas”, comenta Daniel Felipe López Sierra, gerente de Sostenibilidad del Banco de Occidente.

La suma de todo esto impulsa el crecimiento sostenible de los negocios, apalancado por un enfoque de gobernanza y transparencia para la toma de decisiones de manera ética, luchando contra la corrupción y con un portafolio de productos que atienda en los criterios ESG a todos sus clientes.

Un compromiso organizacional

El Banco de Occidente ha construido cinco pilares para y así pasar a la acción. El primero, que la alta dirección esté ‘montada’ en el desarrollo sostenible, y se alinee con todas las áreas. El segundo, incluir la sostenibilidad como eje de la estrategia corporativa, para proyección en el mediano y largo plazo, y lograr más personas impactadas.

El tercero es la sensibilización con las áreas para que la sostenibilidad se involucre activamente a los equipos y la ‘vivan’ en el día a día. El cuarto es el fortalecimiento de los planes de comunicación para que las personas sepan cómo sumar acciones para un cambio mayor.

“El quinto es una cultura que resalte el impacto de las operaciones. Una persona puede sentir que hace una labor pequeña, pero cuando entiende que sin esa labor se cae un negocio, o no se puede colocar un crédito, ve que es parte de un engranaje, de una gran máquina. Cada tarea, por pequeña o grande que sea, la reconocemos como importante y por eso la visibilizamos”, menciona López.

Iniciativas de impacto

El Banco le ha puesto el foco a la sostenibilidad desde hace 40 años. Uno de los primeros hitos fue el Ecolibro, que mezcla el análisis científico con imágenes de impacto para visibilizar los ecosistemas que son clave conservar, las praderas submarinas, los páramos, el Amazonas, la Orinoquia, entre muchos otros. Ya suman 40 ediciones y cerca de un millón de copias.

En el negocio, han colocado un 10 % de su cartera en iniciativas en sectores como energía renovable, construcción sostenible, vehículos cero emisiones, eficiencia energética y proyectos sociales, su objetivo es llevar el 15 % o 20 % de su cartera allí. Se están certificando como carbono neutro y potenciando la eficiencia energética, menos residuos, carros compartidos, etc.

Han creado productos como la tarjeta de crédito compartida con UNICEF, donde por cada compra donan dinero para el saneamiento básico de las comunidades de La Guajira. La tarjeta de crédito OcciFlex, 100 % digital, disminuyendo el uso de papel, y un portafolio de tarjetas con sistema touch para que personas con discapacidad visual tengan una mayor autonomía.

“Nos obsesiona que el colaborador y su familia estén bien. Lanzamos una plataforma de formación en temas como liderazgo y nuevas tecnologías, tenemos voluntariados de siembra y reforestación, de la mano con WWF, contribuimos a 43 proyectos en el Pacífico en seguridad alimentaria, liderazgo, empleabilidad, emprendimiento que han beneficiado a más de 21.000 personas, le apostamos al Valle del Cauca, como el apoyo al Museo La Tertulia, la Fundación Delirio, entre otros”.

El poder de celebrar a otros

Uno de sus proyectos más poderosos es el Premio Nacional de Ecología Planeta Azul, una iniciativa que nació en 1993 para visibilizar y reconocer las iniciativas que trabajen en el cuidado y conservación del agua y los ecosistemas asociados. En 2024 se postularon casi 300 iniciativas, y desde hace tres décadas han participado más de 3.400 proyectos.

Este año hay una ‘feliz coincidencia’, la edición 16 se entregará en el marco de la COP16, que tendrá lugar en Cali, el hogar y sede del Banco. La premiación será el 28 de octubre, y se transmitirá a través de YouTube para que el país conozca a los ganadores de las cuatro categorías. La primera celebra las iniciativas de conservación y restauración de recursos hídricos. La segunda se enfoca en proyectos de uso sostenible del recurso y que las comunidades tengan acceso seguro. La tercera se enfoca en la innovación en procesos que generen y desplieguen soluciones. La cuarta, educación ambiental.

Conozca más del premio, los ganadores de ediciones anteriores, recursos para conservar y proteger el agua, e incluso navegue por los Ecolibros en www.comunidadplanetaazul.com

De cara a un futuro más verde

Seguirán consolidando su liderazgo, entregando herramientas y productos que promuevan sostenibilidad a los clientes, colaboradores y proveedores. Además, combinar la innovación tecnológica y eficiencia operativa con herramientas como IA y Machine Learning, compromiso social, ambiental y colaboración estratégica.

“Somos un buen vecino que le apuesta a la conservación del medio ambiente, la educación para el desarrollo y el compromiso con las comunidades. Vamos a reducir emisiones, promover prácticas responsables y seguir siendo uno de los mejores lugares para trabajar. Están pasando cosas buenas, hay que ver el vaso medio lleno para llegar a un futuro más sostenible”, finaliza Daniel Felipe López Sierra, gerente de Sostenibilidad del Banco de Occidente.