Según Naturgas, a partir de diciembre el país afrontará un déficit de gas del 12% que aumentará al 35% en 2025 y 2026. Comité intergremial pide campañas de ahorro de energía, la importación de gas y que el Gobierno pague a comercializadores y distribuidores deudas cercanas a los $7 billones.
El viernes pasado, mientras el país celebraba la confirmación de que el pozo Sirius, en el caribe colombiano, podría aumentar las reservas de gas por 20 años, el presidente Gustavo Petro se iba lanza en ristre contra el hallazgo.
“Claro, puede aparecer como una gran noticia y a alguna persona le dará mucha alegría. ¡Descubrimos gas! ¡Descubrimos un embalse lleno de petróleo! Hoy eso no alegra a la humanidad, la asusta”, dijo el mandatario durante la ‘Feria de Economías para la Vida’, evento preparatorio para la COP16 y que se realizó en el ‘Centro de Eventos Puerta de Oro’ de Barranquilla.
El hecho no pasó desapercibido para los miembros del comité intergremial del sector, conformado por Andesco, Acolgen, Naturgas, Andeg, Asocodis y SER Colombia, quienes, en una rueda de prensa realizada este martes, advirtieron que el país está en el filo de la navaja de un apagón a la vuelta de la esquina.
“No jugamos a que le vaya mal al Gobierno”, dijo Camilo Sánchez, presidente de Andesco, al señalar que un apagón tendría un costo de 2 puntos del PIB.
Según Luz Stella Murgas, presidente de Naturgas, a partir de diciembre el país afrontará un déficit de gas del 12% (equivalente a 120 Giga BTU), que aumentará al 35% en 2025 y 2026.
“No hay gas local suficiente en firme para evitar una interrupción del servicios ni en hogares ni en la industria. Cuando sumamos térmicos el déficit llega al 12% a partir del primero de diciembre”, explicó y señaló que el déficit de gas natural no es una alerta sino una realidad.
Ante ello, dijo que el país debe usar fuentes externas de gas, que se traducirán en un encarecimiento del servicio público más barato que han pagado los colombianos al menos durante los últimos 30 años.
“Estamos en manos del Gobierno. Si el presidente no emite el decreto que elaboró el mismo Ministerio de Minas para habilitar la comercialización de gas importado para cubrir la demanda esencial e industrial en esos 50 Giga BTU, no vamos a poder evitar una interrupción del servicio”, agregó.
Natalia Gutiérrez, presidente de Acolgen, dijo que la situación era previsible hace 3 años y por eso instó al gobierno a promover campañas de ahorro de energía. A la vez, dijo que hay que garantizar que la logística de líquidos para prender las térmicas, que entrarían a reemplazar la generación hidráulica durante el verano energético de comienzos de 2025, sea impecable.
“El parque térmico en este momento se está prendiendo más de lo usual para esta época con el fin de conservar los embalses, que están en un nivel del 51%. Estamos en una situación que nunca habíamos enfrentado en el país en los últimos 30 años”.
“La estrechez entre la oferta y la demanda se energía se debe a la no entrada de proyectos por 4.000 megavatios de energía en los últimos 5 años, por lo cual ante el próximo ‘verano eléctrico’, sumado a la no materialización del fenómeno de La Niña’, se genera una preocupación que debe ser atendida desde ya”, señaló Gutiérrez, de Acolgen.
“No pagar apaga el servicio”, dijo José Camilo Manzur, presidente del gremio de distribuidores y comercializadores de energía, Asocodis, quien advirtió que al 30 de septiembre el Gobierno adeuda a las empresas de energía eléctrica y gas natural cerca de $2,5 billones por concepto de subsidios que mes a mes, hasta ahora, han sido otorgados a los usuarios de estratos 1, 2 y 3.
Esto se suma a los saldos de la Opción Tarifaria (cerca de $4 billones de pesos) y a las deudas de usuarios oficiales. Es decir, el monto total adeudado es cercano a $7 billones, que podría incrementarse. Además, el déficit en la apropiación de recursos para subsidios correspondientes a 2025 suma unos $3 billones.
“Como los comercializadores deben pagar a los otros agentes que conforman la cadena de prestación, lo anterior afecta estos pagos y, por tanto, representa un riesgo sistémico que podría manifestarse no solo en un apagón financiero sino también físico. Además, el no pago de los subsidios podría por ejemplo representar incrementos del 150% en las facturas de los usuarios del estrato 1”, señaló.
Edwin Cruz, vicepresidente de ANDEG, el gremio de las térmicas, dijo el sector enfrenta la situación paradójica de que mientras más se le exige generación, el mismo Gobierno lo sataniza con una visión parcial.
“El aporte reciente de las térmicas ha sido el más importante durante los últimos 30 años. Desde 2023 las térmicas han venido generando en forma sostenida para mitigar los riesgos de un apagón. Colombia no se apagó durante el último Niño por la generación térmica”.
De hecho, en abril de este año se alcanzó el pico de generación térmico (120 kilovatios-hora día), gracias a la disponibilidad de gas natural importado, gas local, carbón y combustibles líquidos que le brindaron soporte y respaldo al mercado eléctrico.