La transformación digital parece inevitable en empresas de todos los sectores y tamaños. Sin embargo, aún hay dudas sobre la correcta implementación de las herramientas, cómo abordar los desafíos que trae el cambio y qué viene a futuro.

La transformación digital está lejos de ser una tendencia reservada para las grandes empresas del mundo, la rápida innovación, y el uso masificado de nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial, está llevando a todas las industrias a replantear sus estrategias para mantenerse relevantes en su mercado. Un reciente estudio mostraba que dentro de las prioridades de los CEOs la sostenibilidad está cediendo terreno frente a la IA, y se espera que el mercado de productos y servicios de IA alcance entre $780 y $990 billones de dólares para 2027.

Sin embargo, las empresas aún son cautelosas en su camino hacia lo digital, algo que se ve con más fuerza en sectores e industrias ‘tradicionales’ donde el uso de sistemas digitales era limitado o su modelo de negocio no pasaba por entornos virtuales. Gustavo Fusoni, Socio de Bain & Company en Colombia, y experto en acompañar a las empresas en su camino hacia la transformación digital, explica que uno de los mayores obstáculos que se han identificado es la falta de talento especializado en áreas como ciencia de datos, ciberseguridad e inteligencia artificial.

“Las estimaciones muestran que el 46 % de las organizaciones mencionan la escasez de habilidades como una barrera significativa para la adopción de tecnologías avanzadas. Además, el 25 % de las empresas identifican la insuficiente infraestructura tecnológica como otro gran impedimento. Estos factores, combinados con la resistencia cultural al cambio, dificultan la adopción rápida y efectiva de tecnologías disruptivas”, comenta.

El papel crucial de la gobernanza de datos

Otro de los principales retos es una adecuada gobernanza de los datos, ya que es pilar fundamental cuando se está pensando en digitalizar procesos, y más si es en industrias críticas como de servicios públicos, salud, educación, o guardan información sensible de clientes. La idea general es que no hay transformación digital sin gobernanza de datos, porque estos son el activo más valioso de la era digital, y es un ‘must’ que sean preciso, seguros y utilizados de manera eficiente.

En el contexto regional, más del 60 % de las empresas que han implementado estrategias de gobernanza de datos reportan una mejor toma de decisiones y una mayor agilidad operativa. Sin ella, las empresas corren el riesgo de incumplimientos normativos y tomar decisiones basadas en información incorrecta, lo que puede afectar su competitividad y son más vulnerables a sufrir brechas de seguridad en sus infraestructuras tecnológicas.

Para las empresas que están en las primeras etapas de su transformación digital, es crucial que la gobernanza de datos sea una parte integral de la estrategia desde el principio. Las organizaciones que priorizan la gobernanza de datos logran una integración de sistemas más fluida. Esto incluye definir políticas claras de acceso y seguridad, invertir en tecnologías que mejoren la calidad y gestión de los datos, y asegurar que todos los niveles de la organización comprendan la importancia de estos procesos. La adopción temprana de herramientas automatizadas para la gobernanza de datos también puede ayudar a reducir errores y aumentar la eficiencia.

“No están solos en ese camino y el mejor aliado es la tecnología; por ejemplo, la automatización es fundamental para la gobernanza de datos, ya que permite la gestión eficiente y coherente de grandes volúmenes de información. Las mejores organizaciones en gestión de datos mantienen la ciencia de datos cerca del negocio, ya que es específica del dominio. Los modelos integrados efectivos que operan con IA generativa integran la gobernanza y la supervisión. Las herramientas automatizadas pueden ayudar a monitorizar el acceso, garantizar la calidad de los datos y asegurar el cumplimiento normativo, lo cual es especialmente importante en industrias altamente reguladas”.

Ciberseguridad, ¿cuál es el mejor enfoque?

A medida que las empresa se digitalizan su volumen de datos aumenta de forma exponencial, lo que también obliga a las organizaciones a crecer sus aliados estratégicos, proveedores de servicios y personal idóneo interno para salvaguardar esos datos, así como capacitaciones en todas las áreas y rangos para evitar ciberataques, ya bien sea de phishing, malware, o brechas de seguridad durante la interoperabilidad con otros sistemas o empresas.

Fusoni comenta que para garantizar el cumplimiento de los estándares adecuados de ciberseguridad, es esencial adoptar un enfoque que combine tecnología, políticas y formación continua. Allí, la adopción del modelo Zero Trust es crucial, dado que algunas brechas de seguridad se deben a la falta de control de acceso interno. Esta visión invita a que las empresas no confíen en nadie, es decir que no den por sentado nada y así se evite dejar puertas por donde atacarlos.

Otro de los ‘dolores’ en este tema es que las empresas deben invertir en soluciones de ciberseguridad que integren tanto la monitorización en tiempo real como el análisis de amenazas, junto con programas de educación para los empleados que aseguren la comprensión y el cumplimiento de estas políticas.

Aunque puede parecer un gasto, en realidad es una inversión, y más cuanto se tienen datos, como los de IBM, que revelan que el costo promedio global de una filtración de datos en 2024 es de 4.88 millones de dólares, un 10 % de aumento con respecto al año pasado, el total más alto de la historia, ya se proyecta que el costo de los ciberataques en el mundo en 2024 alcance los 10.000 millones de dólares, y el Foro Económico Mundial advierte que los ciberataques son un riesgo global que amenaza la estabilidad financiera, la democracia y las cadenas de suministro.

En ese escenario, las herramientas de código abierto aparecen como una acción para responder con mayor facilidad a brechas comparadas con las licencias propietarias o de código cerrado, pero deben seleccionarse cuidadosamente y someterse a auditorías regulares para garantizar su seguridad.

Inteligencia Artificial, un aliado a la vista

Según el FMI, las inversiones de capital riesgo en IA han ascendido a 290.000 millones de dólares en apenas cinco años, y la proyección es que no solo las grandes compañías consolidadas les apuesten a desarrollos propios, o a adquirir empresas emergentes, sino que haya un boom de jugadores independientes que se conviertan en aliados en economías robustas y emergentes. Sin embargo, no basta con tener las herramientas a disposición, sino que se necesita una correcta implementación de la IA para que las estrategias sean efectivas y sostenibles en el tiempo y en lo financiero.

“El primer paso es identificar casos de uso que tengan un impacto claro en el negocio. Las empresas que comienzan con pilotos bien definidos logran un 30 % más de éxito en la escalabilidad de sus proyectos de IA. Es crucial asegurar que la infraestructura de datos esté preparada y que el equipo cuente con las habilidades necesarias para desarrollar y mantener estas soluciones. Además, establecer métricas claras desde el principio permite evaluar el éxito y ajustar la estrategia para asegurar la rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo”, dice el experto.

Otra ventaja de la que poco se habla al usar IA es que las empresas pueden maximizar el valor de los datos no estructurados invirtiendo en tecnologías avanzadas de análisis, como el procesamiento de lenguaje natural (NLP) y el aprendizaje automático. Las empresas tecnológicas que aplican IA generativa pueden mejorar la gestión de datos al categorizar datos no estructurados, crear datos estructurados y automatizar la clasificación y etiquetado de datos para una búsqueda y recuperación más rápidas. Algo nada menor cuando se tiene en cuenta que buena parte del espacio, y la energía, de los Data Center en el mundo se destinan a mantener esta ‘dark data’ no aprovechada y que podría significar ganancias e insights para empresas de diversos sectores.

Por último, el socio de Bain & Company en Colombia recalcó que aunque otro de los grandes ‘frenos’ para convertirse en una Industria 4.0 es no saber cómo lograr el cumplimiento normativo, o compliance, y demás regulaciones que trae consigo la transformación digital, sí es posible equilibrar la innovación tecnológica con este tema. La clave estaría en colaborar con los equipos legales y de cumplimiento desde el principio.

“El 55 % de las organizaciones que involucran a sus equipos legales en las primeras etapas del desarrollo de IA logran una integración más rápida y fluida. Mantenerse al día con los cambios normativos y adaptar las soluciones tecnológicas en consecuencia es clave para mitigar riesgos y asegurar el éxito a largo plazo. El tránsito a ser 4.0 parece inevitable y quien no lo haga quedaría obsoleto en su mercado, por lo que lo importante es empezar, atreverse aún con temores, atraer el mejor talento y tener aliados estratégicos que los acompañen en cada paso, e incluso crear sinergias con otras empresas para aprender juntos”, finaliza Gustavo Fusoni.