La compañía, está presentando en la cumbre en Cali su proyecto cultural “Colombia se pegó a mi piel”, liderado por su cofundadora Beatriz Fernández.
Crepes & Waffles, una de las principale cadenas de restaurantes en Colombia, decidió unirse a la COP16 resaltando la biodiversidad y la conexión entre cultura, alimentos y ecosistemas.
La compañía, está presentando en la cumbre en Cali su proyecto cultural “Colombia se pegó a mi piel”, liderado por su cofundadora Beatriz Fernández.
La iniciativa integra música y expresiones artísticas de empleados y comunidades rurales que colaboran con la empresa.
“Se refiere a la belleza de lo que es Colombia y la oportunidad de mostrar al mundo nuestra riqueza cultural, paisajística y gastronómica de una forma auténtica”, explicó Fernández en un entrevista con FOrbes.
El programa musical incluye aportes de artistas vinculados con la empresa, como Nercy Moreno, cajera de Crepes & Waffles, y Luz Dary Mora, coordinadora. También participan grupos culturales como Kombilesa Mi y Sankofa Danzafro, así como comunidades de San Basilio de Palenque, La Guajira y San Andrés. La producción estuvo a cargo de Iván Benavides, reconocido por su trabajo en “La Tierra del Olvido”.
“Colombia tiene esa piel diversa en sus paisajes y culturas. A través de esta canción unimos las voces de empleados, fundadores y comunidades culturales en un esfuerzo por reconocernos como un tejido y una unidad”, expresó a Forbes Felipe Macía, director de sostenibilidad de Crepes & Waffles.
Durante la cumbre, la empresa presentará sus iniciativas el 24 de octubre en el Centro Yawa y en la Zona Verde el 26 de octubre, con conferencias lideradas por proveedores rurales. Denis Romaña y Martha Ángel, lideresas comunitarias, participarán en el panel “Economías Populares, Emprendimiento Femenino” en la Zona Azul.
Bernaín Vargas, presidente de Asabio, destacó la alianza con Crepes & Waffles: “Desde 2017 empezamos con entregas semanales de arracacha. Hoy enviamos cinco toneladas semanales y hemos logrado construir un centro de procesamiento que emplea a mujeres de la comunidad”.
La empresa lleva más de siete años trabajando con comunidades de Tumaco, Cajamarca y Montes de María, promoviendo prácticas sostenibles y protegiendo ecosistemas clave. “Sin ecología no hay economía”, señaló Macía, resaltando que la empresa busca mantener el equilibrio con los territorios rurales para ofrecer productos autóctonos que conecten a sus clientes con las raíces colombianas.