Según Camacol, este año se han dejado de generar 79.000 puestos de trabajo al corte de agosto y se estima una pérdida de 200.000 empleos adicionales que se perderán por la situación que vive el sector.
La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) lanzó una nueva alerta sobre la baja en la generación de empleo que ha tenido el sector debido a la situación que atraviesa en el país. Las medidas arancelarias y un posible recorte en más del 50% en los cupos del programa ‘Mi casa ya 2025’, serían algunos de los fenómenos que han hecho que el sector esté en riesgo de tener una baja en los indicadores y un aumento en los desistimientos.
Sobre ‘Mi casa ya’, actualmente el Gobierno cuenta con los recursos para 20.500 alivios económicos y atender la demanda, menos de la mitad de la meta planteada por año (50.000) y, además, 6.000 de ellos ya estaría preasignados a los hogares.
“Los subsidios que estaban previstos para ser desembolsados en 2025 serán entregados a hogares que iniciaron su proceso de compra hace uno o dos años. Eso quiere decir que esas viviendas ya se encuentran en fases muy avanzadas de construcción, de manera que la abrupta reducción en el número de subsidios puede disparar los desistimientos de viviendas que están próximas a terminar, reducir los niveles de ventas y por lo tanto tener un impacto de corto plazo en el inicio y producción de nuevas viviendas”, explica Guillermo Herrera, presidente de Camacol.
Sobre aranceles, el Gobierno tomó la determinación de aplicar nuevos impuestos a los aceros de origen peruano y chino, que por sus ventajas competitivas podían brindar mejores precios que incluso el local. Estas medidas impactan el 88% de las importaciones de aluminio, el 55% de las de alambrón y el 31% de las importaciones de barra.
Según Camacol el peso de este insumo es del 17% en la Vivienda de Interés Social (VIS) y de más del 20% en la No VIS por lo cual es tan fuerte el impacto de esta medida, mientras que el Ministerio de Comercio aseguró que el acero solo pesa el 1,7% de los costos totales.
Según Camacol, se han dejado de generar 79.000 puestos de trabajo al corte de agosto (47.000 de obreros, oficiales y operarios). A nivel anual, Camacol estima la pérdida de 200.000 empleos adicionales.
Además, la viabilidad y continuidad del modelo de la vivienda VIS, que ha sido tradicionalmente jalonadora de esta industria, tomándose siete de cada 10 ventas en los mejores años, está en riesgo. Según las estimaciones del gremio, este año el segmento cerraría con 55.000 unidades vendidas, esto es la mitad de lo que se inició en el 2023 ‘que de por sí fue malo’, también los inicios de obra cerrarían por el orden de las 100.000 unidades, indicadores del año 2011.
Desde el gremio enfatizan en la necesidad de que se establezcan medidas de política pública para promover la industrialización tengan en cuenta al sector vivienda, que ocupa de manera permanente a 900.000 trabajadores y moviliza anualmente una demanda por insumos que supera los 50 billones de pesos, de los cuales el 72% es producción nacional.
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