Federico Anzola sueña con una comunidad enorme de viajeros que se sientan identificados con su marca y respalden su ambiciosa expansión. Ahora está usando la Bolsa de Valores de Colombia para lograrlo.
Las empresas más grandes del mundo están listadas en alguna Bolsa, cotizar allí es una idea que suena interesante para cualquier empresario y que denota solidez y transparencia. Colombia no es la excepción, en la BVC (Bolsa de Valores de Colombia) están listadas compañías como Ecopetrol, Bancolombia, Sura, entre otras; pero desde hace un tiempo, pequeños y medianos empresarios también pueden cumplir el sueño de cotizar sus acciones.
Este fue el caso de Santuario, la primera pyme del sector turístico en emitir acciones en la BVC, a través de su plataforma 2censo, con un total de 8,5 millones de títulos ordinarios por $1.700 millones, al cierre de la jornada que se vivió el 18 de julio de este año. El toque de campana fue tan emocionante como lo que vino después: su fundador y CEO, Federico Anzola, le confirmó a Forbes que el próximo 1 de diciembre abrirán su tercera sede entre la Sierra Nevada y el Parque Tayrona en Santa Marta -la segunda sede está en la isla de Tierra Bomba-.

Anzola, quien siempre ha tenido alma de mochilero, fundó Santuario en el barrio Getsemaní, Cartagena en 2018 con la idea de brindar un turismo de naturaleza y una oferta de actividades holísticas y de bienestar, dirigidas a una comunidad viajera que disfruta tanto del yoga y la danza como de la comodidad de un paraíso natural con conexión a internet.
Aunque la pandemia frenó su negocio, su comunidad no dejó de crecer gracias a que Santuario se convirtió en un coliving para aquellos extranjeros que se quedaron atrapados en Colombia. Una vez se reactivó el turismo Santuario despegó, Anzola asegura que antes de llegar a la BVC ya habían “hospedado a más de 50.000 personas, con índices de ocupación por encima del 80% y tasas de crecimiento del 100% año a año”.
Las acciones de Santuario no compiten con los grandes nombres de la marquesina de la BVC, y está bien porque su fundador no busca aquel inversionista estratega que se mueve a la par de los rendimientos, él busca formar una comunidad de viajeros que se fidelicen con su marca, “si te gusta viajar y disfrutar de las actividades que ofrecemos, deberías invertir en Santuario”, dijo Anzola quien le promete a sus asociados una cadena de 25 hoteles en destinos naturales del país, un diverso portafolio de servicios y actividades y tratamiento preferencial para sus inversionistas.
En el nicho de turismo de naturaleza, Santuario compite con Viajero, Selina, Los Patios, entre otros, sin embargo, a Anzola no le preocupa la competencia, “Si a mí me va bien y a mi vecino mal, al destino le va mal. Acá nos interesa competir como destino con otras ciudades o incluso otros países, nos conviene que a la industria le vaya bien”. Y hasta ahora, al sector en Colombia parece irle bien, según HostelWorld, plataforma global líder en estadías hosteleras, las reservas en Colombia crecieron 165% en 2023 y los precios aumentaron año a año 18%.
Santuario ya no es aquel hostal confortable en el corazón de Cartagena, ahora es una cadena de hoteles con proyección nacional que busca una nueva ronda de inversión en la BVC para duplicar aquella red de 798 inversionistas que confiaron la primera vez.
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