Según diversos estudios, las empresas familiares son más rentables aunque solo el 16% logra pasar a la siguiente generación.

El panorama empresarial familiar en Colombia está experimentando una transformación significativa, a medida que se intensifican las transiciones generacionales y por un fenómeno reciente, pero no menos importante: el papel de las mujeres. 

“Tradicionalmente, las mujeres desempeñaron roles esenciales, pero muchas veces invisibles dentro de la empresa familiar”, dice María Camila Ceballos, cofundadora y consultora de empresas de familia de Nord Consulting Group.

De hecho, estudios reciente de la firma han identificado tres categorías claves en las que las mujeres han marcado la diferencia dentro de las empresas familiares:

Mujeres coequiperas: Estas mujeres son fundamentales en el crecimiento y éxito de las empresas familiares, desempeñando funciones administrativas clave que complementan el liderazgo de los fundadores. Aunque sus habilidades administrativas y su enfoque humano las convierten en las “almas” de la organización, a menudo no reciben el reconocimiento que merecen.

Mujeres contenedoras o mujeres legado: Aunque no trabajan directamente en la empresa, estas mujeres desempeñan un papel crucial en la preservación del legado familiar. Promueven y mantienen los valores esenciales que permiten la continuidad de los negocios y de las relaciones familiares a lo largo de generaciones.

Mujeres líderes: Un número creciente de mujeres empresarias lidera sus propios negocios, transformando el liderazgo dentro de las empresas familiares. Se destacan por un liderazgo inclusivo y empático, lo que genera empresas más rentables, diversas y con equipos comprometidos.

Con el fin de visibilizar y potenciar a las mujeres en la empresa familiar, esta firma lanzó el programa Fundadoras, gracias a una alianza con Compartir Legados de Brasil, que busca inspirarlas. 

El programa será liderado en Colombia por ambas a partir de febrero de 2025 y con la meta de crear una red de mujeres empresarias que compartan sus experiencias y se apoyen mutuamente. Además, permitirá la creación de una comunidad internacional, fomentando el networking y la colaboración entre mujeres de diferentes países. 

El 80% de las empresas en Colombia son familiares, y con esta iniciativa se pretende fortalecer su éxito y sostenibilidad. 

Según diversos estudios, las empresas familiares son más rentables que las empresas no familiares, aunque solo el 16% logran pasar a la siguiente generación, lo que pone de manifiesto los retos que enfrentan para trascender en el tiempo. 

A través de este programa, que se expandirá próximamente a Guatemala y Centroamérica, se busca generar un impacto profundo en la sociedad y cerrar la brecha de género en las empresas familiares. 

“Tras el programa, se genera una red de apoyo emocional y una plataforma de networking. Nuestro objetivo es que la comunidad crezca internacionalmente”, explica Ceballos y destaca que quienes participen en el programa no solo aprenderán sobre liderazgo inclusivo, sino que también contribuirán al desarrollo de empresas familiares sostenibles y de alto impacto.