Forbes conversó en exclusiva con Ellen Jackowski, directora global de Sostenibilidad de Mastercard, durante su visita a Colombia en el marco de la COP16. Jackowski es una de las líderes de acción climática más influyentes en el mundo, movilizando la estrategia ESG de la tecnológica de pagos con más de 3,000 millones de tarjetas en circulación.

Con expresión amable y una sonrisa en el rostro, se presentó Ellen Jackowski en las nuevas oficinas de Mastercard en Bogotá, donde hizo una parada después de visitar Cali para la COP16. “Colombia fue un anfitrión fantástico”, dijo. 

En la dirección de sostenibilidad de una de las tecnológicas de pagos con mayor cobertura en el mundo, el reto de Jackowski no es menor.

“Tenemos como meta ser carbono neutro para 2040, algo a lo que todas las empresas deberían aspirar. Sin embargo, dado que no somos fabricantes, nuestra huella es relativamente pequeña. La mayor oportunidad para nuestro negocio radica en cómo podemos activar los 100 millones de puntos de aceptación en nuestra red, los 20.000 socios bancarios y más de 3.000 millones de tarjetas en circulación para ampliar nuestro rango de acción”, destacó en conversación con Forbes. 

Como un agente articulador de esta red de esfuerzos colectivos, Jackowski se destacó entre las 100 mujeres en sostenibilidad de Sustainability Magazine y figuró entre los 100 líderes de acción climática de la revista TIME, en su versión 2024, que reconoce a quienes desde sus roles hacen frente a los desafíos e impactos del cambio climático. Un logro que valida el porqué la sostenibilidad está en el corazón del negocio.

Tres pilares

Una de las mayores dificultades que enfrenta una organización en el proceso de configurar una estrategia de sostenibilidad es delimitar su campo de acción y el impacto real que pueden alcanzar. Para la ejecutiva, su experiencia en otras empresas le ha permitido visualizar mejor dicho rango. 

Antes de Mastercard, se desempeñó como directora de Impacto y responsable de Impacto Sostenible en la multinacional HP. “Ambas empresas operan en aproximadamente 200 países y tienen valores sólidos. No obstante, HP tiene un reto mayor en la huella de carbono debido a la fabricación de productos, mientras que Mastercard, al no ser un fabricante, tiene un rol más prominente a nivel de la demanda. Esta transición, de enfocarme en la oferta a trabajar en la demanda, me entusiasma porque permite habilitar un consumo más sostenible, lo que considero esencial para el cambio global”, agregó.

Desde la otra cara de la moneda, el plan de Jackowski y su equipo se basa en aprovechar lo que llaman su ‘posición única’ para acelerar la transición hacia la sostenibilidad.

Intervención Ellen Jackowski en el marco de la COP16, celebrada en 2024 en Cali, Colombia. Foto McKinsey.

Es así que delimitaron su teoría del cambio a tres pilares: inspirar, informar y habilitar. “Queremos inspirar a los comercios en nuestra red a vender productos y servicios más sostenibles; informar a nuestros consumidores para que comprendan el impacto de carbono de lo que compran o producen, y habilitar opciones de bajo carbono, facilitando que las personas elijan productos y servicios más sostenibles”, sintetizó.

Dentro de estas líneas se encuadran los distintos proyectos que surgen tanto en global como en local, y se van clasificando según su objetivo. Entonces, activaciones como las de los premios Grammy están orientadas a inspirar a las personas, en este caso específico asociándose a la cantante SZA para su lanzamiento Saturn, sobre el futuro del planeta. 

En el video la cantante aparece en un bosque luciendo un vestido verde con semillas tejidas, estas últimas fueron luego ofertadas en concurso para que los seguidores las plantaran. A esta iniciativa se sumó Conservation International, socio de Mastercard en Priceless Planet Coalition.

Por otra parte, desde el propósito de informar, diseñaron una Calculadora de Carbono de Mastercard, a través de la cual los bancos pueden compartir con los tarjetahabientes un resumen del impacto estimado de carbono de sus compras. En palabras de Jackowski, esto genera un efecto en doble vía porque le permite tomar decisiones más sostenibles al consumidor y al productor lo invita a reformular sus productos o servicios de acuerdo con su impacto. 

Y, como ejemplo de ‘habilitar’, se refirió a la tecnología de ‘tap-and-go’ (tocar y listo) de Mastercard, que permite usar la tarjeta física o en el celular para el pago de servicios de transporte, evitando el uso de más de un plástico; en Bogotá, esta estrategia está habilitada incluso en el sistema de bicicletas compartidas, promoviendo el uso de estas opciones de transporte sostenible.

Jackowski insistió en que estas acciones solo tienen sentido desde el análisis del impacto real de la organización y de alianzas estratégicas junto a actores que aporten desde su visión, como entidades especializadas en la conservación del medio ambiente. “Nosotros no sabemos cómo sembrar árboles, pero nos unimos a quienes sí”, apuntó.

En ese sentido, retomó el concepto de materialidad en la sostenibilidad, en el que se complican muchas veces las empresas, y se trata en palabras sencillas de definir los asuntos que tienen gran relevancia y que inciden en su operación. Por ende, son esos temas los que deben primar en la agenda de sostenibilidad, buscando alinear los distintos componentes del modelo de negocio. 

“Nuestra materialidad se centra en tres áreas principales: alcanzar nuestra meta de carbono neutro, impulsar el consumo sostenible y fomentar la inclusión climática y financiera”, precisó. 

El capítulo Colombia

Parte del ejercicio de la sostenibilidad es la coherencia que, entre otras cosas, implica que las compañías más grandes y multinacionales tengan la capacidad de aterrizar a lo local sus estrategias más globales. 

Mastercard Priceless Planet Coalition Colombia

Así surgen alianzas como la Priceless Planet Coalition, de la que hacen parte actualmente 150 socios, incluidos bancos y comerciantes. Su objetivo es el de restaurar 100 millones de árboles al tiempo que fomentan un consumo circular y se extiende a proyectos de restauración a 22 sitios en 6 continentes. Esta estrategia se aterriza en Colombia a través de un proyecto en la Sierra Nevada de Santa Marta. “Tengo que volver a la Sierra”, dijo entusiasmada Jackowski. 

El balance ha sido positivo, según detalló la ejecutiva, puesto que más de 429 familias del pueblo indígena Arhuaco de 14 comunidades están restaurando 2.500 acres de bosques en las montañas y cerca de 1.700 personas reciben beneficios económicos de este proyecto. 

“Y como los expertos en la conservación y recuperación de estas especies son otros, colaboramos con expertos como Conservation International y el World Resources Institute para asegurar que nuestros esfuerzos tengan un impacto duradero”. 

Entre su bandeja de programas locales están alianzas con Rappi Turbo, para contribuir a esa siembra de árboles en Sierra Nevada; alianzas bancarias para programas de tarjetas sostenibles y con referencias especiales orientadas a la protección de la biodiversidad, como la alianza Tarjeta de Crédito Coral con BBVA, y con enfoque social como la Touch Card junto a Banco de Occidente para personas con discapacidad visual.

En el núcleo del negocio, y por tanto de su estrategia de sostenibilidad, la inclusión financiera es fundamental, siendo esta habilitadora de negocios y proyectos personales, así como de la resiliencia climática ante eventos naturales extremos. Desde Mastercard se trazaron el objetivo de incluir a mil millones de personas para 2025 en el ecosistema financiero y ya se acercan a las 900 millones. 

El talón de Aquiles de cualquier estrategia de sostenibilidad es tener una cultura organizacional débil, que no comparta estos propósitos o no los comprenda, porque son los colaboradores quienes al final del día ejecutan estas acciones de sostenibilidad. 

“(Ante este reto) hemos integrado nuestros objetivos ESG en el núcleo del negocio: cada empleado, incluidos directivos, tiene su compensación vinculada al progreso de estas metas en una línea específica de los bonos anuales”, explicó Jackowski. 

Aunque el concepto de sostenibilidad continúe siendo difuso, sintetizar la fórmula a la mezcla de tres elementos, delimitación del impacto, materialidad y cultura organizacional, puede ser la chispa que hace falta para prender motores y avanzar en esa ruta.

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