La creciente demanda global por créditos de carbono posiciona al de manera privilegiada para ingresar a este mercado. Amazonas y el Pacífico, podrían liderar proyectos de reforestación y captura de carbono.

Colombia atraviesa un momento crucial para capitalizar su potencial en la descarbonización, transformando los desafíos del cambio climático en motores de crecimiento económico y desarrollo sostenible. 

La transición hacia una economía baja en carbono no solo es una necesidad ambiental, sino también una oportunidad estratégica para transformar sectores clave y atraer inversión extranjera.

Carlos Tulio Fernández, socio cofundador de la firma Carbon Neutral Ecosystems y experto en economía circular, sostenibilidad y cambio climático, destaca cuatro puntos clave para que Colombia avance en su camino hacia la descarbonización:

Crecimiento del mercado de créditos de carbono: El mercado voluntario de créditos de carbono creció un 87 % en 2023, alcanzando los 2.000 millones de dólares a nivel global, según el informe anual del Ecosystem Marketplace publicado por Forest Trends.

Aprovechamiento de residuos: Colombia genera cerca de 12 millones de toneladas de residuos al año, de las cuales solo el 17 % se aprovecha efectivamente, según el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Marco legal para la transición energética: La Ley 2099 de 2021 establece las bases para avanzar hacia una economía sostenible.

Potencial de energías renovables: El país podría generar más del 70 % de su demanda energética a partir de fuentes solares y eólicas, según un estudio del Banco Mundial.

Carlos Tulio Fernández, socio cofundador de la firma Carbon Neutral Ecosystems
y experto en economía circular, sostenibilidad y cambio climático.

La Ley de Transición Energética ha generado incentivos importantes, pero su impacto aún es limitado debido a la falta de coordinación entre los sectores público y privado. Menos del 5 % del parque automotor nacional es eléctrico, y solo una minoría de los hogares colombianos utiliza energías renovables como fuente principal.

El sector de residuos también ofrece un enorme potencial desaprovechado. Tecnologías como el modelo waste-to-energy podrían reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y generar electricidad suficiente para comunidades enteras.

Mercado de créditos de carbono, una oportunidad estratégica

La creciente demanda global por créditos de carbono posiciona a Colombia de manera privilegiada para ingresar a este mercado. Regiones con alta biodiversidad, como el Amazonas y el Pacífico, podrían liderar proyectos de reforestación y captura de carbono. Además, iniciativas como la migración a flotas de transporte eléctricas y el desarrollo de infraestructura para energías limpias podrían generar créditos significativos.

“Colombia tiene el potencial para liderar el mercado de créditos de carbono en la región. Nuestra biodiversidad y los recursos naturales nos brindan una ventaja competitiva única”, dijo Fernández. “Si estructuramos adecuadamente este mercado y aseguramos transparencia en su implementación, no solo atraeremos inversión extranjera, sino que también transformaremos comunidades locales, creando empleos y protegiendo el entorno”.

Y es que, según el experto, la descarbonización no es solo un imperativo ambiental; es una estrategia económica inteligente que puede definir el futuro de nuestro país.