Según Olga Lucía Acosta, si el país crece 2,6% en 2025 será una tendencia favorable de recuperación, a pesar de una política monetaria que frena la actividad económica y la demanda para controlar la inflación.

“Atravesamos un período muy difícil, los bancos centrales del mundo están enfrentando presiones y eso los ha llevado a aplazar la reducción en las tasas de interés”, dijo la codirectora del Banco de la República, Olga Lucía Acosta, al intervenir en el foro de Anif sobre Perspectivas Económicas 2025.

De hecho, en Colombia la Junta Directiva del Emisor sorprendió al mercado y en su primera reunión del año, en enero, mantuvo su tasa de intervención en 9,5%.

“Los riesgos en el horizonte y la falta de información, provocaron una posición cautelosa en el Banco”, explicó Acosta, que votó por una reducción de 25 puntos básicos. “Vamos a esperar, hay riesgos al alza, desafíos fiscales y volatilidad en la tasa de cambio”.

Sobre la coyuntura, señaló que Colombia crecerá 2,6% en 2025, ligeramente por encima del promedio de América Latina (2,5%), aunque la baja inversión, la incertidumbre política y el limitado especial afectan su crecimiento potencial, lo que también aplica para la región. 

“No podemos crecer si no hay inversión, habíamos alcanzado un nivel de inversión muy importante y hoy lo echamos de menos”, agregó, “Como región estamos perdiendo participación en el comercio mundial y relevancia en los escenarios internacionales”.

Recordó que en Latinoamerica los bancos centrales de Brasil, Chile y México han enfrentado presiones inflacionarias por el aumento de los precios de la energía y factores fiscales, lo que los ha llevado a detener la reducciones en las tasas o incluso a elevarlas (Brasil y Uruguay).

Sin embargo, destacó que Colombia logró una reducción significativa de la inflación en los últimos 21 meses de más de 8 puntos porcentuales del 13,1% en 2022 a 5,22% en enero de este año, sin afectar significativamente la creación de puestos de trabajo.

“El empleo se ha mantenido, hemos logrado una mayor ocupación en áreas rurales y en las áreas urbanas resaltan Bogotá y Antioquia. El problema es que hay menor participación laboral”, explicó.

Acosta profundizó en el tema fiscal y señaló que el problema no se resuelve coyunturalmente, con reformas tributarias cada año, lo cual se constituye en un freno para la economía en la medida en que limita las posibilidades del Banco de la República de normalizar la política monetaria reduciendo el costo del dinero.

“Terminamos 2024 con un crecimiento del 1,8% y si crecemos 2,6% en 2025 será una tendencia favorable de recuperación, a pesar de una política monetaria que frena la actividad económica y la demanda para lograr la estabilización”, concluyó Acosta, que llegó al Banco durante el actual gobierno. 

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