Una investigación de la Universidad de Columbia muestra que el 55% de los reclutadores afirma que la vestimenta influye en su decisión de contratación.
Una buena presentación personal hace la diferencia en el proceso de selección y puede destacar a un candidato entre los demás. Por eso, los reclutadores han insistido en que es clave tener una vestimenta y presencia adecuadas para el momento de la entrevista; lo anterior no se trata de tener las prendas más costosas, sino de entender cómo puede ir acorde a la imagen que transmite la empresa.
La vestimenta en el entorno laboral no es solo una cuestión estética, sino una herramienta estratégica. Un estudio de la Harvard Business School indica que el 75% de las primeras impresiones se basan en la apariencia, el lenguaje corporal y la presencia. Esta percepción influye en contrataciones, ascensos, cierre de negocios y genera puentes para diferentes oportunidades.
De hecho, investigaciones de la Universidad de Columbia muestran que el 55% de los reclutadores afirma que la vestimenta influye en su decisión de contratación, mientras que un 48% de los ejecutivos considera que la buena imagen personal facilita el ascenso en la empresa.
¿Cómo construir un armario funcional para la oficina?
Lo primero que debe tener claro es qué condiciones específicas de ventimenta requiere según las labores que desempeña, el lugar donde se ubica la empresa y las características del espacio de trabajo: no conviene, por ejemplo, llevar tacones si se debe supervisar una fábrica, porque puede ir en contra de las recomendaciones de seguridad de la compañía.
Para armar un closet básico, los expertos recomiendan tener:
1. Básicos de calidad: Un buen traje, camisas o blusas bien confeccionadas y zapatos en tonos oscuros.
2. Colores neutros y versátiles: Azul, gris, negro y beige permiten múltiples combinaciones.
3. Comodidad sin sacrificar formalidad: Telas de alta calidad garantizan durabilidad y mejor ajuste al cuerpo.
4. Detalles que marcan la diferencia: Un buen fit y el estado impecable de la ropa elevan la percepción profesional.
5. Alineación con la cultura empresarial: En sectores corporativos, la sobriedad es clave; en entornos creativos, hay mayor flexibilidad para adaptar el estilo personal.