Harold Correa, fundador y CEO de Íkualo, indicó en entrevista con Forbes que esperan llegar a 200.000 usuarios en 2025.
En 1999, Harold Correa llegó a Madrid desde Barranquilla con un sueño: estudiar y construir un futuro. Lo que encontró fue un camino lleno de obstáculos.
“Los primeros meses fueron muy difíciles, dormía en parques, en albergues. No conseguía trabajo”, recuerda Correa, fundador y CEO Íkualo, en una entrevista con Forbes.
No obstante, esa experiencia le dio la resiliencia y la visión que años después lo llevarían a fundar Íkualo, un neobanco en Europa diseñado para inmigrantes.
Según su perspectiva, el sistema bancario español no estaba preparado para atender a la comunidad migrante.
“Era muy difícil abrir cuentas bancarias. La banca no nos facilita a los migrantes abrir productos financieros con pasaportes”, explica Correa.
Pero en lugar de resignarse, decidió actuar. Correa, programador full-stack con experiencia en blockchain, trabajó en banca mientras estudiaba una maestría en Fintech. Fue allí donde identificó una necesidad urgente: una plataforma que permitiera a los inmigrantes acceder a servicios financieros sin las barreras tradicionales.
“Solicitar una licencia en Europa es bastante difícil, nosotros la conseguimos después de dos años, mientras desarrollábamos la tecnología y los abogados atendían los requerimientos del regulador”, cuenta.
Así nació Íkualo, una fintech que permite abrir una cuenta bancaria con solo un pasaporte y un comprobante de residencia en Europa.
“La licencia nos permite ofrecer una cuenta bancaria, una tarjeta, enviar remesas a cualquier país del mundo. Tenemos un acuerdo con Visa y un banco salvaguarda que garantiza la seguridad de los fondos de nuestros clientes”, señala.
El efecto de Íkualo ha sido inmediato. Desde su lanzamiento en mayo del año pasado, ya cuenta con 60.000 clientes, la mayoría provenientes de la comunidad que Correa había construido desde 2007, cuando fundó un medio de comunicación para migrantes que luego vendió a un grupo en el País Vasco
. “No gastamos en marketing, crecemos de manera orgánica”, recalca Correa, indicando que para finales de 2025, esperan cerrar con 200.000 usuarios. “Los migrantes representan un mercado de 17.500 millones de euros en España. Solo en remesas desde España, hablamos de 2.400 millones de euros al año”.
La compañía ya ha atraído inversionistas.
“Empezamos con recursos propios, luego entraron family offices como el de José Elías, un empresario muy conocido en España y OpenValue”, menciona Correa.
Hoy, la empresa dice estar valorada en US$20 millones y tiene planes de expansión.
“Vamos a llegar a Reino Unido este año, donde hay una comunidad grande de migrantes que no hablan inglés”, anticipa el CEO de Íkualo. “Ya solicitamos la licencia y estamos esperando los últimos permisos”.
El futuro de Íkualo no se limita a las cuentas bancarias.
“Estamos trabajando en lanzar la billetera cripto para enviar remesas en cripto, luego vendrán la tarjeta de crédito y el microcrédito, pero vamos paso a paso”, adelanta Correa.
Con un equipo de 23 personas, incluidos desarrolladores en Colombia, Íkualo busca perfilarse como un referente en la inclusión financiera de los migrantes.
“Visa nos buscó al ver la misión que tenemos de apoyar a la comunidad migrante. Visa nos ha apoyado, nuestra tarjeta es respaldada por Visa”, sostiene.
Aquel joven que una vez durmió en parques hoy lidera una fintech que desafía el sistema financiero tradicional y abre puertas a miles de migrantes en Europa.
“Cuando miro atrás, veo que todo fue una enseñanza de resiliencia”, concluye.
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