"En muchos sectores de la economía las mujeres seguimos siendo minoría".
“Si quieres conseguir primicias, solo usa minifalda y sonríe”. Eso me dijo un colega cuando apenas comenzaba mi carrera en el periodismo económico. Era un consejo que, según él, garantizaba acceso privilegiado a las fuentes. Por fortuna, nunca creí en esa táctica. Aprendí a abrirme paso en las salas de redacción con mi trabajo, no con mi vestimenta.
Un comentario como ese hoy se volvería viral en segundos, en un mundo donde hablar de equidad, inclusión y participación femenina en el ámbito laboral es una exigencia ineludible. Sin embargo, seguimos quedándonos cortas frente a estas nuevas demandas. Aunque, según la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), la presencia femenina en cargos directivos ronda el 42%, en muchos sectores de la economía las mujeres seguimos siendo minoría.
Una de ellas es Ana Fernanda Maiguashca, caleña y la segunda mujer que se ha desempeñado como codirectora del Banco de la República después de la expresidenta de Asobancaria, María Mercedes Cuéllar. Es calificada como una de las mentes más brillantes del mundo empresarial y financiero, y aunque hoy lidera el Consejo Colombiano de Competitividad, no ha tenido un camino de rosas para llegar tan lejos.
Ella empezó como practicante en el Emisor, luego pasó por un fondo de pensiones, la Superintendencia Financiera, el Ministerio de Hacienda y, finalmente, se le abrió la puerta para estar en la Junta del Banco de la República, donde llegó otra mujer igualmente destacada: Carolina Soto.
“Hay un nivel de exigencia. Uno del entorno, porque tenemos que demostrar muchísimo más que un hombre cuando estamos sentadas en esa mesa, y también un componente cultural que hace que nosotras mismas sintamos esa obligación de demostrarlo todo”, comenta, tras destacar que su principal logro profesional fue entender cuál es la vida personal que quería tener y ajustar su mundo laboral a ello.
En el sector financiero, de 32 bancos, solo 5 están a cargo de mujeres y, en el mundo de la gestión de inversiones, de 27 entidades, cerca de 9 tienen a una mujer en la gerencia. Esto, a pesar de que muchos reconocen las habilidades de las mujeres en la administración del dinero: menos arriesgadas, más objetivas y tranquilas a la hora de invertir, por ejemplo. En cargos no gerenciales, un informe del Autorregulador del Mercado de Valores destaca que, en 2024, de los 4.017 profesionales certificados para operar en los mercados de valores y divisas, el 49% son mujeres… ahí estamos parejos.
En el sector transporte, el reto en materia de inclusión es aún mayor. Allí se mueve Stefanía Hernández, gerente de una empresa de transporte urbano que tiene el 35% de participación de mercado en Bogotá y el 13% a nivel nacional, en un negocio que, por tradición, ha sido dominado por hombres. Administradora de empresas y en sus 30, fue ella quien sucedió a Uldarico Peña tras su fallecimiento. Peña, junto a su padre, José Eduardo Hernández, fundó Taxis Libres, una empresa que hoy le compite con uñas y dientes a aplicaciones como Uber y Didi.
“Nací en este gremio y manejo taxi dos veces al año en modo incógnito para hacer trabajo de campo. Muy pocas mujeres lo hacen y todavía impresiona”, comenta, tras reconocer que, si bien hoy se ve más inclusión, aún falta camino por recorrer.
Aun así, las mujeres seguimos siendo líderes. Según la Encuesta Global de Emprendimiento 2025 de GoDaddy, el 46% de los pequeños negocios encuestados son propiedad de mujeres, y cerca del 45% representa la principal fuente de ingresos de sus hogares.
*La autora es periodista y creadora del espacio Echando Rulo con Alina
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