Una cosa es pasar de las palabras a la acción, o de la retórica a la práctica y otra pasar de la acción a la ambición. Esta última es la tarea que tienen hoy los empresarios en temas de sostenibilidad. ¿Cómo hacerlo?
Se ha vuelto común escuchar la frase: “tenemos que pasar de las palabras a la acción” o “de la retórica a la práctica”. Pero hoy quiero invitar al sector empresarial a ir más allá: a pasar de la acción a la ambición. Es evidente que, en los últimos años, muchas empresas han avanzado en la adopción de prácticas sostenibles. Prueba de ello es el Anuario de Sostenibilidad de S&P Global, en el que, en 2025, se clasificaron 20 empresas colombianas entre más de 7.690 evaluadas en todo el mundo. Sin embargo, más allá de tomar acción, es fundamental que el sector privado aumente su ambición, adaptando sus estrategias a objetivos climáticos, priorizando la naturaleza e incorporando indicadores sociales de vanguardia alineados con las agendas globales.
A nivel internacional, ya existen marcos clave como el Acuerdo de París sobre el clima, el Acuerdo de Montreal sobre biodiversidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En el ámbito empresarial, se crearon la Visión 2050 del WBCSD, casa matriz de Cecodes, y la Visión 2050 Colombia, adaptada al contexto local en el año 2023.
Desde Cecodes, creemos que la mejor herramienta para lograr aumentar la ambición es el aprender compartiendo ya que hay empresas con un camino recorrido cuya experiencia puede servir de ejemplo e inspiración para aquellas que desean avanzar aún más.
En este contexto, se deben tener en cuenta cinco criterios fundamentales para una estrategia de sostenibilidad ambiciosa. La primera de ellas es la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en donde las empresas deben tener metas ambiciosas para alcanzar cero emisiones netas de GEI a más tardar en 2050, con un plan basado en ciencia para lograrlo.
Para el segundo criterio, objetivos ambientales ambiciosos, las empresas deben establecer metas ambientales de corto y mediano plazo, basadas en ciencia y que contribuyan a la recuperación de la naturaleza y la biodiversidad para 2050, alineadas con el concepto de naturaleza positiva. Para el tercero, se deben respetar los derechos humanos a través de la implementación de políticas de derechos humanos y procesos de debida diligencia en la materia, en concordancia con los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos. Para el cuarto, abordaje de la desigualdad con enfoque empresarial, las empresas deben declarar su apoyo a la inclusión, la igualdad y la diversidad, eliminando cualquier forma de discriminación desde una perspectiva de negocios inclusivos.
Finalmente, para el criterio de operar al más alto nivel de la transparencia, las empresas deben tener altos estándares de divulgación de información sobre sostenibilidad, en línea con el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD), y que alinean la Gestión de Riesgos Empresariales (ERM) con los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
Es por esta razón que invito a todas las empresas en Colombia a incluir la sostenibilidad en su estrategia de negocio a través de acciones ambiciosas en los cinco criterios que aportarán a un futuro sostenible de las organizaciones y contribuirán al desarrollo sostenible del país. Es momento de que el sector empresarial aumente sus impactos con un enfoque de negocio consciente.
Por: Sergio Rengifo Caicedo*
*El autor es director ejecutivo de CECODES.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
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