En el Foro Forbes Trends, el panel "Así Emma está revolucionando el AgroTech en pro de campesinos y tenderos" destacó cómo la Compañía Colombiana de Alimentos Emma está redefiniendo la cadena de abastecimiento agroalimentario. Sus fundadores, Miguel y Salomón Rodríguez, compartieron su visión sobre tecnología, equidad y sostenibilidad en el agro.
En un país donde el agro es pilar de la economía pero sigue enfrentando enormes desafíos de distribución, acceso y rentabilidad, la Compañía Colombiana de Alimentos Emma está marcando un antes y un después. En el Foro Forbes Trends, el panel “Así Emma está revolucionando el AgroTech en pro de campesinos y tenderos” reunió a los fundadores de la compañía, Miguel y Salomón Rodríguez, para analizar cómo la tecnología y la innovación pueden cambiar el destino de miles de agricultores y pequeños comerciantes en Colombia.
“Nos dimos cuenta de que la ineficiencia en la cadena de suministro afectaba tanto a los productores como a los consumidores. El agro colombiano necesitaba una solución digital que democratizara el acceso al mercado”, afirmó Miguel Rodríguez durante el panel.
La plataforma de Emma no solo facilita la comercialización de productos agrícolas, sino que también incorpora tecnología para optimizar la logística y reducir el desperdicio de alimentos. Su modelo de negocio se basa en datos en tiempo real, permitiendo a los agricultores vender sus productos con mayor certeza sobre la demanda y los precios. Según sus fundadores, esta innovación tecnológica representa un cambio significativo para los pequeños productores, quienes tradicionalmente han operado bajo condiciones de incertidumbre y desventaja en el mercado.
El impacto social y económico de Emma
Uno de los problemas más críticos del agro colombiano es la baja rentabilidad de los campesinos. Históricamente, los intermediarios han capturado una parte significativa de las ganancias, dejando a los productores con márgenes mínimos. “Con Emma, un agricultor puede recibir hasta un 30% más por sus productos en comparación con los canales tradicionales”, explicó Salomón Rodríguez.
El impacto también es evidente en los pequeños comerciantes. Las tiendas de barrio, que representan más del 60% del comercio minorista de alimentos en Colombia, enfrentan constantes fluctuaciones de precios y problemas de abastecimiento. Emma les permite acceder a productos de alta calidad y a costos más competitivos, fortaleciendo su papel en la economía local. Además, la empresa ha logrado generar empleo en zonas rurales, ya que su plataforma digital permite a más productores participar activamente en el mercado, sin la necesidad de migrar a las ciudades en busca de oportunidades económicas.
Tecnología y sostenibilidad: el ADN de Emma
La empresa ha apostado por un enfoque integral donde la tecnología es el pilar de su crecimiento. Utilizando inteligencia artificial y análisis de datos, Emma predice tendencias de consumo y optimiza rutas logísticas para reducir costos y tiempos de entrega. Además, han implementado soluciones de pago digital que facilitan las transacciones para campesinos que, en muchos casos, no tienen acceso a servicios bancarios tradicionales.
Otro aspecto clave es la sostenibilidad. Al reducir la cantidad de intermediarios y optimizar la distribución, Emma minimiza la huella de carbono asociada al transporte de alimentos. Además, la compañía trabaja con prácticas de agricultura regenerativa, incentivando a los productores a adoptar métodos más sostenibles.
“No podemos hablar de innovación sin hablar de sostenibilidad. Nuestro compromiso es no solo mejorar la eficiencia del agro, sino hacerlo de manera responsable con el medio ambiente. Por eso le apostamos a tener vehículos 100 % eléctricos, a la economía circular, a paneles solares para las plantas y a procesos de bajo o nulo consumo de agua para limpiar las legumbres”, aseguró Miguel Rodríguez.
Para reforzar su impacto, Emma también está invirtiendo en educación digital para campesinos, ofreciéndoles capacitaciones sobre técnicas agrícolas sostenibles, gestión financiera y uso de herramientas digitales. Esto no solo mejora su productividad, sino que también fortalece sus capacidades empresariales.
El futuro de Emma y el AgroTech en Colombia
El éxito de Emma es solo el comienzo de una transformación más profunda en el sector agroalimentario del país. La compañía está explorando la expansión de su modelo a otras regiones de Latinoamérica, aprovechando la creciente digitalización del sector agropecuario. Actualmente, están trabajando en cómo incluir nuevas herramientas tecnológicas en pro de toda la cadena. Así mismo, están incursionando en nuevos mercados como el del Café de exportación premium y una línea de snacks donde convierten productos como lentejas, garbanzos y alverjas en snacks saludables gracias a sabores innovadores.
“La tecnología no solo está cambiando la forma en que se comercializan los alimentos, sino que está empoderando a los agricultores y pequeños comerciantes. Estamos convencidos de que este es el camino para construir una economía agroalimentaria más justa y eficiente, que tenga la innovación y desarrollo en el centro de la estrategia, así como a las personas”, concluyó Miguel Rodríguez.
Emma es un ejemplo de cómo la innovación puede generar impacto social y económico en sectores tradicionales. Con su apuesta por la equidad y la sostenibilidad, esta startup colombiana está demostrando que el AgroTech no solo es el futuro, sino una necesidad inminente para el desarrollo del país. A medida que avanza en su expansión y adopta nuevas tecnologías, su modelo podría convertirse en un referente global para transformar las cadenas de abastecimiento agroalimentario en economías emergentes usando tecnología, innovación, desarrollo de producto y alianzas con campesinos y tenderos.
Agradecimiento especial al Hotel SHG LIV Zona G por facilitar el espacio para la producción de este panel.