Los equipos más exitosos en el cumplimiento de objetivos son aquellos que cuentan con mayor variedad en la forma de interpretar y enfrentar los problemas.
La diversidad y su efecto multiplicador en el rendimiento de los equipos de trabajo es tema de estudio y tendencia en los últimos años. La premisa rectora ha sido la categorización basada en las diferencias demográficas como de género, raza, edad y origen, como catalizadores de equipos diversos.
Hay un aspecto de la diversidad que ha demostrado una influencia significativa, con mayor correlación en la productividad de los equipos de trabajo a través de su capacidad de innovar, de resolver problemas y de tomar decisiones. Nos aproximamos a la Diversidad Cognitiva, entendida como la oportunidad que representa contar con individuos que tengan diferentes perspectivas para responder a un reto más allá de su categoría demográfica. El valor del aporte de cada individuo se centra en su capacidad técnica, su proceso de pensamiento y la sumatoria de experiencias para abordar y resolver un problema y establecer el contexto y su aproximación.
Durante un viaje familiar reciente a las islas tuve la oportunidad de reflexionar sobre este enfoque. Todo empezó a eso de las cuatro de la tarde cuando iniciamos el regreso a la bahía, justo en el instante en el que el sol se esconde y cae la primera gota de agua, inicia una fuerte marea que genera pánico entre los ocupantes de la embarcación. Mientras el capitán y su ayudante se mantienen inmunes por su experiencia, las reacciones de los demás tripulantes son diversas. Hay quién lanza el interrogante de “¿te aseguraste de que la embarcación esta certificada?”, de otro lado llega la orden inminente de ponerse los salvavidas, mientras otro se pregunta cuál es la distancia a la playa y quienes podrían nadar si hay un naufragio y otros sencillamente están preocupados por si llegaremos a tiempo para la cena. Si bien todos compartíamos un mismo objetivo, cada uno manifestó distintas prioridades y formas de solucionar la situación con una divergencia tangencial.
Reynolds y David Lewis realizaron un estudio para Harvard Business Review, donde analizaron por 12 años a más de 100 grupos de ejecutivos con la herramienta AEM Cube. Esta mide dos aspectos: primero, el grado en que las personas prefieren utilizar el conocimiento existente o generar nuevo conocimiento cuando se enfrentan a situaciones nuevas; y segundo, el grado en que los individuos prefieren hacer uso de sus propias experiencias u orquestar las ideas y la experiencia de los demás en el mismo escenario.
Los resultados del estudio arrojaron que los equipos más exitosos en el cumplimiento de objetivos fueron aquellos que contaban con mayor variedad en la forma de interpretar y enfrentar los problemas. Otra conclusión relevante es que una mayor diversidad cognitiva en un equipo de trabajo tiene el potencial de incrementar la eficiencia con la que se resuelven situaciones complejas y genera un mayor grado de innovación a la hora de abordar escenarios nuevos.
Este enfoque de diversidad genera un reto para los líderes, vencer los sesgos inconscientes es una necesidad, puesto que, si en los procesos de selección o en la asignación de responsables para proyectos transversales tendemos a escoger personas que tienen una forma de ser o razonar similar a la nuestra, estamos perdiendo una oportunidad al dejar de lado pensamientos alternos que pueden nutrir y acelerar el cumplimiento de la estrategia del negocio.
Por: Elizabeth Rey
*La autora es la presidente de Citi en Colombia
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Colombia.
Lea también: La epidemia silenciosa del liderazgo: cómo salir del modo supervivencia y recuperar tu poder mental