Desde el sector señalaron que un nuevo proyecto de ley podría acabar con el buen momento exportador y fortalecer al informalidad.

La Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) alertó sobre una situación que podrían vivir las exportaciones de oro, cuyo precio ha alcanzado techo de 3.500 dólares por onza. Según Analdex, estas podrían vivir un frenón por el proyecto de decreto que pretende aumentar la retención en la fuente, al pasar de 1% a 2,5% sobre el valor total del pago o abono en cuenta en las compras de oro efectuadas por las Sociedades de Comercialización Internacional (C.I.).

Actualmente, bajo la normativa vigente, un minero que vende su producción a una C.I. enfrenta una deducción total efectiva del 5% (correspondiente al 4% de regalías y al 1% de retención en la fuente según el Art. 1.2.4.6.9. actual). Desde Analdex detallan que esta cifra ya se encuentra en el límite máximo recomendado por los expertos internacionales para mantener la viabilidad y competitividad del canal formal frente a las alternativas ilegales.

El nuevo proyecto de decreto propone añadir una retención adicional del 1.5% (2.5% en total) a cargo de la C.I. (nuevo Art. 1.2.4.6.9.). Simultáneamente, el mismo proyecto establece una autorretención general para la actividad de extracción de oro (CIIU 0722) del 4.5% (nuevo Art. 1.2.6.8.). “Si bien estas cargas se aplican en distintos momentos de la cadena, el efecto acumulado que percibe el minero de Minería Artesanal y de Pequeña Escala (MAPE), que opta por vender a través de una C.I. o ZF, representa una carga fiscal total implícita que asciende al 11% (4% regalías + 2.5% nueva retención C.I. + 4.5% autorretención)”, agregaron desde la agremiación.

“Las consecuencias previsibles de este posible aumento en la retención en la fuente es menos formalidad, potencial menor recaudo y mayor inseguridad. Consideramos que la implementación de esta medida, lejos de fortalecer las finanzas públicas y el control estatal, generaría una serie de consecuencias negativas interconectada”, indicó Javier Díaz Molina, presidente de Analdex.

El dirigente gremial agregó que “además, es un mensaje contradictorio en un momento en que el precio internacional del oro alcanzó los US$3.500 por onza”. Vale recordar que, según cifras de la Dian, con análisis de Analdex, entre enero y febrero de 2025, las exportaciones del metal precioso llegaron a US$649 millones, con un aumento de 31,6%.

La primera consecuencia es que podría haber una desviación masiva al mercado informal, ya que una carga fiscal percibida del 11% actuaría como un fuerte desincentivo para la comercialización formal. Se estima, basados en la sensibilidad demostrada por el sector MAPE a los cambios fiscales, que hasta un 90% de las aproximadamente 40 toneladas anuales de oro MAPE que hoy podrían tener vocación de formalidad, se desviarían hacia mercados paralelos y rutas de contrabando.

Segundo, habría un impacto fiscal potencialmente negativo, por lo que, si bien la intención es aumentar el recaudo por unidad vendida formalmente, la previsible y drástica reducción del volumen de oro comercializado, a través de canales legales, podría resultar en una disminución neta de los ingresos fiscales.

Un cálculo preliminar (basado en 40 ton MAPE y precio de 3,500 USD/oz) sugiere que el recaudo actual (con tasa efectiva del 5%) podría rondar los US$225 millones anuales, mientras que con la nueva estructura (tasa efectiva del 11% aplicada sobre un volumen formal reducido al 10% del potencial) podría caer a cerca de US$50 millones.

Esto implicaría una pérdida neta potencial para el fisco de aproximadamente US$175 millones anuales. Bastaría, según los cálculos, con que un 55% del oro MAPE se desvíe al contrabando para neutralizar completamente cualquier potencial ganancia derivada del aumento de las tarifas de retención.

Para Gina D’Amato, directora de la Fundación Alianza por la Minería Responsable, que se especializa en MAPE responsable en el mundo, “los mineros artesanales y de pequeña escala enfrentan grandes desafíos para acceder a mercados formales y justos. Si se quita la posibilidad de generar un ingreso digno, vía medios formales como las CI, se está incentivando la exploración de mercados informales, debilitando toda posibilidad de trazabilidad del flujo de los ingresos o de establecer el tipo de prácticas sociales y ambientales usadas para la extracción del mineral”.

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